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No podía creer lo que acababa de pasar, ayer casi me violan y hoy casi tengo relaciones con mi vecino que casi no conozco.

Carson me trajo el desayuno. No quería mirarlo a la cara luego de lo ocurrido. Quedamos en que me iría en la tarde. Me buscó una bolsa de hielo para que la hinchazón bajara. Pasé el día completo en su habitación viendo películas y jugando.

—Mi padre ya se encerró para dormir su siesta, podemos salir — caminó escaleras abajo pero algo salió mal. El papá de Carson salió, lo supe porque sentí sus pisadas en la escalera.
— ¿Me pueden explicar que mierda está pasando aquí? — era sencillo, mi muerte.
— Papá no... no es lo que crees que está pasando. Esto tiene una explicación — dijo Carson. Bajé las escaleras y me puse detrás de él. No quería que me viera los moretones en el cuello ni las muñecas. Caminamos al comedor y nos sentamos todos mirándonos las caras.

— ¿Por qué está niña trae todo el cuello marcado y la boca rota? ¿Carson que hiciste?
— Oh no, su hijo no ha hecho nada. Se lo juro — salí en su defensa.
— Papá déjame explicarte — Carson le contó todo lo que pasó y yo solo asentí a todo lo que le dijo.
Estaba avergonzada y sentía que toda la culpa caía sobre mí. A Carson lo castigarían y a mi me encerrarían por el resto de mis días en la tierra. Se formó un silencio que dolía, me miré la uñas y comencé a llorar, tapé mi cara mientras lloraba desconsoladamente. Sentí una mano en mi hombro, quite mis manos y miré. El papá de Carson me estaba mirando de una forma que ni mi propio padre lo había hecho jamás.
—Lo siento mucho. Eso no debería pasarle a ninguna persona. No le diré nada a tus padres porque no me corresponde pero, espero que tú si lo hagas. — asentí, aunque sabía que no diría nada. Todo me lo reservaba. Carson me extendió una servilleta y limpié mi cara. Nos levantamos y Carson me acompañó a la puerta y nos despedimos. Le di un abrazo y me besó en la mejilla y caminé a mi casa.
Por obra del altísimo mis padres nos estaban en casa, así que entre rápidamente y fui a mi habitación para mirarme en el espejo. Las marcas del cuello y las muñecas, las cubriría con un abrigo y el labio partido, un poco de maquillaje y con la excusa de que "choqué con la puerta del baño"
Le escribí un mensaje a mi mamá diciéndole que estaba en casa. Y le escribí a mis amigas diciéndoles TODO lo que había sucedido y como es de esperarse solo Tyana respondió de inmediato y Coral habló algo insignificante. Las demás más tarde verían los mensajes y empezaríamos a lamentarnos . Sabía que le debía una a Maire.

Vi a Jonah la semana siguiente, no se atrevió a acercase a mi, solo me miraba entre las sombras y todos hablaban de los golpes que le habían dado en una fiesta pero, el decía que se había peleado con un primo por no decir la asquerosa verdad y que lo tilden como violador de su ex. Mis amigos cercanos sabían, los demás seguían creyéndose la historia que él se había inventado. Al final del día, él era el líder del grupo de karate y había que  creerle. Y yo solo era una ex compañera de clases que había llegado nueva al colegio y se enamoró de él.

Hay que tener cuidado cuando no tenemos la mente trabajando, vienen a nuestra cabeza recuerdos que creíamos haber olvidado.

El día que lo conocí recuerdo que no sabía dónde estaba nada en esta escuela, solo sabía de algunas aulas porque había tomado clases de inglés. Ese día llegué un poco estresada, no quería parecer una loca. Pregunté dónde estaba mi aula y pude encontrarla. Siempre me ha gustado sentarme en frente o atrás cerca de la pared, así tengo una vista completa del aula. Bueno, ese día me senté cerca de la pared. Prestaba atención a todas las clases, no hablaba con nadie. Hasta que un día dentro de la semana de iniciación en la cual tenía que presentarme en todas las clases, se me cayó la borra y le dije a la persona que estaba a mi lado que me la pasara. Era un chico y su nombre era Jonah.
¿Quien diría que todo empezó por un borra?

Las clases terminaron y cuando me dispuse a caminar hacia mi casa, Kol me detuvo. Sabía que teníamos que hablar sobre el beso y demás cosas pero, no estaba en ánimos de eso ahora mismo.
— Hola Sim, tenemos algo pendiente.
— Lo sé, ahora no puedo. Tengo que irme. Te llamo luego — Lo dejé atrás y emprendí mi huida.
No estaba lista para encararlo, tenía muchas cosas en la cabeza. Seguir cubriéndome de mis padres, el beso candente con Carson y el hecho de que no nos conocemos lo suficiente y el beso con Kol más mi momento de locura.

Todo lo que pienso de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora