𝒫𝑒𝓇𝒻𝑒𝒸𝓉//𝒩𝓊𝓂𝒷𝑒𝓇 𝒻𝒾𝓋𝑒

𝒯𝓇𝑒𝓈

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎 𝒦𝓁𝒶𝓊𝓈

Omnisciente

Al día siguiente, Cinco y Siete fueron a investigar acerca del ojo. Efectivamente, la noche anterior, Grace ayudó a Siete.

—¿Puedo ayudarlos? —les preguntó el doctor

—Necesitamos saber de quien es esto —respondió Cinco mostrándole el ojo

—¿Donde lo consiguieron? —les pregunto

—¿Que te importa? —le dijo Cinco

Al ver la cara del doctor, Siete puso una mano en el hombro del chico en forma de una señal para que se callara

—Lo encontramos...en un patio de recreos. Suponemos que... —chasqueó la lengua—...debió salirse —le dijo Siete

Ambos le sonrieron al hombre exageradamente con los labios apretados

—Queremos devolvérselo a su dueño —dijo Cinco

La mujer detrás del mostrador hizo un sonido de ternura

—Que jóvenes tan considerados —dijo con ternura

—Así es. Búscanos el nombre, ¿si? —le dijo Cinco con una sonrisa falsa

—Disculpen, pero los registros de los pacientes son confidenciales —les dijo el doctor—. Significa que no puedo decir...

—Sabemos lo que significa "confidencial" —lo interrumpió Siete enojada—. Le daría un paro cardíaco si supiera de cuánto es nuestro coeficiente intelectual

—Les dire lo que puedo hacer: me quedaré con el ojo y lo devolveré a su dueño. Seguro que el o ella estará agradecido, así que pueden... —dijo mientras extendía la mano

—Si, si. No toques el ojo —le dijo Cinco enojado

—Escuchen, jovencitos...

Eso colmó la paciencia de Siete. Tomó al hombre de la bata y lo acercó a su rostro

—¡No! Tu escúchame a mi, imbecil. Sufrimos muchas cosas por esto, por mierda que tu cerebrito no podría ni comprender, así que danos la información que necesitamos, y nos iremos tranquilamente. Y si nos dices jovencitos una vez más te voy aplastar la cabeza contra esa pared —lo amenazo Siete

—Cielos —dijo la mujer

—Llama a seguridad —le dijo el hombre a la mujer asustado