❛❛ 可愛い ❜❜┊MAFUSORA

13┊❛ «Está oscurito» y otros trucos para ligar ❜

Eran las tres de la mañana cuando, luego de una larga sesión de juego matando sus ojos con Doki Doki Literature Club y mientras se atragantaba con cereal light, a Mafu se le ocurrió ligar con su crush.

Fue a sentarse en el piso alfombrado y a abrir el buscador. «Cómo conquistar a tu crush y no morir en el intento». Todo empezó con esa búsqueda, esa maldita búsqueda.

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A primera hora en la mañana Mafu se alistó con un buen baño y buenas ropas, que eran técnicamente las misma prendas negras y anchas... ¡pero planchadas, eh! Además, se había tomado la molestia de acostarse temprano —vamos a aproximarnos a las cuatro de la mañana— para amanecer sin ojeras monstruosas.

Se dirigió al apartamento del mayor y se paró muy dignamente frente a la puerta esperando que este abriera.

Soraru ya estaba bañado y vestido cuando le abrió.

—Hey, Mafu.

—Hey —Ingresó al apartamento de este y se sentó a la barra de la pequeña cocina.

Con el atrevimiento de la gran confianza comió dos bocados de la avena del mayor, haciendo una mueca al comerla pues no le gustaba el sabor. ¿Quién lo mandaba a comérselo, pues?

Soraru no se molestó por lo que era costumbre, así que solo fue hasta donde se hallaba sentado anteriormente a coger su bol de avena y darle un beso en la frente al peliblanco, quien —para sorpresa de ambos— lo esquivó dirigiéndose a toda prisa hasta la sala a prender la computadora del mayor y buscar algún show que ver juntos.

El primer paso era «Actuar de forma desinteresada al principio», y si fracasaba en la salida nunca llegaría a la meta.

Soraru frunció el ceño por ello y resignado acompañó al menor en el sofá, puso el recipiente en su regazo para que con la mano libre pudiera sostener la de Mafu. Aunque este, otra vez, le rehuyó rascando su cabeza.

El entrecejo fruncido de Soraru se hizo más notorio, aunque decidió restarle importancia y ver el show que se reproducía en la laptop.

Cinco cucharadas más y terminó el desayuno. Fregó el bol y se lavó las manos. Agarró sus llaves y el celular y se plantó frente a Mafu, impidiéndole ver la pantalla, quien lo miró con confusión.

—Voy a salir a un evento de Owari no Seraph. Vuelvo por la tarde noche. Cierra bien cuando te vayas. —informó y esta vez sí pudo darle un corto beso en los labios de despedida.

Cuando estaba con un pie fuera escuchó un alto «Espera» de Mafu. Miró hacia atrás con extrañeza.

—Te acompaño —dijo con una sonrisa, cosa que extrañó más Soraru, pues sabía que a Mafu no le había gustado el anime.

—¿Seguro? —Arqueó una ceja mientras veía a Mafu asentir repetidamente. Al final se encogió de hombros y ambos salieron a la calle tomados de las manos, por supuesto, con gorra y cubrebocas.

Lo que estaba pasando por la mente de Mafu era más complejo que un repentino interés hacia un mundo de vampiros y demonios, en cambio, solo quería llevar a cabo el siguiente paso del manual: «Pasar más tiempo con él».

Una vez en el local, una cafetería que escogía ciertos días para dedicarlos por completo a un anime celebrando así una fecha especial —Mafu más tarde se entero que ese viernes era el cumpleaños de un rubio protagonista—, escogieron una mesa que el mayor había reservado con antelación.