12

785 101 3
                                    


Luego de todo el lío de la mañana, HyukJae y DongHae habían decidido volver a la celda para descansar un rato más.

El único problema era que DongHae había optado por cambiar de posición a una realmente incómoda para el oficial.

Los brazos de HyukJae dolían al igual que sus piernas y sus ojos estaban humedecidos por aguantar ese espantoso hormigueo en sus extremidades. No podía moverse.

DongHae se acomodaba a cada minuto, le usaba como un gran oso de peluche en el cuál se podía descansar.

Pero Lee no era un peluche —por más que DongHae lo deseara—, podía sentir inclusive el dolor.

Pasaron unos cuantos minutos más y una fuerte campana resonó por todo el lugar.

Era la campana que anunciaba la hora del almuerzo.

—¿Qué mierda es lo que está sonando a esta hora? —preguntó con una notable enojo.

El pelinegro se levantó de las piernas del oficial para salir de la celda y averiguar qué carajos había sido eso. Y HyukJae le agradecía a la campana, que fue la salvación de sus preciosas piernas.

—Significa que yo debo ir a comer, mientras que tú te quedas aquí sin hacer nada... nada malo. — aclaró el policía.

DongHae simplemente le sonrió al ver que Heechul estaba dirigiéndose a donde se encontraban junto con Siwon.

Ya verás si me quedo aquí fue lo que pensó el pelinegro.

—¿Estás listo? —preguntó Heechul al llegar mientras se aferraba al brazo de DongHae.

HyukJae sólo miraba desde la banca, todo confundido.

Hasta que de nuevo le cayó la ficha.

—¡Hey, Hyuk! —Saludó Siwon, que estaba parado como animal obediente al lado de Heechul.— ¿Por qué esa cara?

Sin embargo, HyukJae no respondió a la pregunta. Lo hizo DongHae.

—Es que está tan emocionado de comer conmigo, así como se enoja por cosas pequeñas, se emociona por pendejadas.

—Bueno, nos vemos allá. Siwon y yo debemos preparar las cosas y ya los presos están saliendo.

—Adiós Heechul. —Saludó Kim.

—Adiós, HyukJae te mostrará a dónde hay que ir.

El rubio y el pelirrojo se fueron al patio, dejándolos solos a los dos.

—HyukJae, levántate. —ordenó el pelinegro.

—No puedo... —lloriqueó el oficial.— no siento las piernas.

—Párate carajo, sin excusas. ¿Donde las compras? ¿En internet? —Habló Kim mientras jalaba el brazo de HyukJae.

Se dió cuenta que Lee hablaba en serio cuando lo vio estamparse en el suelo.

* * *

Todos los presos en el patio estaban ubicados en largas mesas de madera.

DongHae agradecía ser el único que se amigó con los policías, no quería estar con aquella bola de idiotas que pensaron que robar era un futuro —aunque él prácticamente está acusado de violación.

Escaneó toda la sala que encontró la pequeña mesa en la que se encontraban todos los policías y alguno que otro ayudante.

Heechul no tardó en levantarse y saludar, con una cara de confundido al no poder procesar lo que estaba viendo.

DongHae solo sonrió y siguió arrastrando el cuerpo de HyukJae por la sala, haciéndolo chocar con las patas de algunas mesas, hasta que llegaron a donde se dirigían.

Park, el Jefe, se quedó en silencio, analizándo toda la situación y de un momento a otro su cara cambió totalmente. A una mezcla de sorprendido, divertido, y otras cosas que quien sabe qué.

—¡JA! ¡Te la metieron! —canturreó el Jefe de policía.

HyukJae se quedó calladito, haciendo únicamente muecas de disgusto. Burlándose de sus ocurrencias.

—Y bien rico parece. —Habló Henry, uno de los oficiales, quien se encontraba al lado de Siwon.

Já, pobres ilusos.

Si tan sólo supieran que el que la mete es él.

—Siéntese que ya viene la comida. —avisó Siwon.

DongHae ubicó a HyukJae en una de las sillas vacías y se sentó arriba suyo.

Otra vez.

HyukJae estaba pensando ya seriamente en cortarse las piernas.

𝑷𝒐𝒍𝒊𝒄𝒆 𝑳𝒆𝒆 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora