Calitulo 5

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Hoy llega Cristian y estoy muy nervioso, voy de aqui para ya ordenando todo a la perfección para que esta agusto y se sienta como en su casa, por que al fin al cabo lo es.

La verdad es que hablar con el esta mañana me ha puesto más nervioso todavía. Lo he notado tranquilo y ilusionado, aunque no podamos estar juntos me gusta la idea de solucionar las cosas, hacer una tregua, pero no pierdo la esperanza de que aclare sus sentimientos y volvamos hacer novios, pero para estar con Cristian como deseo, primero tengo que cortar con Rebecca...lo amo a el y quiero volver, quiero hacer las cosas bien y sobretodo no precipitarme ni mucho menos ilusionarme aunque tendría que reconocer que lo estaba. Aunque solo ha pasado una semana los he echado mucho de menos, oir el llanto de mi hijo, su risa y los preciosos ojos verdes de Cristian, he echado de menos dormir a su lado por que sin el no puedo dormir, pero me tengo que hacer a la idea que no vamos a volver a dormir juntos. Lo de Londres fue una excusa para hacerlo, pero en esta ocasión no hay ninguna.

Conduciendo hasta el aeropuerto me tiemblan las manos y las piernas me bailan, estoy emocionado me muero de ganas de ver a mi hijo y Cristian. Parece que han pasado meses y solo ha pasado una semana. A medida que me voy acercando al aeropuerto me pongo más nervioso y respeto hondo, no quiero que Cristian me vea ansioso.

Tras ver que el vuelo de Londres ya había aterrizado voy a la puerta de salida de los pasajeros. 10 minutos de espera y veo a Cristian con Jamie en Brazos y a una azafata con el carrito con sus maletas, me acerco a ellos y Cristian al verme sonrie mordiendose el labio.

-Gracias, ya me encargo yo- le digo a la azafata.
-¿Es el esposo del chico? Bien... de nada es mi trabajo- me dice la chica con una risa amable, Cristian y yo nos miramos después de que la chica se valla y nos reimos "¿esposo? Seria un sueño..." me acerco a ambos y le doy un beso a Jamie que esta dormido en los brazos de Cristian y otro a Cristian en la frente, nos miramos a los ojos y sonreímos.

-¿Cómo ha ido el viaje?- le pregunto agarrando el carrito con las maletas.
-Bien, Jamie durmió todo el viaje, mirale sigue cansado-
-Pobre mi niño, dejame alzarlo, hace una semana que no le veo- Cristian me lo da con mucho cuidado de no despertarlo y agarra el carrito.
-El carrito es más grande que tu- le digo riendome
-Eres muy gracioso- me dice sacándome la lengua.

Todo el camino hasta llegar a casa me estuvo contando todo lo que había hecho Jamie en mi ausencia y lo mucho que me ha echado de menos y aunque el no me lo dice, se que el también me ha echado de menos.

Al llegar a casa dejo las maletas en su habitación y deja a Jamie en su cuna. Levanta la mirada y observa la habitación con atención.
-Te que**//do muy bien... me gusta mucho- me apoyo en el marco de la puerta y suspiro mientras coje la foto de los tres que puse en la cómoda, salimos el y yo dándole un beso a Jamie en las mejillas... aquel día quisimos salir solos los tres, que Jamie tuviera un momento intimo con nosotros y lo conseguimos.
-Me encanta esa foto- me dice dejándola en la cómoda
-Tenemos que hablar...- le digo con voz baja para no romper la maravillosa atmósfera que se habia creado en la habitación de nuestro hijo.
-L%ose- me responde mirándome melancólico. Vamos a dejar las cosas claras. Le extiendo la mano y la toma para salir de la habitación de Jamie apagando la luz.

Siento cosquillas en el estómago y intento calmar mis nervios. Noto que le tiemblas manos y me ilusiona que el también esté nervioso. Nos sentamos en el sofa muy cerca el uno del otro y lo miro acariciando su mejilla, el ladea la cabeza y me mira con preciosos ojos verdes que tan enamorado me tienen.

-El otro día me ibas a decir algo y te corté... no quería hablar esto por teléfono- empiezo la conversación con calma.
-Tenías razón...- suelta el aire con fuerza y me empieza hablar -todos estos meses no hemos otro cosa que discutir y no me gustaría que Jamie crezca pensando que sus padres se odian por que no es así...-
-Lose... ahora está bebe pero crecerá... tampoco quiero que crezca pensando eso, hay que intentar ponerle freno a las peleas y... -
-¿Y?- pregunta llevando una mano a mi mejilla acariciandola con el dedo pulgar
-No me gusta que Adam se mete en temas de Jamie, considero que esas cosas tenemos que decidirlas tu y yo por que somos sus padres-
-Tienes razón... por más que Adam sea mi novio no tiene por que meterse en temas de nuestro hijo. Pero que tampoco se meta Rebeca...- me dice riendose ligeramente llevo mis manos a su mejillas y le respondo.
-No se meterá...- me acerco mas todavía, quedando frente a frente... no se aparta, no aparta la mirada, no se mueve... me gusta.
-No me gusta discutir contigo...- me dice bajando la mirada jugueteando con los cordones de mi sudadera -nunca me gusto-
-A9 mi tampoco...- le respondo levantando su barbilla obligandolo a mirarme -siempre odie eso cuando eramos novios...-
-Yo también lo odiaba... pero tus celos podían más y siempre discutíamos por eso- se le escapa una risita que provoca la mía
-Pero ¿cómo no iba hacer celoso? ¿Tu te has visto es un espejo? Claro que era celoso, no me gustaba que volteen a mirarte...- le digo mirando su boca entre abierta "me muero por un beso suyo" niega con la cabeza mordiendose el labio
-Yo siempre te decía que queria estar contigo pero...-
-¿Querías? ¿Ya no quieres?- le corto de golpe, me mira y baja la mirada. Vuelvo a levantar su barbilla, quiero que me mire a los ojos.
-Dante... yo tengo pareja y tú también...-
-Pero no te estoy hablando de ellos... si no de nosotros, de ti y de mi- le digo señandolo con el dedo.
-Dante yo...- se le quiebra la voz y veo que caen unas lagrimas por sus mejillas, me parte el alma. 

Se las limpio con mis dedos y hago lo que había deseado hacer con ancias desde más de un año, acorto la poca distancia que hay entre nosotros y lo beso acunando sus mejillas con mis manos. Por un momento dudo que me corresponda pero lo hace también llevando sus manos a mis mejillas. Nuestros labios danzan al mismo ritmo con mucha suavidad y dulzura, el tiempo se para y no quiero que se acabe este momento, esta siendo perfecto pero el timbre suena con fuerza rompiemdo el momento haciendo que nos separemos y que Jamie empieze a llorar. Cristian se lleva la manga de su sudadera a la boca y me dice -voy hacer a ver a Jamie- se levanta del sofa y desaparece en la habitación del bebe y yo resoplo con fuerza al volver a oir el timbre
-¡Va!- grito, me levanto del sofa y abro la puerta enrabiatado encontrándome con Rebeca "mierda"


AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora