La Hija de las Estrellas (Percy Jackson)

✰☀︎︎✯ Apollo ☆☾︎☼︎

—Maddie quédate aquí cariño —dijo mi madre, y añadió—: Y no salgas hasta que el se vaya ¿ok? —señaló a un joven rubio que estaba recargado en un ferrari rojo y tenía unos lentes de sol en el rostro.

Asentí.

—Dale, ahora regreso —se levantó y salió de la cabaña.

Vi como todas las cazadoras se arrodillaban, mi madre platicaba con el joven, mientras yo afilaba la punta de mis flechas.

Tenía una edad de aproximadamente 6 años.

De repente me corte, sangre salió de mi dedo y yo entre en pánico.

—¿Donde? —corría por el cuarto—. ¿Donde estaba Zoë? —salí de la cabaña tragándome las lágrimas.

Y corrí hasta mi amiga.

—Zo- Zoë —dije tartamudeando y enseñándole mi dedo.

—Tu... Tu no puedes estar aquí Maddie —dijo susurrando, pero parece que llamamos la atención de todos.

—Me duele Zoë —se me quebró la voz.

—Vaya vaya —el joven se acercó a mi—. ¿Quien es esta pequeña? —se quitó los lentes de sol dejándome ver unos ojos azules perfectos.

Me puse nerviosa.

Mi madre corrió hacia mi y me puso atrás de ella mientras yo veía mi dedo.

—Nadie, solo una cazadora —mamá me prometió que cuando cumpliera 15 años me podría convertir en una. Faltaba aún mucho tiempo.  Dijo que tenía que ser mayor para poder hacer ese tipo de decisiones.

Fruncí el ceño.

—Mami... —una lágrima escurrió por mi mejilla.

El joven no se movió simplemente tenía los ojos muy abiertos.

—Yo... Ven pequeña, te voy a curar —dijo mi amiga incómoda y estiró su mano para que la tomará.

Antes de que pudiera hacerlo el joven habló.

—Arte... Artemisa... —vio a mi madre a los ojos—. ¿Es? ¿Tu hija?

A la antes mencionada se le cristalizaron los ojos. Artemisa no podía mentir, en especial a su hermano.

—Yo... perdón, no... no quiero que le hagan daño Apolo —abrazó al joven, sollozando.

Yo la miraba confundida. Mientras que Apolo la abrazaba y acariciaba su espalda.

Tome la mano de Zoë.