¿Señorita Vangeance?

Cita/no cita

Mis pies colgaban, sentía el viento en la parte de mi piel que había quedado al descubierto y mis manos hormigueaban en la parte que habían sido sostenidas por las de él.

Llegamos una plaza cerca de la ciudad de Kitten, claramente no se había visto afectada en nada por el ataque de hace unas horas.

-¿A dónde vamos?- pregunté una vez debajo

-No lo sé- llevó una mano hacia su barbilla y la reposó por unos segundos antes de dirigir una mirada inocente- no he estado aquí jamás, aunque la he visto desde el cielo

Reí por lo tiernas que podían ser sus palabras aún dichas con un semblante serio.

-Entonces vayamos a turistear- tomé la manga de su uniforme para que me siguiera y después lo solté-¡Mira!

Cerca de una plaza aún más pequeña, había infinidad de puestos, uno en particular llamó mi atención

- Dos manzanas, por favor

Yuno sólo me seguía, así que cuando pagué, extendí ambas hacia él y esperé a que escogiera alguna

-¿Manzanas cubiertas?

-Ajá, de chocolate y caramelo- señalé cada una- ¿Cuál quieres?

-Esta, no -señaló la contraria- esta... - frunció ligeramente los labios- uh... ¿Tú cuál quieres?

Yuno se veía realmente lindo al intentar decidir cuál escoger, así que, sin esperar más, acerqué la primera a su boca

-Caramelo- la iba a tomar, pero negué- no, no- la acerqué un poco más hacia él

Pareció dudar por un momento, pero después de entender mis intenciones, inclinó la cabeza y la mordió

-...Está rica

Asentí y después acerqué la segunda

-Chocolate

Me miró dudoso por unos segundos

-No podrás saber cuál te gusta más si no las pruebas, y estoy segura de que no lo has hecho

Miró el dulce, después a mí y nuevamente a la manzana

-Vamos- insistí y después de vacilar, le dio una mordida

-... también está rica

Reí

-Fue la misma reacción que tuvo Asta

Sus ojos inmediatamente viajaron hasta los míos, y cuando su semblante se volvió más serio de lo usual, me removí incómoda

-Eh... ¿Dije algo malo?

-¿Has hecho esto con Asta?

Asentí- Noelle, Finral y yo salimos a comprar algunas en la misión que tuvimos hace unos días en la playa

Creí que se había molestado por algo que dije cuando lo vi darse la vuelta y comenzar a caminar, pero después giró, tomó la manzana de chocolate con la mano izquierda y con la derecha tomó mi muñeca.

Nos sentamos en una banca que daba vista a la plaza principal. Comimos en silencio nuestros respectivos dulces y cuando terminamos, sólo nos quedamos observando a las personas que ahí se encontraban.

Lo miré, tenía en ceño fruncido, así que me acerqué lento y con ayuda de mis dedos, acaricié sus cejas, logrando que la expresión de Yuno se suavizara y diera paso a una de asombro.

Cuando fui consciente del tiempo que me quedé mirándolo, salté del asiento

-I-iré por un jugo