Capítulo 3

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Luke
-En serio que estás babeando por ella.-Le digo a Steven mientras él sigue hablando de lo linda que se debe de ver Megan hoy.

Me arrastró a una fiesta, en una especie de ciudad o así le llaman, y me ofrecí a llevarlo en mi coche porque el suyo está en el taller. El muy estúpido lo chocó la semana pasada y está hecho añicos. Lo bueno de esto es que mis padres se pusieron súper felices de que tenga amigos en mi primer día de clases. Pobres, quieren asegurarse de que no me meta en problemas y me expulsen, otra vez.

-Oye, si soy yo el que tiene la dirección por qué no me has preguntado por donde vamos.

-Fácil, recuerdas la lista de números del salón que debía tener que me diste. Mientras le dabas a mis padres el viejo discurso de prometo que llegará temprano, lo cuidaré y todo eso, me puse a rastrear la ubicación de la mayoría de los del salón y da la casualidad que todos están en el mismo lugar, por lo que ahí es la fiesta.- Abre los ojos como platos cuando me escucha.

-Wow, eres un hacker.-Dice con la cara de un niño que tiene a Iron Man delante.

-Sí, pero no lo digas. Es secreto de Estado.

Se ríe a carcajadas hasta que llegamos. Es grande, muy grande, en verdad que parece una ciudad. Aparco junto a una réplica de Bumblebee y salimos. Stev le da una mirada preocupada al auto, pero no le presto atención. Todas las paredes están llenas de grafitis, que por alguna razón me resultan familiares. Hay una gran fogata y chicos bailando alrededor. Veo a Megan, Katy pero no a Fanny.

-¿Te unes?-Dice apuntando a la fogata

-No Stev, me voy a dar una vuelta, luego.

-Ok, pero ten cuidado no te pierdas.

Asiento mientras camino entre la multitud, creo que toda la escuela está aquí. Camino lo que me parece un kilometro y me recuesto a una pared, me pregunto si estos letreros me mancharán la chaqueta, me aparto rápidamente y miro la pared. No puedo parar de reírme al ver que me recosté en un enorme letrero rosa fosforescente y negro que dice… tiene que ser broma, dice Fanny. Es ella la que hace estos grafitis, por eso me resultaban familiares, los estaba haciendo en su libreta esta mañana. Así que la niña mandona es una rebelde que pinta en las paredes.

Niego con la cabeza y sigo caminando, siento unos gritos y doblo hacia la derecha. Hay una rampa de patinetas y una multitud de chicos haciendo trucos impresionantes. ¿Cómo llegó una rampa de patinetas a una unidad militar? Tal vez los militares era fanáticos a los deportes, que en mi opinión solo sirven para fracturarse. Prefiero pasar mi vida frente a una computadora, hago ejercicio, pero no me gustan los deportes. Ninguno en absoluto. ¿Hay acaso algo más tonto que el futbol americano? Reconozco al que está en la rampa, es el novio de Fanny: Alex, se le da bien, tengo que admitirlo. Seguro que la niñita mandona está por aquí.

Justo al lado hay como un muro, muy alto, tiene unas escaleras por atrás para llegar y me imagino que una caída desde esa altura al menos te va a dejar una linda fractura. Y como no, la niña está sentada ahí, observando tranquilamente a su noviecito. Voy a molestarla un rato. Está tan concentrada que no nota como voy subiendo las escaleras poco a poco, hasta estar a centímetros de ella. Me acerco a su oído y uso el viejo truco, gritar bu. Se asusta y se inclina hacia adelante, pero el muro es muy fino y casi se cae. Cuando está a punto de caerse le rodeo la cintura con los brazos y la acerco a mí. Se recuesta a mi pecho y respira profundamente.

-Lo siento, no pensé que te fueras a asustar tanto.-Digo contra su pelo que huele a cerezas y me hace cosquillas en la cara.

-Eres un completo idiota. Me podría haber matado…

-Ya te dije que lo siento-La interrumpo-Tranquila, no voy a dejar que te caigas.

Toma un poco de aire y su respiración se normaliza. Lo raro del caso es que ninguno de los dos protesta por estar abrazados. De repente comienza a reírse.

-Voy a darme la vuelta. ¿Puedes soltarme un momento?

Acto seguido la suelto y se da la vuelta lentamente, hasta que quedamos frente a frente, a esta altura es de mi tamaño. El pelo se le alborota un poco por el aire y un mechón recogido a la derecha se le suelta. No puedo controlar el impulso de ponérselo detrás de la oreja y los ojos casi se le salen de las órbitas ante el gesto.

-¿Qué haces aquí?-Pregunta mirándome fijamente a los ojos.

-Es una fiesta y me invitaron.

-¿Te invitaron o Stev te arrastró hasta aquí?-Dice con una sonrisita.

-¿Cómo sabes que soy amigo de Steven?

-Te vi hablando con él en el patio.

-Ah, con que me estabas espiando.-Digo en el tono más serio que puedo, pero me da mucha risa saber que ella también me vigilaba a la distancia.

-No, solo te vi y punto.

-Sí, claro. Admítelo te encanto-Mierda. ¿Por qué dije eso?

-¿Y eso a que viene al caso? Y no, no me encantas, creo que es al revés.

Se molestó un poco, se le nota en la cara. Tal vez tenga razón, por muy niña caprichosa y mandona que sea me gusta un montón. Creo que tengo delante a mi próxima conquista.

-Bebé, ni en tus sueños.-Digo acercándome un poco más a ella.

-¿En qué momento entramos en la fase de bebé?-Dice reprimiendo una risita.-Ten cuidado con lo que dices-pone una mano en mi pecho y me empuja hacia atrás pero no me alejo demasiado.

-¿Alex se molestaría mucho si me oyera?-Frunce el seño y pone esa cara de “de qué demonios estás hablando”-Tu novio, Alex.-Le digo.

-Alex no es mi novio.-Dice riéndose.

Entonces no es su novio, pero la besó y se la pasan juntos, tal vez son amigos con derechos o vaya Dios a saber. Se muerde el labio inferior para parar de reírse, pero solo consigue verse realmente linda. Me empuja hacia atrás y se baja del muro. Baja los escalones lentamente y me quedo bobo mirando el movimiento de sus caderas mientras camina.

-¿Te vas a quedar ahí como un estúpido?-Dice mirando aún al frente

-Eso depende de adonde vayas.-Digo mientras sigo sus pasos.

Se voltea con una sonrisita maquiavélica y vuelve a mirar al frente mientras dice:-Voy a ver a mi novio.

Paro en seco y juro por Dios que casi me caigo de la sorpresa que me dan sus palabras.

-Acabas de decir que no era tu novio.-Tengo que gritar un poco porque se está alejando.

-Acabo de cambiar de opinión.-Dice y por la distancia su voz parece un susurro.

La veo caminar hasta los chicos en patineta y le lanza los brazos al cuello a Alex, él le rodea la cintura, la besa y justo ahora es cuando entran los créditos que dicen The End y el vivieron felices por siempre. Lo más rarito es que siento un ligero tono de molestia en mis pensamientos. ¿No me estará empezando a gustar, no? Tal vez, pero si de algo estoy seguro es que esto fue un rechazo y no me gusta que me rechacen, nunca lo han hecho y ella no será la primera. De eso me encargo yo.

Inmune a ti [Versión 2018] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora