Una nueva oportunidad

Capitulo 2: El escape

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Seis se mantenía fuerte, habría perdido la noción del tiempo sí no fuera porque la sacaban a revisión todos los días, al igual que sabía la hora de la comida la cual era llevada por los grunts.

Aquellos alimentos eran asquerosos o al menos para ella, ¿cómo era posible que ellos pudieran comer esa pasta verdosa? Quizás los suyos, eran sobras ya estaba echadas a perder.

Los días pasaron, a seis siempre la llevaban a los laboratorios del pacto, los experimentos eran cada vez eran más tediosos, a seis le parecían bastantes extraños y tontos, algunas veces humillantes incluso hubo una prueba donde tenía que estar desnuda para que pudieran decir sí era "hembra" o "macho" ya que para ellos veían a los "demonios" iguales.

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Ese día llevarían a Seis a una nueva prueba, como cada examinación, la acostaban en una camilla, los Elites científicos la examinaban con mucho detalle, cuando uno por fin le logro quitar su armadura, solo quedaba su maya protectora negra.

En eso noto como los Elites sacaban un pequeño artefacto parecido a un bisturí, planeaban córtale aquella malla para examinarla mejor, cuando el Elite científico estaba cerca de ella, Seis comprendió perfectamente lo que estaban a punto de hacer el Elite

– ¿QUE CREEN QUE HACEN? SOY MUJER... YO SOY HEMBRA

Seis gritó a todo pulmón lo que provoco que los Elites, se quedaron pasmados, puesto que ella les respondió en su lengua.

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Después de ese día los elites no dejaron que seis volviera a ponerse la armadura, puesto a que también la analizarían por separado. Pero eso no impedía que Seis ideara un plan de escape, aunque tardo un par de días para averiguar un poco más acerca de la nave, tenía un objetivo y había conseguido algunos planos de la nave, todo gracias a los malditos experimentos. Los planos mostraban un puerto con naves pequeñas, aunque no sería fácil la huida, aún mantenía la esperanza.

Había llegado el día, pronto escaparía y no sería la única, se llevaría a los otros 3 prisioneros con ella, solo tenía que esperar el momento indicado.

Como cada día un grunt fue por ella para continuar con los experimentos del Pacto, Seis no manifestaba emoción alguna solo esperaría a que acabaran sus experimentos para poner en marcha su plan.

Como siempre un grunt iba por ella a su celda, seis se mantuvo de pie hasta que llego entro aquella criatura para llevarla a la sala donde le harían las pruebas.

Al pasar cerca de las otras celdas ella hizo señas para que los marines y la piloto pudieran prestarle atención o al menos que sintieran su presencia, pero era inútil nadie le hizo caso ellos seguían sumergidos en la tristeza y melancolía de ser prisioneros.

Al llegar como cada mañana a la sala, esta se encontraba vacía, Seis no comprendía la situación, ¿Qué planeaban ahora? ¿Qué clase de tortura tenían pensado para ella?
Uno de los Elites científicos entró a la habitación con un jeringa, Seis permaneció inmóvil, si algo de lo que más odiaba desde que era pequeña eran las inyecciones, un recuerdo vago de ella, surgió, se visualizó inmediatamente, en su mente, se imaginó cuando tenía cuatro años, había ido al médico, estaba en una pequeña sala de hospital gritando y pataleando para que ese doctor no le pinchara el brazo con aquella vacuna, la pequeña seis lloraba en cuanto sintió la fina aguja traspasar su delicada piel.