Maniax! || Gotham || Jerome Valeska

1. Bienvenidos al Circo

Vivir en el circo junto con mi padrastro, no es lo mejor que me ha pasado en la vida. Pero, sin dudas, tampoco es lo peor.

Solo tendría que aguantar un tiempo más, hasta cumplir los dieciocho y poder irme a la mierda.

Desde que mi madre fue asesinada por mi padre hace unos meses, mi vida había ido cuesta abajo. Sin embargo, no dejare que eso sea el determinante para mí, las cosas pueden mejorar, y sé que lo harán.

Solo tengo que cumplir dieciocho.

— Casi llegamos, hermosa. – dice Jackson, mi padrastro con una gran sonrisa.

Se que esta emocionado por esto, me quiere cerca de él, y al estar casado con mi madre, no se le hizo difícil obtener mi tutela.

Obviamente, también ayudo el hecho de que mi hermano mayor me abandonara, y la única persona disponible para hacerse cargo de mí, fue este maldito payaso.

No le respondo, simplemente sigo viendo a través de la ventana, notando como todo deja de ser solo verde, desde aquí ya se puede ver la rueda de la fortuna, además de las grandes carpas y los campers del circo.

Inhalo profundamente antes de soltar el aire, y bajar al fin del auto.

Jack ya lo ha hecho, y se encuentra bajando las maletas de la parte trasera.

— ¿Cuál es el nuestro? – pregunto observando los campers.

— Ten, lleva esto. – me tiende una de las maletas. – sígueme, el nuestro esta por allí. – señala.

Lo sigo hasta mi nuevo hogar temporal, es un camper con una extensión un poco más chica.

Noto que no todos tienen una.

Jack abre la puerta de la extensión, y entra dejando la maleta, hago lo mismo.

Frente a mi hay una mini mesada con un lavamos, y al costado izquierdo se encuentra la cama, la cual siendo de plaza y media ocupa casi medio lugar.

— Esta será tu habitación. – me guiña el ojo. Siento que pasa su brazo por mis hombros, y un escalofrío recorre mi cuerpo. – como ves, tiene cama, y agua corriente. – señala ambas cosas. – el baño está en mi camper, o puedes usar el baño comunitario.

— De acuerdo, gracias Jack. Creo que ordenare mis cosas ahora. – digo, esperando que se vaya. Pero él no se mueve, solo se inclina un poco hacia mí y me observa.

— Todo está bien, Emma. – asiento y sonrió hacia el sin mostrar los dientes. El imita mi expresión y se retira.

Me siento en la cama, y me cubro la cara con las manos.

Solo hasta los dieciocho. Puedo hacerlo.

Dejo a un lado la maleta que contiene mi ropa, y abro la segunda, la cual tiene ropas de cama.

Me lleva solo un par de minutos tenderla, y dejo la valija donde no vaya a molestarme, debajo de la mesada donde el lavamanos se encuentra, justo al lateral del mini camper.

Escucho a Jack hablar con un tipo, le está hablando de mí. Por lo que decido salir, para presentarme.

Abro la puerta y veo a un hombre de tez morena, extremadamente enorme y musculoso, elevar la vista hacia mí.

— Hola. – Saludo cordial, mientras bajo la escalerita.

— Hola, debes ser Emma. Yo soy Lunkhead, es un gusto. – dice tendiéndome la mano.