Inmune a ti [Versión 2018] ✔

Capítulo 21

Meses después

Luke

Vuelvo a colgar el teléfono luego de recibir la misma respuesta: están de viaje y no sé cuándo regresarán.

Cada viernes desde que regresé llamo, siempre a la misma hora y siempre recibo la misma respuesta. Ya la abuela de Fanny sabe que soy yo antes de levantar el teléfono y aún no entiendo como no me ha mandado al diablo, debe estar cansada de tener que hablar conmigo.

-Amigo, quita esa cara. Si la chica no ha vuelto aún es que no lo hará.

Luis me lanza un cojín de su cama y sigue seleccionando su ropa. Es mi compañero de cuarto y mi único amigo aquí, es de esos chicos que con sólo dos palabras se ganan tu simpatía y conmigo eso fue lo que pasó.

-Hoy hay fiesta en casa de Jess.

-¿Quién es Jess? -Pregunto al mismo tiempo que él alza una camisa roja y la aparta del montón de ropa en su cama.

-Una amiga, te caería bien si la conocieras pero ojo, no te acuestes con ella. Es una chica dulce y no quiero que la uses en tus rollos de fin de semana.

- No lo haré.

-Eso dijiste con Lucía.

-Lucía es un caso aparte, ella me buscó y lo sabes- Asiente y rueda los ojos.

- Como sea, sólo vístete y vámonos.

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Cuando entro en la cocina respiro paz al fin. Esta casa está llena de gente tanta que el jardín está lleno a tope también. Veo un vaso en la encimera y cuando voy a tomarlo una voz me detiene.

-Yo no lo tomaría si fuera tú.

Miro detrás de mí pero no veo nada sólo una pareja liándose en una esquina.

-Hola- Vuelvo mi vista al frente y ahora hay una chica al otro lado de la encimera.- Dame eso, no quiero tener que llevar a alguien más al hospital por esa cosa.

Me quita el vaso y le da un sorbo.

-¿No acabas de decir que eso hace que termines en el hospital?

-Es una mezcla especial- Dice dándome un vaso con lo que huelo es vodka- Un amigo las hace, nadie sabe que tienen pero es realmente fuerte, la mayoría no saben parar cuando la prueban y terminan en el hospital haciendose un lavado de estómago.

-¿Y por qué la tomas?

- No me engancho tan fácilmente, sé cuándo parar y cuando no.

Sus ojos marrones me miran cuando bebo de mi vaso y me sonríe antes de irse hacia la puerta pero la detengo antes de perderla de vista.

-¿Me dices tu nombre?

-Solo si me dices que significa tu tatuaje-Bajo la vista a mi muñeca y veo la cadena.

-Quise mucho a una chica pero ella a mí no y un día estaba muy borracho y fuimos a un lugar de tatuajes. Aún no se como pero terminé con un tatuaje con su inicial en la muñeca, supongo que me desahogue con el tatuador sobre mi mejor amiga que no me correspondía.

-Puedo ser tu amiga, pero tienes que prometerme que no te tatuarás mi nombre.

Me río y ella sonríe.

- Por fin, traías una cara de tristeza que me estaba empezando a deprimir.

- Es que hoy llamé a su casa y aún no ha vuelto de un viaje, hace meses que no la veo y siempre que llamo termino un poco triste la verdad.

-Entonces no llames más. Cuando vuelva ella te llamará o alguien te avisará. Estás en una fiesta, diviértete un poco, Luke.

-¿Cómo sabes mi nombre?- Pregunto y ella se encoje de hombros

-Luis me dijo que cuando viera a un chico con el pelo raro y mirada triste sería su compañero de cuarto.

-¿Cuál es el problema con mi pelo?

-Ninguno, es un color lindo. Soy Jess.

Me tiende la mano con una sonrisa y se la acepto. A la vez que murmuro un encantado.

- Ahora me arrepiento de haberle prometido a Luis no intentar nada contigo.

-Pues espero que no lo intentes porque tengo novio.

- No soy celoso.

- Lo siento, no me convence pero si puedes intentar ser mi amigo con tres condiciones.

- No me la pongas muy difícil. ¿Cuáles?

-Uno, que me sueltes la mano, se me está durmiendo el brazo- Suelto su mano al instante y me disculpo, en realidad no me había dado cuenta de que aún la sostenía- Dos, que sonrías un poco o me veré obligada a bombardearte con mis malos chistes hasta que logre sacarte una sonrisa.

-Ya estoy sonriendo. ¿La tres?

-Nada de tatuajes por favor.

Asiento y ella toma su vaso chocandolo con el mío a la vez que sonríe. 

Y así empezó el cambio. Ese viernes no llamé, ni los siguientes tampoco porque tenía amigos con los que salir y hablar en vez de quedarme esperando a alguien que no regresaría , pero la cuestión es que sí regresó cuando menos lo esperé.