Inmune a ti [Versión 2018] ✔

Epílogo

Fanny

Sonrío como tonta otra vez al ver la cara de Javi cuando le digo por décima vez que no debe preocuparse.

-Princesa, en serio ahora que está casado no tiene por qué llamarte tanto. Y no me pidas que no me preocupe porque sabes que me es casi imposible no hacerlo.

Javier y Stev han intentado que deje de hablar tanto tiempo con Nikolái, no les cae muy bien que seamos tan amigos, según sus propias palabras tanta cercanía es sospechosa, aunque todos sabemos que sólo es Javier siendo celoso y Stev apoyándolo para molestarme.

Imagino que si están leyendo esto se preguntarán: ¿Qué tú no estabas muerta? Y sí, lo estuve unos segundos, tal vez un minuto o dos pero no soy tan fácil de machacar.

Luego de mi "milagrosa resurrección" Nikolái insistió en llevarme a Rusia argumentando que tenía a los mejores médicos para que me atendieran y una alta seguridad que garantizaba mi protección, y no mintió.

Estuve más de un año allá, junto a Javier y luego Stev y Lily se unieron una temporada. En ese tiempo mi relación con Nikolái se volvió más estrecha, tanto que nos consideramos amigos cercanos. Yo estuve allí cuando su relación con Eden, su ahora esposa, tuvo unos altibajos y él estuvo ahí apoyándome en mi recuperación. Así que nos ayudamos mutuamente y nos tomamos mucho cariño el tiempo que estuve allí. Y así terminé de madrina de su boda, en la cual me juró protegerme como la hermana que nunca tuvo y yo prometí cuidarlo de igual forma y en efecto Nikolái es muy protector conmigo, tanto que llama constantemente y a Javier no le hace mucha gracia. Ya lo dije, Javier siendo celoso.

-Sabes que solo tengo ojos para ti.-Digo sonriendo y dejo el celular en la mesa para rodear su cuello con mis brazos.

Me sujeta por la cintura mientras me acerca más a su cuerpo, hasta que atrapa mis labios en un beso de esos que te roban el aliento y dejan suplicando por más, de esos que sólo encuentro en él.

-Bien princesa, porque pienso matar a ese ruso si no mantiene sus manos fuera de mi mujer.

-No soy tu mujer, soy tu novia.

-Eres mi mujer- Dice con esa mirada que me acusa de haber dicho algo estúpido o sin sentido- tienes un anillo que lo demuestra y aunque no nos casemos hasta dentro de dos meses eres mi esposa desde el momento en que aceptaste comprometerte y para siempre.

-Para siempre.-digo y lo beso pegándome a él todo lo posible.

-Dios, vayan a su habitación.-Dice una voz a mi espalda en un falso tono de asco.

Nos separamos y al voltear veo a Stev que viene con una sonrisa de oreja a oreja y mi patineta en la mano.
Corro a abrazarlo y me envuelve tan fuerte que por un instante creí en serio estar en peligro de asfixia y luego abrazo a Lily quien aún igual de efusiva al menos no atenta contra mi seguridad física.

Lo malo de fingir tu propia muerte y cambiarte el nombre es que no puedo volver a Estados Unidos ni de chiste. Aún mantengo negocios con el gobierno bajo el nombre de Fénix pero intento no permanecer mucho tiempo allá. Lo que provoca que el contacto con mis antiguos amigos sea nulo y con Stev y Lily algo escaso.

Respecto a Stev y Lily, se casaron hace un mes y aún siguen de luna de miel recorriendo el mundo. Sí, al parecer la segunda fue la vencida para ellos. Hoy llegaron a Colombia y se van en tres días, no los he visto en mucho tiempo y quiero aprovecharlo al máximo, solo Dios sabe cuando se cansen de viajar tanto.

Sí, yo vivo en Colombia con Javier y me encanta este país, esta casa es como un hotel cinco estrellas y me siento de vacaciones de forma permanente. Solo salimos de aquí cuando viajamos o cuando vamos a la frontera con Venezuela y de hecho me he ganado un lugar en la guerrilla, tal vez un día me den un rango. Poco probable pero que más da, soñar es gratis.