Capítulo XIV

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Caleb:

Pensaréis que estoy loco por ofrecerle algo así tan rápido, pero en cuanto ha dicho que tenía problemas de dinero he sabido que tenía que hacerlo.
A Carla y Aiden no les importará, y de todas formas el piso es mío. Sé que si vivimos juntos habrá un acercamiento entre nosotros, y eso hace que quiera aún más.

Durante la siguiente media hora he estado sentado en su cama viendo como ella iba de un lado a otro recogiendo las cosas y poniéndolas en la maleta, de vez en cuando tiraba alguna que otra camiseta porque según ella " no era de su estilo"

- Con toda la ropa que tienes y siempre vas con lo mismo. - Digo un tanto ¿confuso?

- Eso no es verdad. - Contesta haciéndose la ofendida.

- Aunque tengo que admitir que sin ropa te verías cien veces mejor.- Ella me lanza una camiseta a la cara, yo la dejo en la maleta y una sonrisa involuntaria se me escapa.

- A veces eres idiota. - Me dice ella intentando disimular la sonrisa que se le estaba formando.

- ¿Y como es que no tienes dinero? - Le pregunto con cierta curiosidad.

- Es complicado. - Me contesta soltando un suspiro.- No me llevo bien con mi padre, y cuando llegué aquí decidí buscarme la vida por mí misma, entré a trabajar en Inferno y ayer me despidieron. Fin de la historia.

- ¿Hace cuánto vives aquí?

- Más o menos tres años, me crié en Italia pero luego mi familia se mudó a Nueva York y allí conocí a Jordan, mi mejor amigo. ¿Fascinante, verdad?

- Pues a mí me parece interesante.- Le aseguro.

- Ya, súper genial.- Ironiza ella.

- ¿Para que sirve esto? - Pregunto cogiendo lo que parece que es un lápiz para colorear.

- Es para hacerse la raya del ojo, y no toques mi maquillaje.- Dice quitándome las cosas de las manos.

- ¿Todo eso usas en tu cara? - Le pregunto, y algo en el estante llama mi atención, es como agua pero pone "micelar"

- No, no lo uso todo y deja mi desmaquillante.- Me advierte.

- Vale sargento. - Digo haciéndole el saludo militar.

Veo que esta intentando cerrar la maleta, pero claro, si la llena hasta los topes...
Esta sentada encima de la maleta y como un caballero que soy me ofrezco a intentar cerrarla.

Me está dando las gracias cuando oímos un ruido proveniente de la puerta, una chica rubia aparece por el umbral, sujeta una pila de libros y una mochila. En ese momento la reconozco; es la amiga de Allie, la que se me acercó en las carreras.

Allie:

Cuando estamos acabando de recoger Lily aparece por la puerta con cara de cansada. Miro la hora y me doy cuenta que se me ha pasado el tiempo volando.

- Si molesto me voy, pero me podías haber avisado de que ibas a traer al macizo aquí.- Dice avergonzadome por completo.

- ¿Con que macizo, eh? - Dice Caleb con una sonrisa divertida.
Lily desvía la mirada hacía donde tengo mis cosas.

- ¿Y esa maleta? - Me interroga.

- Me voy a vivir con Caleb hasta que pueda pagar la residencia. - Le explico.

- ¿¡Qué!?- Chilla Lily.

- Ajá, hemos llevado nuestra relación un paso más allá y necesitamos privacidad. - Bromea Caleb

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