02

1K 130 48
                                    


—Ayuda policía. —puchereó DongHae mientras sacudía el brazo del oficial Lee.— estoy aburrido.

—Soy un policía, señor, no un payaso. —contestó distante.

—Su deber es ayudar, y llámame amor, no señor. —el pelinegro se cruzó de brazos.

Si el día de ayer fue bastante extraño para Lee, éste debe estar por arriba de ese. Desde hace como dos horas aquel chico le estaba hablando y sacando varios temas de conversación, extraños, un poco graciosos, pero no eran para nada interesantes. Y claro, no faltaba uno que otro cumplido.

La verdad es que no le molestaban mucho los cumplidos, era el primero en su trabajo en recibir algo así de alguien que desconoce.

Y en horas laborales.

Pero lo que temía era que alguien los viera o escuchase al de cabello oscuro. Pues se consideraba un "delito" coquetear con un policía, o más bien acosarlo, y claro, él también sería regañado por el Jefe Park.

—Señor, no puedo llamarle amor.

—Entonces dígame DongHaennie. —sonrió y se abrazó al oficial sin vergüenza.

El policía se mordía el labio con nervios, ¿estaba bien dejarlo pasara como si nada? Disimuladamente trató de alejar su brazo del chico contrario, pero sentía cada vez que la fuerza aumentaba un poquito.

—Yo soy Barbie Girl... —comenzó a cantar a cantar el pelinegro.— In the Barbie World... lite un plástico, is fantastic... deje de estar serio. Im your Dolly.

El policía dejó escapar una Sonora carcajada. Nadie viene y canta Barbie Girl de la nada.

—Ya que le dije mi nombre, ¿puede decirme usted el suyo? —habló DongHae mientras hacía un pequeño puchero.

—Lee Hyu... no debo.

—Lo terminaré sabiendo igual. —soltó bruscamente el brazo del policía.— por ahora quedas como sonrisita. —sonrió.

Alto... ¿Le acababa de decir sonrisita?

—¿Cómo es que me dijiste?

—Precioso. —respondió el pelinegro.— que con éste tacho y esa manguera hacemos flor de lavarropas.

—... Ignoraré lo que dijo esta vez, ¿Sí? No lo vuelva a hacer, por favor.

—¿Si lo aprieto dice mamá o papito? —el chico rió suave esperando una respuesta del contrario.

Oh, Lee sí que tenía intenciones de responderle, y no era exactamente un "cállese". Tenía las palabras justas y necesarias en la punta de la lengua como para dejarlo callado de la vergüenza, pero él no era el tipo de persona desubicada que respondía de manera morbosa.

Mejor guardarse las palabras y mantenerse serio como buen policía.

Unos segundos y todo quedó en silencio como si un ángel hubiera pasado por el lugar, no sentía siquiera la respiración del pelinegro que estaba al lado suyo y por un momento pensó que finalmente había decidido irse a por otro oficial o dejar de interrumpir en su trabajo.

Porque era así, el pelinegro andaba en la cabeza del chico cada minuto que desaparecía en el día. ¿Cómo era eso posible? Ni él mismo sabía, estar pensando en un desconocido que se cruzó ayer es bastante nuevo para él.

Lentamente desvió la mirada hacia el costado para asegurarse de que aquél joven no estuviera allí a su lado.

Tan tonto fue.

El pelinegro no se había movido del lugar y ahora se encontraban conectando miradas.

Qué lindos ojos, fue lo que pensó Lee al poder ver más de cerca los pequeños y marrones ojos del adverso.

El policía no evitó morderse con suavidad el labio inferior por segunda vez, se encontraba nervioso ya que no podía apartar la vista de aquellos ojos, más bien, no quería, pero debía hacerlo.

Y como era de esperarse, un estúpido comentario de parte del pelinegro salió.

—Deberíamos besarnos para romper la tensión. 

Ojos bastante preciosos para un hombre tan estúpido.

Lee volvió su vista al frente y Kim aprovechó para enrollar sus brazos en el cuello del oficial y lentamente acercarse con la intención de dejarle un casto beso en los labios.

Besito que no llegó a su destino debido a que el policía, de forma casi inmediata, colocó su mano entre ambos para evitar el beso.

—Basta, no haga éste tipo de cosas, es raro y no me gusta. Me está molestando. —Habló molesto el policía mientras fruncía ligeramente el entrecejo.

Pero DongHae no esperaba una reacción como esa, DongHae no quería esa respuesta. Había tomado una decisión y esa era conquistar al policía macho de la esquina de la plaza y lo haría, sin importar qué.

Pero nadie le dice a Kim qué es lo que debe hacer o si sus acciones molestan o no.

Y ¡Paw!

Una hermosa cachetada fue directita a la mejilla del oficial, quien quedó perplejo; bastante confundido y sin saber qué hacer.

—Y la próxima vez, vaya a decirle que molesta a su abuela. —Habló DongHae con un tono de molestia y se retiró del lugar.

¿Lee debería comunicarle sobre toda esta situación al Jefe Park?

𝑷𝒐𝒍𝒊𝒄𝒆 𝑳𝒆𝒆 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora