Capítulo 14

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Fanny

Aún envueltos solo por las sábanas me cuenta como le ha ido en este año y lo mismo hago. Mientras él relata sus momentos en la selva colombiana yo le cuento como ha ido mi último año en la escuela, ocultando que mi mejor amigo hoy me dijo que le gustaba. Estoy recostada a su costado, con la cabeza sobre su pecho y rozando las uñas sobre su abdomen cuando el inconfundible sonido de la puerta principal me hace detener mis caricias.

-¿Tu abue?-Pregunta cuando oímos la puerta cerrarse.

-O Stev. Creo que voy a darme una ducha rápida y bajar.-Digo y me siento.

-No, no te vayas.-Dice y me jala más cerca para besarme.

-Ya es tarde Javi, tengo que darme un baño y tú también. ¿Dónde está tu ropa?

-En la habitación de al lado.- dice dándome un casto beso y poniéndose de pie a regañadientas

-Que conveniente, apuesto lo que sea a que rogaste por ese cuarto.

-Un poco- Se encoje de hombros y suelta una risita, sí, definitivamente rogó por esa habitación- Vamos hay un baño que nos espera.

-Lo siento cariño, pero yo voy primero.

Corro hasta el baño antes de que me alcance y pongo seguro tras cerrarla, necesito bañarme no distraerme más.

Cuando siento el agua tibia entro y unos diez minutos después salgo envuelta en una toalla.

-Necesito que me traigas mi ropa por favor, no creo que tu abuela aprecie que camine semidesnudo por su casa.

-Seguro que te echaría a patadas. Entra, yo la traigo.

Me da un beso y entra al baño mientras me visto. Opto por un top y shorts negros con un chaleco de mezclilla antes de salir a la habitación de Javi. Entro y cuando abro el closet la mitad de lo que hay es negro, ama ese color; tomo unos jeans negros, una camiseta blanca, tenis y medias. Al volver a mi habitación sigue en la ducha así que dejo la ropa en la cama luego de arreglarla y volver mi habitación a su estado natural y bajo a ver quién es. El ruido viene de la cocina, así que aprovecho para tomar mi mochila y colgarla en mi espalda.

-Hola abue.

-Hola hija-Dice desde la cocina sonriendo- ¿Les di bastante tiempo?

Me sonrojo mucho, debo parecer un jodido tomate. Debí suponer que por eso se fue un día después de comprar la comida de la semana.

-Eh, si.- Admito avergonzada- ¿Cómo supiste?

-Cariño, no me falla la memoria. Recuerdo tus ojitos brillando cuando lo mirabas y cuando se tomaban de la mano en el jardín. Supuse que todavía necesitaban su espacio, y aproveché para visitar a mi amiga Berta.

-Ok, gracias…supongo.

-Tranquila, están tan roja que pareces un tomate, yo también fui joven y me alegra que estés feliz. Pensé que no volvería a verte con nadie desde Alex, aunque ese chico Luke…

-Mi mejor amigo.-Le interrumpo.

-Sí, ese chico, pensé que tal vez llegarían a más algún día. Pero no puede competir con ese brillo que hay en tus ojitos.-Dice y me acaricia el brazo con su mano libre.

-Te ayudo.-Le digo y tomo la bolsa que sostiene en la otra mano.

Saco las latas y las coloco en sus respectivos estantes. No me toma más de dos minutos. Oigo pasos en la escalera y casi al mismo tiempo la puerta abrirse. Stev y Javi entran a la cocina al mismo tiempo hablando como los buenos amigos que eran antes de él irse.

-Hola señora.-Saluda Javier a mi abue, mientras ambos toman asiento en los taburetes del mostrador.

-Dime Flor, Javier. ¿Cuántas veces tendré que decírtelo?

-Ok, Flor.-Dice y se ríe.

-Hermanita, suelta la mochila de una vez.-Dice Stev sonriendo.

Le saco la lengua y camino hacia las escaleras. Subo y dejo la mochila en la silla de mi escritorio, saco mi teléfono y veo que tengo un mensaje de Luke: ¿Podemos hablar?

Considero entre contestarle o no, lo ignoro y guardo el teléfono en el bolsillo de mis shorts, hablaremos cuando nos veamos. Cuando vuelvo a la cocina Stev y Javi están comiendo unas papas fritas con Coca-Cola mientras mi abuela cocina con ayuda de Gretel, la chica que nos ayuda en casa.

-Hey, no me avisaron que había comida.-Digo mientras me siento junto a Javier.

-Te guardé la tuya, Fanny.-Dice Gretel y me pasa un plato de papas fritas y una botella con una pajita roja.

-Gracias Gretel.

Me sonríe y sigue con mi abue en los preparativos de la cena.

-¿Cuándo es la reunión?-Pregunta Stev antes de darle un trago a su bebida.

-Es pasado mañana en una casa que papá arrendó. Pero hoy en la cena discutiremos algunas cosas.-Dice Javier.-Les aconsejo que oigan bien todo, es como su presentación a la sociedad, todos los socios sabrán que ustedes se encargaran de las cosas dentro de poco.

-Bien, entonces me voy.-Dice Stev y come las papas que le quedaban, toma su botella y de dos sorbos se bebe lo que queda de su contenido.

-¿A dónde vas?-Pregunto girándome un poco en la silla para verle la cara.

-A cumplir con mi papel de amigo. Tengo que consolar al pobre imbécil que después de decir que le gustaba a la chica presenció la más linda demostración de amor y ahora está hecho un lío.

Javier me mira y luego mira a Stev. Frunce un poco el ceño pero se relaja al instante. Stev le da una palmadita en el hombro y camina hasta mí.

-Nos vemos en la cena.-Dice y me da un beso en la frente.

Observamos en silencio como sale hacia la sala hasta oír el golpe de la puerta al cerrarse. Javier me da una mirada preocupada pero luego sacude la cabeza como alejando la idea.

-Bien. ¿Qué hacemos ahora?-Dice cuando termina con sus papas y pone nuestros platos en el fregadero.

-¿No tienes que reunirte con tu papá?

-No, está organizando la casa y la seguridad para la reunión. Tengo todo el día para ti.-Me da un beso y se sienta a mi lado otra vez.- ¿Sigues pintando?

-Sí, deberías ver la ciudad, la tengo casi completa. Tuviste una buena idea, no he tenido problemas de multas y pinto todo lo que quiera.

-Te lo dije. ¿Y las motos?

-No he montado una en meses. Ya sabes que mis papás no son precisamente los genios de la diversión. Todo el cuento de que soy menor de edad y es por mi seguridad y bla, bla, bla.

-Eso me recuerda que cierta personita cumple años en una semana. ¿Qué quieres hacer?

-Querrás decir que unas personitas.

-Sí, pero Stev es el día después, primero vas tú y quiero saber que vamos a hacer.

-¿Vamos?-Pregunto dejando la botella de Coca-Cola vacía en la basura.

-Ajá.- Me pasa un brazo por la cintura y me acerca a él. Me coloca entre sus piernas abiertas y me acaricia la mejilla con el pulgar.-Pienso estar pegado a ti como un chicle todo el tiempo. No te librarás de mí tan fácil.

-Tal vez haga una fiesta. Los 19 son importantes después de todo.

Asiente y me besa mientras rodeo su cuello con mis brazos y lo acerco más. Extrañaba esto. Lo extrañaba a él.


Inmune a ti [Versión 2018] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora