This [Ed Sheeran Fanfic]

Capítulo 23: Parte 1

Desperté temprano para hacer mis deberes y ordenar mi habitación y en general el pequeño departamento para poder irme después, en el cajón del buro encontré mi pequeño cuaderno, el que Ed me devolvió, lo abrí al azar.

La página 12 se encontraba aun pegada por las esquinas como yo la había dejado por tanto Ed no la leyó, eso me alegro, decía lo siguiente: 

Un nuevo día no siempre significa un nuevo comienzo, de hecho casi nunca lo es, siempre representa la continuación de todo lo que has vivido en días anteriores, eso lo tuve claro el día que desperté en el hospital, con la muñeca derecha vendada y la otra ligeramente lastimada -detalle: cuando se recurre al suicidio e intentas cortarte las venas es muy difícil seguir una vez que has cortado una-. Ese día el mundo se me vino aún más sobre mí.

Dejo caer todo su peso sobre mi cuerpo, mis músculos se quejaron del esfuerzo y las personas me obligaron a pararme, otras interfirieron aunque también para hacerme caer. Nunca es bueno que alguien se entere de que quisiste acabar con tu vida y menos ellos.

Cuando regrese al colegio -o me obligaron a hacerlo- no esperaba precisamente un "¿cómo estas?" ni nada por el estilo pero tampoco esperé que me recibieran con un "¿por qué no te moriste?" ni con un "Inténtalo de nuevo, está vez no fallas". La gente puede ser cruel sin proponérselo pero cuando tiene por objetivo ser así es desalmada. Solo hubo alguien en ese entonces que se acerco a mi, solo alguien dejo de repetir por diversión lo que los demás decían; Savannah. 

Savannah Bistrain. La única chica de todo el colegio que no era una idiota ¿por qué? Por que a ella le habían intentado hacer lo mismo, solo que a diferencia de mi con ella solo fue el intento, las notas, no siguieron, además de que Savannah tiene una recarga enrome de buen humos, ganas de vivir y sonrisas eternas.

Cuando creía estaba más allá de todo, cuando el ultimo día antes de hacer lo que tenía planeado ella se acerco a mi pensé que era demasiado tarde, pensé que era en vano tratar de ser amable pero por alguna razón lo hice, tal vez porque sentía ya nada importaba y no perdía nada siendo educada.

Y estaba en lo cierto.

Cuando todo fallo, cuando desperté aquel día en esa sala blanca con cortinas azules a mi alrededor, cables que desembocaban en la aguja que estaba en mi brazo ella estaba ahí.

"Estuve a punto de asesinarte si no despertabas" dijo ella, acomodo su flequillo detrás de su oreja y sonrió.

Así comenzó nuestra amistad, con ella queriéndome asesinar por mi intento de suicidio. Esa era su lógica tan coherente que en ese momento a pesar de que el abrir los ojos significaba salir de mi zona de confort me hizo sentir bien.

Savannah tenía derecho a leer todo lo que escribía por ello al final de eso estaba una nota que decía;

Deja de escribir Elena, ándate a tomar el aire (ya sé, dirás, en realidad el aire no se toma, literal no se toma como sea) ve a nadar,  ve a vivir, respira, cuenta hasta tres y exala, ¿te sientes mejor? ¿no? Como sea, seguro lo hiciste, ¡ja! Aun tengo poder sobre ti, incluso en palabras. Je t'aime mon amiee. 

Sonreí, fue como si ella supiera que yo leería eso en este momento y justo eso haría hoy.

Esperaba Ed no llegase muy tarde ya que ahora que lo pensaba no nos habíamos puesto de acuerdo en la hora, mientras tanto recordé lo que Ian me había dicho hace tiempo  cuando me preguntó si escribía un libro "―¿Y por qué no lo haces realidad?" exacto ¿por qué no lo hacía?

Tome la pluma que descansaba ajena a todo en el interior de mi mochila y elegí una hoja en blanco, expresarse con palabras escritas siempre es más fácil y una vez que dejar volar tu imaginación todo fluye, intentaría hacerlo.