Capítulo 3- Mi vida

4.8K 182 10
                                    

Viernes 27/ septiembre / 2019

-Dios es que ya no lo aguanto!!

Estoy harta de él!!

Bueno, creo que es mejor que me calme.

Tengo una joda hoy, pero creo que no voy a poder ir por la pelea de hace rato. Igual y si le pregunto a mi padre me deje, no sé, me podría escapar.

Me metí a bañar, salí y busque ropa para ponerme, me puse un top y una falda negra, me maquille, me planche el pelo y agarre una bolsa donde puse dinero y mi teléfono, salí de mi cuarto y baje, abrí la puerta de la casa y...

-A dónde vas??

Mierda, era mi mamá

-A una fiesta, me invitaron al cumpleaños de un amigo- dije con la esperanza de que me dejara salir, aunque realmente eran mínimas

-Bueno- espera que?! - Pero que te lleve Mateo, o si no vas - me sentenció

Yo no quería ir con él y menos a una joda, no quiero que mis amigas se la pasen embobadas con el

-Pero Ma..- hable, pero mi madre me interrumpió

-Ya dije- yo cerré la puerta de la entrada y volví a mi cuarto

Obviamente no me iba a quedar ahí, agarre y destendi la cama, puse dos almohadas simulando mi cuerpo y una chiquita debajo de una almohada grande para que pareciera mi cabeza.

Salí por el balcón, deje medio abierta la puerta para que cuando regrese pueda entrar por ahí. Y luego vi para abajo, estaba bastante alto, sin embargo no le tengo miedo a las alturas, me quite los zapatos, me puse unas zapatillas y tiré los zapatos al pasto, un poco alejados de mí para que no cayera en ellos. Pase un pie a la parte que daba a la nada de la barandilla, después pase el otro pie, me agarre y me voltee, mire hacia el piso y me deje caer.

Cai bastante bien, no me lastime ni me doble nada, sólo fue el impacto de mis pies contra el suelo, me quité las zapatillas y me volví a poner los zapatos altos.

Me dirigí a donde tenía la escalera y deje las zapatillas al lado, para que cuando vuelva me acuerde de subirlos.

Parecerá muy loco lo que hice, pero es un plan que hago siempre que no me dejan salir por la noche.

Empecé a caminar por el patio, agarre mis llaves y abrí la puerta que daba a la calle, cerré y pedí un uber, no tardó mucho en llegar. Llegue a la casa de mi amigo y entre, ya olía a porro y alcohol, me dirigí a la barra donde tenían todo el alcohol y me agarre un vaso para preparar un fernet.

-Linda -escuche una voz conocida, voltee y era Agustín, mi amigo con derechos.

-Hola!! - dije abrazándolo

-Pensé que no vendrías- dijo separándose

-Tuve que saltar del balcón, pero acá estoy - dije feliz

-Bueno, vamos a bailar- dijo Agus y fuimos a donde estaba toda la gente

Chapamos y pues lo normal. Pasaron dos horas e íbamos ir a su casa, pero la verdad no tenía ganas así que me acompañó hasta la mía.

-Chau Agus - dije dejándole un pico

-Chau linda! - dijo y yo entré a la casa, bueno en realidad al patio de la casa.

Fui a donde estaba la escalera, la moví y la puse en donde estaba mi balcón, agarre mis zapatillas, me las puse y subí por la escalera con los zapatos en mi mano izquierda. Entre a mi cuarto y deje los zapatos, volví al balcón y tire la escalera al pasto. Regrese a mi cuarto, me lave la cara, los dientes, me cambie y me fui a dormir.

Sábado 28 / Septiembre / 2019

Me desperté a las 11 de la mañana, me peine y baje a desayunar algo pero cuando baje valla asquerosa sorpresa que me lleve. Estaba Mateo sentado en el sofá viendo su celular, lo vi y seguí con mi camino hacia la cocina. Se escuchaban voces, por lo que supongo venían a desayunar, la verdad no me importaba si me veían así, me conocen de toda la vida así que no había problema.

-Mia!!! - dijo Pedro cuando entre

Siempre me he llevado bien con él, puedo decir que es el más piola de los cuatro

-Pedrito- dije abrazandolo

-Como estas?- me preguntó separándose

-Todo tranqui y vos?- hable

-Igual- dijo el

-Hola Juli- dije saludándola

-Hola Mia- me contestó ella

-Que están haciendo de desayunar? - pregunté

-Receta especial que nunca sabrás - dijo mi Papá

-Espero que este bueno, por qué tengo una lija...

-Mia, habla bien!- se quejó mi madre

-Bueno- dije rodeando los ojos y saliendo de la cocina topándome con Mateo

-Te queres fijar!!- me reclamó Mateo

-Deja de joder queres!!- conteste

No lo deje hablar y me fui a mi cuarto, me bañe rapido, me cambie y baje a esperando que ya hayan terminado de hacer su desayuno "especial"

-Hay que bueno que ya llegaste- dijo mi mama dejando todo en la mesa para desayunar- Dale, sentate al lado de Matu- dijo mi mamá y no le iba a hacer caso hasta que me di cuenta de que no quedaba otra silla más, ya que mi mamá se había sentado en donde yo me quiera sentar.

Bufé y me senté alado de él con cierta molestia.

Como siempre mis padres comieron entre risas mientras Mateo y yo desayunábamos con cara de orto por tenernos alado.

Al terminar levante mi plato lo deje en la cocina para después irme a mi cuarto.

Estaba toda tranquila acostada viendo mi cuarto hasta que sentí que alguien abrió la puerta. Era Pedro..

-Pedro, qué pasa?- hable

-No, todo bien pero quería pedirte un favor

-Cuál favor?- pregunte pues todo se me hacía muy raro

-Podrías venir al Luna Park conmigi el 20 de octubre?

Ya sabía a qué se refería, este 20 de octubre iba a ser la Red Bull Nacional si no me equivoco

-Se que no te llevas bien con Mateo, pero hazlo por mí- volvio a hablar

-Pero..

-Dale, además puede que te diviertas viendo como bardean a mi hijo- cuando dijo eso una sonrisa salió de mi.

-Bueno, solo por eso- tenía ganas de ver cómo le rompían el culo a Mateo y poder molestarlo por eso

-Ay gracias!!- me abrazó y se fue

De ahí mi día paso normal, hice ejercicio, hice videollamada con mis amigas y bueno, estuve acostada viendo el celular.

-Mia!- me llamó mi mamá desde la sala, ni idea como grita tan fuerte

Baje y estaba todo oscuro

-Vení, vamos a ver películas- dijo mientras me hacía espacio en el sillón junto a adivinen quien?, Sip, Mateo!

Vi su cara de orto y yo también la puse, se habían puesto de acuerdo para que ocuparán casi todo el sillón entre los cuatro y así los dos nos sentáramos juntos.

-No ma, tengo ganas de dormir

-Hija...

Dijo pero yo ya me había subido a mi pieza, ni ganas de sentarme de nuevo a su lado, y menos por más de una hora.

Por Contrato ||TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora