Mazmorra II

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Para su fortuna, Finral se encontraba fuera del castillo, recargado en la pared, esperando pacientemente por ella

-Entonces, ¿A dónde la llevo, my lady? - sonrió

La chica correspondió su sonrisa- A la mazmorra

-Debes estar bromeando- dijo sorprendido

-Oye! No soy tan débil como parezco- infló sus mejillas- por favor- le dijo tomando las manos del contrario

Logró convencerlo y en sólo unos segundos ya se encontraba en la colina

No se detuvo a escuchar a Finral, apenas tocó el suelo, comenzó a correr hacia donde ella creía que estaba la mazmorra

Llevaba un buen rato esquivando las trampas y saliendo de algunas, ahí dentro se escuchaban tantos ruidos que le resultaba extremadamente difícil encontrar a sus compañeros

Unos minutos después, un gran estruendo la sacudió, el techo cayó bloqueando su paso

Bueno, por lo menos ahora creo que ya sé en dónde están

Lo que iba a hacer le consumiría mucha energía pero no tenía tiempo que perder, en esta cueva había personas que despedían una gran cantidad de maná, no podía descartar la idea de que fuera el enemigo

Comenzó a "volar" en realidad era la ilusión que daba el hecho de usar diferentes apoyos en el aire, con ayuda de su poder podía concentrar la gravedad en un punto, con la práctica, esto fue mejorando, haciendo que pudiese transportarse incluso a ella misma y no sólo objetos.

Se oía como si varios cristales fueran arrastrados.

Cristales, claro, el reino del diamante

Deben estar detrás de esa puerta de metal, entró a toda velocidad justo en el momento en que Noelle y una chica pelirroja iban a ser atacadas

Narra Yuno

¡Maldición!, ninguno de nosotros podía ayudar a las chicas porque estábamos inmovilizados por una especie de cristal y Asta al parecer estaba inconsciente

¿Qué hago, qué hago?!

De pronto algo pasó volando, apenas una sombra, justo en el momento en que unas cuchillas se dirigían a Mimosa y Noelle

Ninguna alcanzó a dañarlas, frente a ellas estaba una chica con los brazos extendidos hacia delante y con un grimorio de color negro y bordes blancos abierto en las primeras páginas, al parecer había creado una especie de escudo para protegerlas, su silueta me es familiar

-¿Están bien?- se giró a mirarlas, y en el momento que lo hizo, pude notar que era la chica de la otra tarde, esos ojos los reconocería en cualquier parte, ¿Qué hacía aquí?

La siguiente oleada de cuchillas fue detenida por Asta, con una nueva espada, pero ahora no era momento de pensar de dónde la había sacado

-ROSE!- gritó el más enano- cuídalas- la otra asintió, ya veo, así que ese es su nombre

La pelinegra siguió protegiendo a las chicas mientras Mimosa curaba a su prima

-Soy de la realeza y eres el primer plebeyo al que reconozco- le dijo la última, al menos ya había abierto los ojos y podía hablar- ahora véncelo

Con un abatimiento de la espada, logró darle un corte a la armadura

No sabía que era posible que una persona le prestara a otra su magia, seguramente era por la espada, pero...

-ASTA!- me alarmé cuando lo vi en el suelo, inconsciente

-Mimosa, cúralo a él- dijo la chica de su equipo

¿Señorita Vangeance?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora