Dos YouTubers... ¡¿Cuidando Un Bebé?! /Rubegetta/

Capítulo VI

Corría por las frías calles de Madrid luego de haber abandonado el causante de todos sus problemas actuales, no sé arrepentía, el sentimiento por ese niño había muerto desde el día que supo su existencia y aún más cuando su amado novio la había abandonado pero ahora podría llamarlo y contarle la maravillosa noticia. Eso hizo apenas llegó a su departamento, tomo su viejo celular y llamo ha aquel hombre.

- Lo logré - Fue lo primero que dijo y al escuchar la pregunta sonrió aún más - ¡si! Ya no está ¿Volveremos verdad? - espero y luego salto de alegría al escuchar la afirmación - ven a mi casa, esto hay que celebrarlo -

Horas después ese hombre había llegado con muchos supuestos regalos para la chica y le pareció más acogedor el lugar al no ver el estorbo corriendo detrás de el llamándolo "Papá", no sé merecía el título.

Los dos habían vuelto a vivir juntos y se comenzaron a vivir como antes del supuesto estorbo, fiesta en fiesta y el hombre trabajaba solo para el dándole las miserias a la joven, ella creía que era el más grande amor.

Semanas después ambos veían la televisión tomando algunas cervezas, la chica se había levantado al baño a vomitar lo que parecía ser la borrachera pero en su vientre se formaba una nueva creatura.

- Oye, Silvia - La chica volvió con otra cerveza entregándola a su marido y acostándose a su lado.

- ¿Que pasa? - se sentó al lado de su pareja y miro lo que el señalaba.

- ¿Ese no es Brayan? - la mujer miro sorprendida la televisión y asintió. El hombre afirmó su cerveza y sonrió al ver una clara oportunidad - trae el teléfono, llamaré a un amigo.

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- ¡Ven travieso! - Rubén corrió detrás de Brayan y me tomo antes de que volviera a escapar - es hora de tu baño y no te escaparas - Camino con el a su baño donde la tina con agua tibia esperaba.

Samuel sonreía por escuchar el alboroto mientras preparaba el almuerzo para los tres, los días no podrían seras felices, amorosos y algo extraños, los dos parecían un par de tontos cuidando a Brayan pero hacían lo mejor y el pequeño parecía muy feliz al estar allí y con eso le bastará por mucho tiempo. Dejo la comida lista y esperaría que sus dos personas favoritas bajarán a almorzar.

Su relación con Rubén no podía parar de mejorar y mejorar, ya había pasado dos meses desde la toma de la responsabilidad y un poco mas de uno desde que se habían decidido a intentar algo. Recordo con gracia como hace una semana Brayan les había pillado dandose un beso y este grito de felicidad por ver el acto de cariño.

Los dos habían decidió dejar sin explicación la fotografía por que sabían que, al ya estar intentando algo, debian de confirmarlo en algún momento. Escucho los pasos de Rubén y sonrió al verlo aparecer con Brayan en brazos ya vestido, señaló el almuerzo y los tres se sentaron comenzando a comer.

El resto de la tarde jugaron con la consola tratando de enseñar al niño como hacerlo, aún que lo hacía mal le celebraban casa pequeño logro que está hacia.

Llegó la noche y Rubén dejaba un beso en las mejillas regordetas de brayan, si que le quería con todo su corazón ¿Ya como lograría separarse de él?

Salió de la habitación cerrando la puerta y al caminar por el pasillo unas fuertes manos rodearon su cintura. Sintió un beso en su cuello y como su buso era levantado poco a poco para dejar colar las manos que le abrazaban, no pudo evitar suspirar y morder su labio para mover su rostro dando espacio para que los besos siguieran el camino hasta sus mejillas ¿Hacían falta las palabras? El ardor en su piel daba las respuestas que necesitaban, los antiguos sentimientos habían ya sido sacados del fondo y limpiados para simplemente aclararlos y disfrutarlos. Llegaron a la habitación que habían comenzado a compartir desde el inicio de esa aventura de tomar el roll de padres y con lentitud Samuel se sentó al borde de la cama y Rubén se sentó sobre sus piernas abrazando su cuello. Sus miradas fijas demostraban muchos de los sentimientos que el acto que harían confirmaría. El de cabellos blanco se acercó y tomo los labios del otro en un pausado y tierno beso, lo disfrutaron hasta sentir que no podían más. El calor aumento y la ropa comenzó a sobrar en sus cuerpos, se comenzaron a dezaser de las partes superiores con lentitud  y acariciaban la piel con suma admiración y deseo.

