Mi pequeña demonio. (Damirae)

Capítulo 11

A la mañana siguiente, Damian se levantó antes que Rachel para observarla, paso suavemente su mano en su mejilla recordando cada una de sus facciones, ya que no sabía que otra oportunidad tendría de tenerla tan cerca.
—....Damian...- susurro Rachel abriendo los ojos.
—Aún puedes descansar, yo tengo que irme nuevamente a la empresa- dijo, ella no se esperaba que el regresaría tan pronto.
-¿Rachel?
—Ah, si, entiendo que no puedes darte un tiempo más de descanso, bien, vamos.
—¿Qué?- dijo confundido.
—Jamas firmaste mi despido, ¿Recuerdas?, aún sigues siendo mi jefe- susurro apenada.
—Eso es cierto, pero aún debes descansar.
—Ya descanse demasiado, la verdad quisiera volver a trabajar, y seguir aguantandote- sonrió. -Ah, y no quiero prioridades.
—Por supuesto que no señorita Rachel- dijo haciendo su típica sonrisa.

Después de un beso en la recámara bajaron a desayunar, Rachel agradeció el exquisito platillo proporcionado por Alfred.
—Ire a mi departamento, te veré en la empresa.
—¿No quieres ir conmigo?- preguntó.
—Quisiera llegar por mi cuenta, nos vemos en unas horas- le dio un beso y terminaron su desayuno, Damian la dejo en su apartamento para luego irse a la empresa, aunque el quería esperarla y que fueran juntos, realmente no le importaba lo que pensaban los demás, simplemente era su seguridad que no iba a pasar por alto
En la empresa desafortunadamente no podía ser Batman, así que contrato más seguridad, dentro y fuera de la empresa.
...
Rachel llegó una hora después y se sentó en su escritorio para acomodar sus cosas, fue saludada por Emma quien pregunto cómo se encontraba después del "incidente".
Fue hacia la oficina del señor Wayne tomándose ya la libertad de pasar.
—Algo en lo que tenga trabajar señor Wayne?- preguntó.
—No me digas así, dime Damian- dijo.
—No creo que sea correcto, estamos...- en ese instante el se levantó, termino de cerrar la puerta, ella se arrinconó por su cercanía y la agarró velozmente de la cintura.
—Dam...-los labios de él atraparon los suyos en un beso intenso.
Nos pueden ver- jadeó, sus manos apretaron su pecho, y se dejó llevar por unos segundos hasta que por falta de respiraron pararon.
—Necesito esto- dijo Damian acercándole unos documentos.
—¿Es enserio?- mencionó algo ofendida.
—Lo lamento, tenia ganas de hacerlo- ella se sonrojo volteando la mirada,  claro que ella también tenía ganas.
—Pensé que te importaría por el hecho de que estamos aquí.
—No importa en lo absoluto, pero tampoco quiero incomodarte- dijo dándole su espacio.
—Oh, entiendo- suspiró-, no lo haces, en un momento le traere los documentos, por cierto.... y..yo... también tenía ganas de besarte-se marchó sonriendo de nuevo.
....

Las horas pasaron, Damian Wayne tuvo más trabajo de lo inusual debido a su ausencia, Rachel se concentro en el trabajo que se la había otorgado hasta que llegó su hora de salida, fue a despedirse de Damian entrando con una taza de café.
—Deberias irte a casa- dijo poniendo la taza enfrente.
—Tengo muchas cosas que hacer aquí, le hablaré a Alfred para que te lleve.
—No es necesario, aparte, pensaba ayudarte- mencionó.
—Solo si me dejas llevarte- dijo.
—Esta bien Damian- se sentó alado de él, y comenzó a buscar en qué ayudarlo  aunque tiempo después Rachel se dio cuenta que realmente no estaba ayudando mucho debido a que el se lo impedía, eso le enojo un poco pero las palabras de él cambiaron totalmente su humor "con tu compañía es más que suficiente" definitivamente era un Damian diferente, solo con ella, y eso le encantaba.
El celular de Damian sonó llamando su atención, Rachel volteó curiosa por el hecho de que era demasiado noche, pensó que sería alguien de sus hermanos pidiendo ayuda, pero cuando escucho el nombre no pudo resistir a hacer una mueca.
"Bárbara".
¿Acaso no se había enterado por Dick o alguien más de lo suyo con Damian?

