Una comida repentina 03

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A la mañana siguiente estuve bastante atareada siguiendo mi cómic. Estaba toda despeinada, con un moño mal hecho en mi cabeza y una camisa larga de color negro.
Pasaron las horas y se hicieron la 13 pm, mi barriga empezaba a rugir y no podía evitarlo, así que me dirigí a la cocina a prepararme algo. Pero, antes de que pudiera abrir la nevera mi teléfono sonó, era Hobi.

-Hola?

-Hey Lea! Soy yo, Hobi, espero no pillarte desprevenida, ¿Estás libre?

-Oh, Hobi, eh.. bueno me has pillado, iba a hacerme algo de comer, pero dime.

-Entonces, te pillo en el momento justo, ¿Te apetece ir a comer conmigo y algunos amigos? Son de los que te hablé en el bus, pero no estarán todos.

-¿De verdad? Suena interesante. Sí, iré.

-¡Ah! Fantástico - Sonaba realmente feliz - Entonces estaremos allí en 15 minutos.

-Claro, hasta ahora. -Colgué rápidamente para irme corriendo a mi armario y agarrar unos jeans rotos ajustados con un jersey blanco. Luego, me fui al baño para lavarme la cara y ponerme un poco de maquillaje. Acabé peinando mi pelo rápidamente en una bonita coleta de caballo.

Justo cuando iba a ponerme mi abrigo tocaron el timbre, será Hobi, pensé. Me dirigí hacia la puerta, la abrí con una sola mano y pude ver a un chico mirándome fijamente. Él era más bajito que Hobi, tenía el pelo teñido de rubio y vestía un largo abrigo con unos jeans negros ajustados.

-H-hola.. - Dijo tímido mientras su mirada se desviaba. - Soy Park Jimin, el amigo de Hobi, un gusto. - Hizo una reverencia.

-Oh, hola. Yo soy Lea, - Haciendo también una reverencia - encantada. - Le sonreí para que no se sintiera tan incómodo, y al parecer funcionó.

Había un coche detrás del chico, del cual salió Hobi rápidamente y salió a saludarme; entramos al coche y nos dirigimos hacia el restaurante.

En el coche estuvimos hablando un poco y así  pude conocer a Jimin, él era realmente agradable, tenía una bonita sonrisa y unos cachetes muy lindos. También me contó que, al igual que Hobi, amaba bailar y ellos dos practicaban juntos normalmente, ya que a veces también se le unían otros chicos.

Cuando llegamos y salimos del coche, Hobi y Jimin saludaron a dos chicos más que estaban parados enfrente del restaurante.

El Final Solo Es El Comienzo De Una Nueva Historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora