Red thread. ||Wigetta. | Rubelangel.||

Prólogo

Cuenta una vieja leyenda oriental, que cada persona que esté destina a conocer a otra llevan atado un hilo rojo en su dedo meñique. Dicho hilo jamas puede romperse o deshilacharse. No importa si vive en la otra parte del mundo, el hilo se estirará hasta el infinito.
Dicen que nadie tiene el don de ver el hilo rojo, pero yo soy la excepción.

Mi nombre es Guillermo y crecí observando cómo las personas destinadas a estar juntas mayormente no se aceptan.
Por mi lado, yo no llevo un hilo atado al dedo meñique y por lo visto, yo no estoy destinado a estar con nadie. Por esta razón he decidido unir a aquellas personas que estén destinadas a estar juntas por la menos las que estén cerca y aún no se han notado entre sí.

Dejé mi libreta a un lado y me levanté de la silla.
Me encontraba en Sol del centro de Madrid, mientras caminaba rumbo a mi departamento vi a un tío agacharse detrás de un auto. Él cruzó la calle con sigilo y empezó a seguir a otros dos que no notaban su presencia.

Noté que el tío que los seguía llevaba el hilo rojo amarrado en su dedo meñique y el otro extremo lo llevaba uno de los otros tíos. Cuando se encontraron el hilo brilló, ellos ya se habían encontrado.

Los pasé de largo y metí mi mano en mi bolsillo tratando de encontrar mi movil, pero fue en vano.
Decidí volver a la cafetería y allí lo encontré, sobre la mesa de cristal, lo tomé y alguien me habló.

-Eres algo despistado, ha estado sonando-Me habló un tío que traía una camisa bien arreglada y su mesa estaba plagada de libros y hojas.

El hilo de su meñique estaba contado hasta tres metros de él, yo fruncí el ceño confundido.

-Gracias -Murmuré y salí de allí.

¡Hola! Esto que acaban de leer es un nuevo proyecto que espero que les gusten. En realidad, es una propuesta y si les gustaría que la siga solamente díganme, y si no funciona pos no (lol).

Saludos.