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Unas horas más tarde...

-¡Dipper Dipper Dipper!- gritaba una castaña a la sensible oreja de su hermano por un intento de que despierte, afortunadamente, este dio resultado, dándole como respuesta unos quejidos y movimientos de su oreja afectada- uhhhg... Mabel, sabes lo sensibles que son, deja de hacer eso...- dice con algo de cansancio y molestia en su voz al tiempo que se acomoda con algo de dificultad en su cama- ¡Te traje algo de comer! Supuse que estarías muerto de hambre luego de correr y dormir tanto- dice su hermana mostrándole un plato de ensalada y un jugo al parecer de naranja en una bandeja, dejándolos frente a el- ah. Gracias Mabel- le dedica una sonrisa a su hermana para comenzar a comer su plato preferido.

Mientras, en el piso de abajo

Stanley, ¿que haremos? Ellos cada vez reclaman más territorio, es demasiado peligroso para los niños- decía un alebrije a una gárgola con una voz acelerada y desesperada, y no era para menos, la situación iba de mal a peor- Ya se, ya se; también estoy preocupado por ellos, pero piénsalo ¿que podemos hacer? Dudo mucho que podamos razonar con ellos.. Lo máximo que podemos hacer es mantener a los niños fuera de su territorio- dijo de manera seria Stanley a su compañero observando con tristeza y preocupación una de las baratijas del local.

-Stan da un suspiro cansado para luego apoyar la mano sobre el hombro de su hermano y dedicarle una sonrisa calmada- Tienes razón, pero por ahora mantengamos la calma-

De regreso con los gemelos

- Y luego te trajimos a tu cama mientras roncabas como un bebé- finalizaba la pequeña historia una castaña a su hermano mientras jugaba con su pez globo llamado pato- Mmm- fue lo que recibió de parte de su hermano el cual tenía la boca llena de su ensalada- ¡hey! Ya que estás bien.. ¿podemos ir al estanque? Plllisss- rogaba su hermana mirándolo y colocándose al lado de su cama- casi nos atrapan Mabel, ¿no lo recuerdas?- dice el castaño terminado de comer su ensalada y mirándole con el ceño fruncido- Anndaaa, ¡prometo que no pasará nada! ¡Me portaré bien! ¡¡Lo juro!!- dice ella intentando convencerle- ¿lo juras?- pregunta el divertido- ¡¡Lo juro!!- grita ella un poco desesperada- Jaja, bien, bien, vamos- dice para luego levantarse.
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