Dear Future Husband [noren]

we did it, again

Seis días habían pasado y Jeno y Renjun habían mejorado notablemente.

Hablaban más, Jeno pasaba por él para ir a almorzar, salían todas las noches y cada día era una cita diferente, algo emocionante y nuevo por hacer. Honestamente su relación estaba avanzando tan bien que ambos se encontraban preguntándose por qué no se habían conocido en otras circunstancias.

Esa noche luego de que Jeno saliera del trabajo habían decidido ir al rió Han, siendo la primera vez de Renjun en aquel lugar. El Chino estuvo asombrado todo el tiempo mientras comía algodón de azúcar azul que le había insistido a Jeno para que le comprara y sonreía viendo las hermosas luces del lugar.

-Se ve hermoso.

Jeno se la había pasado mirando a Renjun con una sonrisa, no iba a decir que ya estaba locamente enamorado pero el camino estaba conduciendo directamente hacia allá, el chico era extremadamente hermoso tanto por fuera como por dentro, a pesar de su personalidad un tanto mandona a Jeno le estaba encantando mucho, juraba que cada día más.
Suspiró mirando las luces y luego de un rato se quiso hacer el romántico, quito su abrigo y se lo colocó a su esposo con una sonrisa.

Renjun se sonrojó y luego de darle una mordida a su quinto algodón de azúcar lo miro.

-Sumas puntos.

Ambos rieron y luego de que Jeno sintiera que Renjun había comido suficientes algodones regresaron a su departamento. Aún no eran capaces de dormir juntos pero Jeno le había hecho saber a Renjun que la parte izquierda de su cama siempre estaría disponible para el.
Luego de llegar Renjun se dispuso a tomar un baño caliente en la tina mientras Jeno hacía ramen, pues el Chino aseguraba necesitar algo salado luego de tanta azúcar.

Todo iba bien, pero Renjun no sabía porque últimamente se sentía tan agotado, estaba a punto de dormirse en la bañera cuando diferentes escenarios de él muriendo ahogado comenzaron a aparecer por su cabeza. Intentó ponerse de pie, sin embargo no pudo, se quejó cuando sintió un fuerte calambre en su pierna, parecía que había estado demasiado en la tina, pensó en que podía hacer pero cada idea que cruzaba por su cabeza sonaba a muerte así que decidió humillarse. Después de todo Jeno ya lo había visto desnudo, aunque no recordara con lucidez.

-¡Jeno!-suspiró sintiéndose como un idiota.-¡Jeno!

-¡Ya voy!-pasó casi un minuto.-¿Donde estas?

-¡En el baño, tengo calambre!

Renjun escuchó los pasos y segundos después Jeno abrió la puerta mirándolo mientras intentaba no sonreír.

-¿Que sucedió?-soltó una risita.

-En serio duele, ayúdame.-Jeno entró más al baño.-¡Busca la toalla!

El pelinegro hizo una mueca girándose para tomar la toalla del rubio y cuando estuvo al lado de la tina colocó la toalla en su hombro e incorporó al contrario ayudándolo a ponerse de pie.

-¿Duele mucho?

-Si...-susurró.

Jeno asintió cubriéndolo con la toalla y luego tomándolo en sus brazos sacándolo totalmente de la tina, Renjun soltó un grito aferrándose a su cuello.

-Deja de chillar.-dijo riendo.

Llegó a la habitación de Renjun y lo dejó en la cama con delicadeza, el rubio rápidamente atrajo las sábanas cubriéndose, Jeno lo miro sonriendo por varios segundos pero al final su mirada, sin querer, terminó yendo hacia sus pezones.

Renjun lo noto y su rostro se puso totalmente rojo cuando eso sucedió.

-¿Que haces?-susurró soltando una risita mientras se cubría con sus manos.