Las semanas en la empresa Wayne se pasaban rápido para Rachel, sentía que cada vez era más trabajo pero ya le habían advertido de la gran responsabilidad al ser la mano derecha del señor Wayne, el también estaba apurado, y aunque no lo admitía ella lo había ayudado más de la cuenta y no hubiera podido acabar varias cosas sin su ayuda, sin duda era una chica muy eficiente.
Era viernes, por fin Rachel podía irse a su departamento y descansar plácidamente, únicamente tenía que pasar por su cheque de pago con el señor Wayne ya que los demás ya se habían ido.
-Señor Wayne, me permite pasar.
-Si, sí adelante- la voz de Damian se escuchaba anormal cansado y estresado.-Aqui está tu paga te aumente por los días en que saliste muy tarde.
-Gracias señor, ¿Quisiera que lo ayudará en algo más?
-No, ya vete a descansar, yo me quedaré aquí.
-Si quiere me puedo quedar, no tengo ningún problema- expreso Rachel, Damian no dijo nada, no era esa clase de personas que se quedaba sin habla al contestar, así la demonesa se fue por una silla para sentarse alado de el y comenzar a ayudarlo.
-Gracias- dijo.
-No hay que de que señor Wayne- el le dio unos papeles para que los revisará.
Así estuvieron por unas tres horas, sin hablar, sólo acomodando y revisando documentos, el hambre y el sueño empezó a darles efecto pero ambos querían terminar.
Hasta que después de otra hora por fin habían acabado. Damian se recargo en su mesa y Raven se levantó.
-De verdad gracias Rachel, te daré otro cheque, llevo su mano hacia el cajón pero fue detenida por la mano suave de Raven quien lo tenso por ese segundo pues la había quitado al instante.
-Perdón, no se moleste, lo hice por ayudar- dijo sincera.
-Rachel te lo mereces, es trabajo- expreso.
-Por favor- dijo Rachel. -De verdad no es nada- mencionó para retirarse.
-Espera déjame llevarte- paro en seco ante las palabras de Damian.
-No se preocupe, tomaré un taxi.
-¿Acaso ya viste la hora?- fue que vio su reloj y abrió sus ojos, "1:00 am". Solo volteó a ver a su jefe quien tomo su saco.
-Vamos, le dio su bolsa y bajaron hacia su auto. Se sintió un poco nerviosa, es decir, su jefe la llevaría a su casa, por un momento pensó en negarse pero sabía que a esta hora sería muy peligroso y prefería estar con alguien a quien conocía.
Llegaron a su auto de lujo, el olor de auto fino no se hizo esperar, todo reluciente, el le abrió la puerta, y se subió ante su acción caballerosa que la desconcertó. Arrancó el auto y marcharon hacia la dirección que le había proporcionado Rachel.
-Le agradezco mucho señor Wayne- el solo asintió con la cabeza.
-Es muy peligroso por dónde vives, ¿Sabías?
-Si- musitó- pero es un lugar donde no hay mucha gente y me gusta.
-Entiendo.
El silencio estuvo por los siguientes minutos. Hasta que por fin llegaron al departamento.
-Buenas noches - dijo Raven en la puerta.
-De nada, me retiro.
-¿No quiere quedarse a comer algo?- ni siquiera supo cómo saco esas palabras, pero ya lo había hecho.
-No quiero molestar Rachel.
-No es ninguna, aparte usted me trajo al menos deje que lo invite a comer, ambos lo necesitamos.
Damian sabía que ya nadie estaría en la mansión para atenderlo, así que con un poco desnen asintió, pero antes marcó a su hermano Tim para ver cómo iba con el patrullaje, ya que le había pedido que el se hiciera cargo por el trabajo que lo tenía ocupado.
-Espero no sea tan malo para usted- dijo Rachel refiriéndose a su departamento, no era grande, era un simple departamento con una recámara.
-Creo que aún no termina de conocerme señorita Roth.
Ella se fue a la cocina y el se quedó sentado mirando discretamente a su alrededor, el ambiente le gustaba, era limpio y podía oler en todos lados ese perfume que traía su asistente. No se percató cuando ella le había puesto un plato en la mesa, estaba tan cansado que ni siquiera podía prestar atención a su alrededor y apenas podía articular voz.
Dio el primer bocado y sintió la exquisitez de ese maravilloso plato, devolviéndole un poco de energías. Raven estuvo atenta a atenderlo bien, por esta vez su jefe no estaba de gruñón por obvias razones y fue que dio cuenta que no era tan malo, y su compañía era agradable cuando no se las daba de dictador en su empresa y que era el primer hombre que pisaba su departamento. La forma tan delicada en que comía y agarraba los cubiertas era tan hermosa para sus ojos. Que incluso comió más despacio de lo normal.
-Estuvo muy rico Rachel- dijo.
-Que bueno que le haya gustado.
Damian se levantó, -tengo que irme, nos veremos el lunes Roth. -Si, váyase con cuidado- mencionó.
Se quedaron mirándose a los ojos por varios segundos sin explicarse porqué, pero ella desvío la mirada primero y el se alejo sin decir nada para irse."Pero que diablos pensaste en hacer"
" No puedes ser así, porqué fuiste así con ella, tengo que ser más duro y arrogante o voy a perder el control" pensó Damian acelerando su auto
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Mi pequeña demonio. (Damirae)
FanfictionEl todo un experto, ella toda curiosa, sera la unión más intensa de sus vidas, sin esperarse lo que todo generaría.