"Ahora estoy en una relación" escucho decir a Damian, su corazón pálpito rápidamente por aquellas palabras, siguió escuchando y por la cara que él mostraba de desesperación se dio cuenta que a esa mujer le importaba muy poco que el estuviera con alguien, Damian colgó el teléfono y vio a Rachel.
—Esta bien- susurro la zafiro.
—Es mejor que deje las cosas claras- dijo.
—¿Ella y tú fueron novios cierto?
—En realidad nunca fuimos una pareja, solo fue una aventura, pero después Bárbara al parecer empezó a incluir los sentimientos y bueno ya lo había hablado con ella, creó no creía que ya estaba con alguien tal vez por eso llamó, pero no te preocupes, ella es pasado- mencionó, Rachel apretó sus puños, por primera vez estaba sintiendo celos de pensar en él y ella juntos, sus pensamientos fueron calmados cuando la mano de él roso su mejilla.
—Confía en mí Rachel- ella sonrió y se acercó para besarlo, llevo sus manos a su cuello para atraerlo más, el en un movimiento la sentó en sus piernas y siguió besándola, pronto fue bajando hasta su cuello.
"Ah"
Rachel apretó sus piernas por la excitación que sentía queriendo controlar sus ganas de estar con el, nuevamente el subió a su mejilla y le dio un último beso ella lo miró un poco confundida.
—Te llevaré a tu casa- le dijo, ella se paró por un momento pensó que el iba a seguir, pero al parecer el se estaba controlando, tal vez esperando a que ella diera el paso debido a que ella le había dicho que jamás lo había hecho, aunque eso la apenaba quería decirle que quería ser poseída por el, sus adentros soñaban con aquel hombre recorriendo su cuerpo y....
"parece una urgida Rachel" pensó.
—¿Rachel estás bien?- dijo Damian al verla sonrojada viendo un punto fijo, totalmente perdida.
—Eh, sí, estoy bien- dijo respirando hondo.

El coche se estacionó en la entrada de su departamento.
—Buenas noches Rachel.
—Buenas noches Damian- contesto haciéndole una sonrisa. Se quedaron como si tuvieran algo más que hacer o decirse, pero no hubo algo más que unas miradas que mostraban cariño y amor. Pronto ella bajaría y el marcharía para seguir con la investigación de su madre y atrapar a criminales, se puso su uniforme y salió a las calles de ciudad gótica.
Habían caído tres hombres que habían intentado robar, se comunicó con Gordon para saber si no había alguna misión importante, siguió manejando hasta que vio que alguien lo seguía y muy rápidamente había lanzado un disparo que el logro esquivar, el coche estaba blindado por lo tanto no era imposible saber quién era, así que decidió ponerle una trampa para atraparlo, siguió manejando a más velocidad, conocía las calles perfectamente para burlarse del sujeto y así fue como en un movimiento ágil de su Batimóvil logro impactar con el carro del otro. El sujeto del carro se bajó, un hombre encapuchado y bastante alto y de complexión ancha,  Damian tomo sus precauciones listo para su ataque. Pero unos ruidos provenientes de atrás lo distrajeron, aplausos desde un edificio abandonado.

—Mi querido Damian- esa voz, esa voz jamás olvidaría.
—Madre, hasta que por fin das la cara- dijo serio.
—Estaba ocupada en unos asuntos, pero regrese por ti, has mejorado tanto, me recuerdas a tu padre- se acercó a él.
—Regresar por mí?, O a matarme?
—Solo estaba probando tus habilidades, y por supuesto fue como lo pensé, tu y yo seríamos invencibles Damian, pero preferiste ser un héroe- rió.
—Sabes que no cambiaré, y mucho menos me unire a ti, será mejor que te largues o aquí mismo te atrapare para que nunca salgas- dijo acercándose pero al mismo tiempo el otro sujeto se acercó.
—Espera…- dijo Thalia.
-Sera mejor que me hagas caso, o no querrás ver a tu ciudad destruida, a tu familia muerta, y a tu querida siendo torturada día con día.
—¡No te lo permitiré!- dijo con furia, y antes de que logrará acercarse más el hombre de atrás lo había golpeado con fuerza, intento dar otro pero el lo esquivo con facilidad, aunque el primero le había dolido demasiado para ser de un hombre normal,  atacó mientras su madre reía, pronto recibió otro golpe, el sujeto era rápido y ágil, sintió como ardían sus músculos y sus huesos crujir, el hombre tenía una fuerza increíbl, el sintió como una de sus costillas se rompía, pero por supuesto no se iba a rendir, quiso sacar uno de sus tranquilizantes pero su madre fue más rápida, y le lanzó una inyección para debilitarlo aún más..
—Ya basta, no lo quiero muerto- dijo. -Piensa en mi propuesta hijo, aún estás a tiempo- dijo Thalia marchandose con el sujeto.
Damian se quedó allí, intentando soportar el dolor de sus músculos y el efecto de la droga, pero su cuerpo cayó totalmente al suelo y sus ojos se cerraron lentamente mientras su teléfono sonaba.