- Samu... - susurro en el oído de su pareja cuando comenzó a desabrochar el pantalón negro, metió una de sus manos y sonrió al escuchar como el otro daba un leve gemido. Acarició sobre la tela para comenzar a endurecerlo.

- Ruben - correspondió el susurro y tomo el elástico de la sudadera moviendo lo para dejar libres las blancas nalgas, las tomo entre sus manos y las apretó comenzando las a amasar, el gemido en su oído le hizo temblar y aumentar el endurecimiento en su pene. Al estar ya desnudo coloco a Rubén sobre la cama y quitó el pantalón que ya le estorbaba, admiro la blanca piel y se colocó sobre su dueño comenzando a acaricias sus facciones, las piernas del de cabellos blancos se enredaron en su cintura y lo movieron, soltaron un gemido a la par cuando sus miembros rozaron. Una traviesa mano de Rubén bajo hasta ambos miembros y los juntos comenzando a masturbarlos.

- Joder Doblas - Los largos dedos apretaban y jugaban con el pene de ambos. Samuel llevo dos de sus dedos Serca de ambas longitudes  y los lleno de la sustancia preseminal, los dos soltaban lo necesario para cubrir bien sus dedos - respira Chiqui - el mencionado asintió y mordió su labio inferior, no tenía que ser experto para saber que vendría. Arqueó su espalda y dejo de acariciarlos llevando sus manos a los lados aferrándose a las sábanas. Un dedo entraba de forma lenta y le abría con el movimiento, al segundo soltaba leves gemidos de dolor combinado con placer pero al tercero ya sentía que no era suficiente. La posición había cambiado al llegar al segundo dedo y ahora su rostro se hundía en las sábanas tratando de reprimir los gemidos que los dedos provocaban.

- No te tomaré así - escucho el Susurro delas viejo y fue girado - no nuestra primera vez juntos - en sus ojos había ese cariño y ganas de amar hasta el final a su peli-blanco.

Rubén fue colocado sobre su espalda y   sus brazos se habían dejado a cada lado de su cuerpo mientras respiraba agitado pero aún no descansaría, su entrada comenzó a ser invadida por el duro pene de samuel y su espalda se arqueo mientras mordía su labio para tratar de no gemir tan fuerte. Samuel se enterraba lentamente y cuando estuvo al final se abrazo a Rubén buscando sus labios.

- Cuando estés listo mi amor - los dos se miraron y sonrieron para luego besarse de forma lenta gozando del nuevo contacto que les unía. Las caderas del menor se movieron dando comienzo a un suave vaivén, el roce era tocar el mismo cielo y hacerlo así de lento los hacía enloquecer, con cada estocada el interior de Rubén mandaba las mejores sensaciones para el y cuando sintió como todo aumentaba tubo que mantener más el beso, los gemidos querían escapar de forma casa vez más fuerte pero no pudo eviarlo cuando su punto dulce fue golpeado, sentía que estallaría en cualquier momento. Samuel se aferró a él cuerpo que temblaba de placer debajo de el y seguía con sus fuertes y precisas estocadas. Se hundió y apretó el miembro que estaba en medio de los dos, se correría que quería que sí chiqui lo hiciera con el y eso logro. Rubén volvió a gemir cuando se corrió en medio de ambos y su orgasmo le dejo tan sensible que sentía tan bien como el otro le llenaba.

- Te amo - el peli-blanco escuyo el susurro en su oído y solo pudo apretar más el cuerpo de su acompañante, su corazón también estaba llegando a ese punto.

Fue liberado del amoroso abrazo para ser cubierto por blancas sábana u volver a sentir los brazos de su Samuel en su cadera.

- Descansa mi amor - su cabello fue acariciado y esto hizo que cayera  profundamente dormido.

Continuara...