12. Rota

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Me levanto del sillón al ver la escena, pero no llego a dar dos pasos hacia la televisión porque me fallan las piernas y caigo al suelo de rodillas.

Jerome... ¿murió?

Siento que me falta el aire y mi mundo se viene abajo.

¿Por qué Galavan hizo esto?

No se en que memento empecé a llorar, pero estoy hecha un mar de lágrimas.

Cual bebe, dejo salir toda mi tristeza sin importarme nada.

Esto no puede ser real.

Tomo aire, he intento calmarme.

Me levanto media tambaleante del suelo, siento que el mundo esta girando.

Tengo que irme.

Theo Galavan no me dejara ir.

Va a matarme también.

Salgo de la sala y veo a uno de sus guardias, no voy a poder salir sin que ellos sepan.

No podre burlarlos.

Como puedo, me dirijo a mi habitación y cierro la puerta.

¿Ahora qué?

Limpio mis ojos, los cuales ven borroso de tanto llorar.

Emma, cálmate. Debes salir de aquí.

Voy hacia la ventana, el guardia se encontraba dentro, tal vez si salgo por aquí no me vea.

Abro el vidrio y miro hacia abajo, es demasiado alto, si caigo probablemente muera.

Cierro mis ojos por un segundo.

No puedo salir por aquí.

Corro fuera de la habitación, bajo las escaleras, no veo al guardia, por lo que me dirijo hacia la puerta de salida.

Mis ojos se abren como platos al ver al hombre de traje frente a mí.

— Sera mejor que vuelva dentro, señorita. El señor Galavan no quiere que salga de la mansión.

Sin responder nada vuelvo adentro, ese maldito me dejo atrapada aquí. Nos mintió a todos.

Sintiendo como mis labios temblaban volví a mi habitación nuevamente.

Va a matarme.

Pero ¿acaso importa?

Me acuesto en mi cama, estoy cansada, solo quiero dormir.

Tal vez morir no sea tan malo después de todo.

(**)

Siento llegar los autos, pero no me importa, me quedo acostada en la cama esperando mi muerte.

Pasan varios minutos, antes de que mi puerta se abra.

— Querida, supongo que habrás visto lo que paso en televisión. – dice Theo con su estúpida y calmada voz. Me quedo en mi lugar, ni siquiera le miro. – claro que lo hiciste, mira, Jerome, es una pena lo que paso, pero era necesario. – que hijo de puta.

¿Una pena? ¿Una pena? Me pongo de pie.

— ¡Lo mataste! Le prometiste el mundo, y lo que recibió fue una puñalada en el maldito cuello. – apenas termino la frase me largo a llorar.

— Lo sé, lo sé. Pero Jerome no solo quería el mundo y lo sabes. – dice acercándose un poco más a mí. Aun así, estamos bastante lejos, casi a un par de metros.

— El demente intento matarte varias veces, ¿Por qué lloras? – pregunta Tabitha, quien recibe una mirada de advertencia de su hermano.

— Escucha, tu eres una buena persona, puedo decirlo. Era cuestión de tiempo antes de que Jerome te matara en alguna de sus discusiones, o que muriera haciendo alguna de las salvajes locuras que le gustaban hacer. – hace una ademan con la mano, parece querer restarle importancia a lo que hizo.

Maniax! || Gotham ||  Jerome ValeskaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora