This [Ed Sheeran Fanfic]

Capítulo 37

Si llegaste hasta aquí y no me dices que te pareció el fic, te va a caer una maldición y nunca conocerás a ningún grupo, jugador, actor, etc, que te guste, ok, tal vez no pero no te vayas sin decirme tu opinión por favor.

Salí del aeropuerto el sol me dio en la cara, era mediodía. Caminé hacia donde se encontraban los taxis y me despedí de Stuart, por suerte encontré uno libre rápidamente, entré y le di la dirección de Grangers al chofer. Mientras el auto se movía por la carretera  pensaba en lo que pasaría, mi experiencia en EEUU había quedado atrás ahora, sin importancia, sólo quería saber de ella. Estar lejos de la persona que amas es difícil, pero estar lejos y además incomunicado es una mierda.

Me puse el auricular para intentar silenciar un poco mis pensamientos, había hecho varias canciones mientras estaba fuera, una de ellas había sido Moments, y quería que Elena la escuchara, aunque mi rostro se volviese color kétchup de la pena, porque esa canción no hablaba precisamente de jugar con legos. Aún así quería que la oyera porque en ella le daba a conocer todo lo que no le pude decir antes de irme.

Sin darme cuenta me quede dormido, desperté gracias a la voz del chofer diciéndome que ya estaba frente a Granger's, pagué lo que me dijo y baje del auto con mi maleta en la mano izquierda, todo lucia normal, caminé hacia la puerta y la abrí, el sonido de la campanita me recibió como tantas otras veces, dentro vi a Clare, eso me desconcertó un poco, se suponía que aún seguía en Escocia, me acerqué a ella y las preguntas que tenía se quedaron atoradas en mi garganta.

― Si quieres respuestas no las busques conmigo ―dijo simplemente y señaló la oficina de Ian, me dirigí ahí y toqué la puerta con los nudillos.

― Pasa ―dijo él desde adentro.

Dejé caer mi maleta en la entrada para después de cerrar la puerta.

― Bien ahora no puedes huir de mi ―dije con voz cortante.

Ian me miraba, no se molestó, no reclamó, simplemente abrió el cajón que tenía a un lado y me tendió un sobre manila algo grueso.

― Ahí tienes todo lo que debes saber.

Lo miré extrañado.

― ¿Y qué se supone que debo hacer con esto? ―pregunté.

― Leerlo  ―dijo simplemente.

― Por qué ¡¿dónde está Elena?! ―inquirí molesto, de hecho grité en realidad― ¡¿por qué no me dices nada?! ¡¿por qué no me contestas?!  ―Me levanté y ahora así le grité a Ian, estaba muy cerca de él, este se giró.

― Elena se fue casi a la semana siguiente de que tú tomaste el avión hacia Estados Unidos. ― respondió en voz baja.

Levanté el rostro esperando que fuese broma.

― Dejó ese sobre para ti, dijo que yo sabría cuando debía dártelo, no sabía que se iba ¿sabes? pensé que ella te esperaría. ―su voz era áspera, simplemente contestaba sin mirarme.

― Pero... ¿por qué? ―pregunté confundido.

Ian respiró hondo.

― Lo sabrás cuando leas lo que te dejó, y si tienes alguna duda, habla conmigo o con Andrew, pero sólo hasta que acabes de leer.

Ian salió de la oficina y me preguntó si me apetecía algo de beber, acepté al instante, ni siquiera había notado cuan sediento estaba. Al poco rato volvió con una limonada y la dejó en el escritorio para volver a salir.

Me acomodé en el sofá que tenía la habitación y puse el sobre manila en mi regazo. Saqué lo que estaba adentro, en orden estaba un post-it azul, una carta, un manuscrito, la foto que tomamos en el ojo de Londres  y abajo otra carta más.