Victoria observó a su cuñada en silencio mientras subía las escaleras y dejó la vista clavada ahí sin mirarlo cuando él habló.
- En esta casa mando yo. Y si yo te digo que uses el bastón,usarás el bastón. - Dijo despacio sin inflexión en la voz. - Emilia te ayudará todas las mañanas a vestirte. Lo que hiciste ahí fuera tirando el bastón como una niña...
Victoria se levantó despacio como si se hubiese aburrido de estar sola. Él la tomó del brazo cuando pasó a su lado y la detesto cuando ella no lo miró.
- Y en cuanto a tu habitación entraré las veces que quiera.
Ella se soltó y subió las escaleras suavemente.
Entrare las veces que quiera, se repitió ella.
Entró a su habitación y al querer cerrar la puerta que conectaba ambas habitaciones no tenía la llave, él se la había llevado. Salió de la habitación con la intención de pedirle la copia a Ilya, pero en realidad se dio cuenta de que era inútil. Ilya jamás haría algo para contrariar a su señor.
Esta bien, entra las veces que quieras se dijo mientras recorría el pasillo del segundo piso. Encontró una habitación Bastante prometedora, estaba medianamente arreglada y para ella eso fue suficiente. Fue a su cuarto sacó alguna ropa y la llevó a esa habitación que estaba muy alejada, tomó la llave de la puerta y se la metió en el corpiño.
La hora de la cena lo hicieron en silencio, cuando ella se retiró primero Svetlana la miró sorprendida. Sintió su mirada penetrante cuando se levantó y se tambaleó ligeramente. La pierna le dolía debido al esfuerzo que había hecho todo el dia.
- ¿Estás bien? - Preguntó su cuñada preocupada.
- Si, me duele un poco la pierna nada importante.
- Te ayudaré a subir. - Dijo Mikhail levantándose.
- Buenas noches Sveta.
Pero ella se dirigió a las escaleras como si él jamás hubiera hablado. Al pasar por el costado de las escaleras tomó el bastón , pasando por su lado sin mirarlo siquiera, subió lentamente.
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Entre Orquídeas y Secretos ✓
RomanceLa vida para Mikhail Gurevich había perdido el encanto hacía muchos años, cuando había sido desprovisto de alma, familia, tierra y nacionalidad. Pero conocerla a ella le había impactado, con sus suaves ademanes, sus ojos azules y sus flores. El...