Avatar: La Leyenda de Korra. Alquimia y Espiritus, ¿Qué podría pasar?

Capitulo 9: La cara de la traición; el enemigo entre amigos

Al día siguiente luego de lo sucedido en la arena, el departamento de policía de Ciudad República y Tarrlok, decidieron cerrar por completo la arena de Pro-control y desalojar a Mako y Bolin de su departamento en la azotea. Cuando las aguas se calmaron lo suficiente esa noche hubo varios arrestos de los igualitarios que no lograron escapar aquel día junto con algunos oficiales que fueron llevados a hospitales cercanos para recibir chequeos médicos por las posibles secuelas de la arma eléctrica del enemigo; afortunadamente no llegaba a nada de más que el repentino shock y una ligera parálisis muscular junto con una quemadura leve que podía ser tratada con ungüentos para ello.

Tarrlok fue lo suficientemente amable para darles a los chicos un par de días para poder agarrar sus cosas y buscar un lugar a donde ir mientras el lugar era acordonado y vigilado por los maestros metal.

Lo único malo fue que el día siguiente a ese hubo una conferencia de prensa donde el concejal de la tribu agua dio a conocer al publico que la culpa era de la Jefa Beifong y de Victor al convencer al Consejo de la ciudad a mantener la arena abierta, poniendo en duda el trabajo de Lin y ganando un cierto odio publico al alquimista y ahora tenía sobre la mirada de algunos ciudadanos que no le tienen mucho aprecio ahora.

El día después de ese, Korra y Victor estaban montando a Naga para ir con los dos hermanos para darles las buenas nuevas, y era que ambos podían ir a vivir el tiempo necesario con ellos en la isla con el permiso de Tenzin que obtuvieron apenas ayer.

Al llegar a la arena Naga frenó casi de golpe y Korra aprovecho el momento para desmontarla de una manera genial al saltar sobre su cabeza, Victor por su parte se sujeto de la montura para no caer. Ahora que había perdido su único juego de ropas por no molestarse a comprar uno nuevo, el alquimista le pidió de favor al maestro aire que fuera a la ciudad a comprarle ropa, más específicamente ropas ligeras tradicionales. Obviamente al principio Tenzin le pareció extraño su pedido, pero después supo que Victor todavía conservaba sus ropas para el frío de la tribu agua; Tenzin le había preguntado antes que porqué no iba el mismo si podía usar las túnicas de los acólitos para usarlas debajo de su parka. Ante eso el muchacho respondió: "Prefiero utilizar esto como ropa de noche y pijima que para salir a la calle."
No le gusto mucho esa respuesta pero no podía hacer nada si él iba estar el resto del día vigilando a los niños y a Korra.

Al entrar ambos al edificio, Victor le dijo a Korra que fuera con ellos para decirles sobre su alojamiento mientras él investigaría la plataforma, diciéndole que necesitaba confirmar algo. Korra le pidió que no se metiera en problemas con una pequeña sonrisa y expresión preocupada para luego darle un corto y rápido beso en sus labios. Una vez que tomaron caminos separados, el alquimista vio que todo seguía como lo habían dejado.

"Parece que todavía no toman muestras forenses, o todavía no tienen esa tecnología o conocimiento para hacerlo como en mi mundo."  Dijo al aire hablando consigo mismo mientras observaba el desastre que había por todas partes. Haciendo uso de su alquimia transmutó el suelo cerca de la primera fila en un puente solido para caminar hasta la plataforma de combate. Vio los restos quemados y derretidos del metal y trozos del mismo regados por toda la superficie. Pero lo que buscaba no eran muestras de los explosivos, era algo más. Un pequeño brillo rojo llamo por completo su atención pues era también desde el mismo punto donde había peleado con aquel homúnculo, encontrando allí mismo las ataduras de metal y su muro improvisado. Las ataduras por suerte para él resistieron el epicentro de la explosión.

Sí, no solo había creado su muro para protegerse, también hizo varias ataduras de metal para asegurarse que el monstruo artificial muriera con la explosión; pero siendo honesto consigo mismo en realidad esperaba ver que no fuera así por el hecho de que esos humanos artificiales son más difíciles de matar que las cucarachas, aunque tal parece que este no era el caso.