Capítulo 4

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Fanny

No duramos más de tres horas en la fiesta, mañana hay escuela y contrario a lo que todos deben de pensar no me gusta llegar tarde ni menos resacada. Aunque es casi imposible considerando que no me gusta tomar, nunca tomo más una o dos cervezas.

Cuando llegamos a mi casa no veo el coche de mis padres en la entrada y las luces están encendidas. Me desabrocho el cinturón de seguridad y miro a Alex que hace lo mismo.

-Deberías pasarte a saludar, ya sabes que le caes súper bien a mi abuela.-Le digo antes de que se baje a abrirme la puerta.

Rodea la parte delantera del auto y cuando estoy fuera se me queda mirando. Asiente con la cabeza y cuando comienzo a caminar hacia la puerta me jala por el brazo y en una vuelta caigo contra sus labios.

-¿Recuerdas la pregunta que me hacías todas las noches que me traías a casa?-Digo contra sus labios. Se separa y me mira sorprendido.

-Sí, claro.

-¿Me la puedes volver a hacer?-La duda brilla en sus ojos, así que le insisto-Solo una vez más.

-¿Quieres….quieres ser mi novia? ¿Por qué me haces decirlo otra vez, me has dicho que no hasta el cansancio?

-Porque sí.-Le interrumpo.

-¿Qué?-Dice mientras me sostiene con más fuerza.

-Si quiero ser tu nov…

No logro terminar, me calla con un beso y me estrecha más contra él. Tantas veces me lo preguntó y mi respuesta siempre fue un rotundo no. Tal vez debería darle las gracias a Luke, sus coqueteos tontos me hicieron darme cuenta de que me gusta este chico y nunca sabré si puedo estar en una relación si no lo intento, tal vez ahora si pueda sacármelo de la cabeza, olvidarme de él, de su recuerdo.

Me sostiene por la cintura y me levanta unos centímetros del suelo en una de esas vueltas cursis de películas. Si mis amigos me vieran no sé lo creerían, odio las cursilerías empalagosas y románticas y aún así mírenme, dando vueltas en el aire con mi…novio. Qué raro suena eso, novio. 

-Ahora sí que vamos a ver a tu abue. Tengo que darle la buena noticia.

Me arrastra hasta la casa y mi abue nos recibe con una sonrisa, ella es lo único bueno que tengo en esta casa. No es que odie a mis padres o algo así, pero simplemente no me prestan atención, nunca lo han hecho. Pasé mi infancia con mis abuelos y mi primo, nuestros padres nunca fueron cariñosos con nosotros, pero sin duda los míos merecen el título de témpanos de hielo. Entiendo que su trabajo ocupa mucho tiempo pero no entiendo el por qué descuidar a sus hijos. Lo único que han hecho por mí es instruirme para cuando llegue el momento de ocuparme de su trabajo. Supongo que lo entenderé cuando herede el negocio familiar.

-Por fin, pensé que moriría sin verlos juntos.

Las palabras de mi abue me sacan una risa, le encanta Alex, siempre lo ha hecho y me daba bastante lata con que debía formalizar con él y todo eso, en fin, ahora se callará un rato.



Maldito despertador, le daría un tiro si eso no involucrara daños a mi habitación. En media hora estoy lista, antes de irme entro en el closet y abro la puerta de mi pequeño arsenal. Todo está en orden, como siempre, paso los dedos por la Beretta 92 y me acuerdo de cuando me la regaló mi primo, es su arma favorita tenemos dos iguales. Me pregunto cuando se le pasará el enfado. 

-Fanny baja, se te hace tarde.

Abue, como siempre pendiente a la hora. Cierro todo y bajo las escaleras, cojo la lata de Coca-Cola que está sobre la mesa, le doy un beso a mi abuela y salgo. Lily y Néstor me están esperando en el coche de él. Ya que todos vivimos cerca acordamos irnos juntos y Néstor se ofrece porque le hace camino recogernos a todos. Abro la puerta de atrás y me siento en el medio.

-Hey. Ayer desaparecieron.

-¿Nos perdimos de algo bueno?-Pregunta Néstor mientras se dirige a casa de Megan.

-No, solo  más quejas de Katy.

-Como todos los días- Decimos al unísono.

Cuando todos llegamos a la escuela entramos al salón con cinco minutos para que comiencen las clases. Desde la puerta veo a Luke sentado en mi silla. Me está desafiando a lo grande. Stev pasa a mi lado y me toca el hombro, me da un guiño cuando lo miro y se sienta en su mesa.

-Gracias por guardarme el sitio, ahora puedes pararte.-Le digo a Luke cuando me paro al frente de él.

Levanta la cabeza y me mira de arriba abajo.

-Hay una silla justo al lado.-Me dice.

-Sí, pero la mía es esta.

-No te estoy impidiendo que te sientes. Puedes sentarte en mi regazo, no me ofendería.

Puedo sentir las mejillas poniéndoseme rojas, pero no sé por qué. Se ríe y se mueve a la silla de al lado, dando unas palmaditas en la mía para que me siente. Me siento sin decir una palabra hasta que el maestro entra, pero Alex no aparece.

Luego de dos turnos infernales de Matemáticas y uno de Historia suena la campana del recreo, todos salen y solo quedamos Stev y yo. Se acerca y se pone a mi lado.

-Me enteré que ya estás oficial con Alex.

-¿Y qué opinas?

-Sabes que no estoy ni un poco feliz por eso. No me gusta para ti. Pero sobre todo sé que no lo quieres, no como querías a…

-Podemos, por favor olvidar ese tema. No quiero discutir.-Le interrumpo.

-Fanny, desde hace un tiempo no hacemos otra cosa que pelear.

-Stev, te quiero. Lo sabes y tienes que aprender a verme con Alex, así como yo entendí que le rompieras el corazón a mi mejor amiga y ahora quieras hacerlo con Megan. ¿Crees que a mí me gusta que estemos así? Supéralo.

Me mira y luego me abraza. Sus brazos se cierran al alrededor de mi cintura y entierro la cara en su cuello.

-Te quiero y ya lo superé, solo que quiero esto para nosotros, pero no quiero que cometamos los mismos errores que…

-No lo haremos-le interrumpo- Lo haremos a nuestra manera. No está bien que te enfades por una estupidez.

-Decidir quién se encargará no es una estupidez.

-Olvida eso Stev. Paz.

Se separa y asiente.

-Me voy con Luke, debe de extrañarme.

-Lo odio. No sé cómo puedes ser su amigo, es insoportable.

Stev sonríe y se voltea antes de irse

-Cuidado cariño, del odio al amor solo hay un paso.

Inmune a ti [Versión 2018] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora