𝑷𝒐𝒍𝒊𝒄𝒆 𝑳𝒆𝒆 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)

ᴜ́ʟᴛɪᴍᴏ

Lee se encontraba arriba del pelinegro, acariciando lo más que podía del torso descubierto del adverso con su diestra.

¿Qué cómo habían terminado así?

DongHae simplemente utilizó trucos sucios para convencer al policía, y vaya que funcionó, que ahora se encontraba disfrutando de los besos que el castaño dejaba sobre su cuello y temblando cada vez que sentía aquella fría mano pasar por su abdomen.

Lee deslizó su lengua por el cuello de DongHae, sacándole un suspiro que le erizó la piel.

—¿Has hecho... esto alguna vez? —preguntó Kim, ganándose total atención de parte del oficial.

—Te dije que sí. —respondió el castaño, volviendo al trabajo de lamer la sensible piel del pelinegro.

Si, no era la primera vez de HyukJae. Pero de alguna forma le lograba poner nervioso, como si fuese la primera y no tuviera experiencia alguna, y aquella se notaba en el ligero temblor de sus manos.

—H-Hyuk... —le llamó DongHae, pero en respuesta, éste le mordió el cuello, sacándole un pequeño y agudo gemido.

—Cállate. —ordenó Lee, y DongHae asintió, quedándose en silencio... o bueno, tratando de no hacer ruido.

Antes de que HyukJae pudiera ir un poco más abajo, DongHae se incorporó y pasó sus manos por los hombros del oficial.

Lee le miraba atentamente, y Kim se sentía desfallecer ante aquellos ojos que le miraban con demasiada intensidad.

Sus manos viajaron al uniforme del castaño y fue desabotonándolo con lentitud, viendo cómo de a poco se descubría el torso del adverso, con aquellos abdominales marcados y cicatrices claras por los costados.

—¿Quién te las hizo? —Preguntó DongHae, acariciando cada una de las cicatrices antes de que Lee le detuviera agarrándole suavemente las muñecas.

—Ser policía es más que andar parado en la esquina viendo quienes incumplen las reglas. —respondió.— Ahora, date la vuelta.

—No quiero. —negó el pelinegro, cruzándose de brazos.— Quiero que seas romántico, que me des piquitos, y me digas que todo va a estar bien.

HyukJae asintió, viendo como DongHae se relajaba frente a él.

Pero no, HyukJae no iba a ser romántico. Con fuerza, agarró por segunda vez la muñeca del pelinegro y le dio vuelta.

Obvio, el lloriqueo de Kim no tardó en hacer presencia.

—¡Es mi primera vez, no seas bruto! —confesó DongHae completamente rojo, y escondió su rostro en la almohada.

HyukJae sólo se concentró en colocarse arriba del pelinegro y depositarle pequeños besos en el hombro.

—Silencio, si te relajas va a estar todo bien... trataré de no hacerte daño. —dijo el castaño, sintiendo como Kim volvía a relajarse en sus brazos.

—Apúrate y desnúdame, comienza a hacer calor. —demandó DongHae.

HyukJae hizo lo que éste le pidió, desprendiéndole el pantalón para bajárselo junto con el bóxer, mientras repartía besos por toda su espalda y más abajo.

DongHae apretó suavemente las sábanas al contener las ganas de gritar por la vergüenza que sentía a que HyukJae le vea desnudo.

—Ahora... Voy a prepararte, trata de relajarte, bebé. —HyukJae le acarició la espalda con delicadeza, tratando de hacerle sentir seguro.

DongHae hizo una mueca de confusión de ver como el oficial colocaba dos de sus dedos frente suyo, sin embargo, cuando escuchó "chupa", sin rechistar se llevó ambos dedos a la boca, chupándolos, tratando de verse sensual mientras lo hacía. HyukJae gruñó debido a eso, pues DongHae hacía muecas que realmente le ponían duro.