11 de septiembre de 2015.
Los ojos de Fryda estaban más brillantes de lo normal ese dia. Tenía un gran bolso rojo y el cabello sujeto en una trenza. Vestia de negro y sus labios dibujaban una sonrisa tranquila.
— ¿Te dije alguna vez que me gusta el color de tus ojos? —Preguntó Fryda a modo de saludo. Lilei sonrió levemente, habia pasado largo rato desde que no se veian.
—Mis ojos son de un color muy común, lo tuyos son más bonitos.
Y Fryda rió.
Lilei la habia contemplado como se contempla a un objeto precioso. Fryda todavia respiraba, ella continuaba sonrojandose y riendo por cosas que no tenian gracia. Fryda seguia tan viva y mítica como siempre. Y se habia encontrado ella misma riendo junto con su amiga como la primera vez que se vieron.
— ¿Algún día vas a volver?
Fryda suspiró, sus ojos seguian brillantes. Lilei habia pensado que comenzaria a llorar de un momento a otro, pero esa vez su amiga no derramo una sola lagrima. Solo le regalo un gesto de resignación.
—Supongo, cuando sea más valiente y menos infantil. —Contestó y se acercó a ella, Lilei recordaba haber sonreido levemente a sus palabras y luego Fryda la estaba besando. Y aunque muy dentro de si partes de su corazón estaban muriendo, ardiendo irremediablemente; Otras, tras ese pequeño contacto habian comenzado a renacer.
Y luego con un simple "te amo", Fryda dió la vuelta y se alejó tambaleante debido al peso de su bolso.
No hizo nada para retenerla, solo la habia dejado marchar. Solo habia dado dos pasos adelante cuando ella estuvo a punto de perderse de su vista y gritado tan fuerte como se lo habian permitido sus pulmones: "Cuando vuelvas voy a ser la más valiente de las dos".
Y cuando Fryda ya no se veia a lo lejos, cuando ya tenia la certeza de que ella se habia marchado para no volver, Lilei sonrió al descubrir que a pesar de todo el mundo continuaba girando y que ella todavia continuaba con vida.
Porque a pesar de que Fryda ya no estaba, Lilei continuaba, tan viva que dolia.
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¿Qué es un Lilei?
RomansaCuando ella entró a la habitación sus miradas se encontraron, poco acertado seria decir que ese fue un hecho aislado, que ellas no fueron más que una mirada casual, un intercambio común entre miles de otros vistazos.