Dear Future Husband [noren]

drama?

-Eso es genial, ¿no?

Jeno hizo un puchero cuando escuchó las palabras del doctor. El no quería que Renjun tuviera una pequeña panza, él quería que fuera tan grande como una pelota de playa, quería que tuvieran que comprar ropa especial para el y quería acariciarla todos los días mientras fuera creciendo y sentir que realmente había una diferencia.

-Es injusto.

-¿Quieres cargarla tu?-pregunto a la defensiva Renjun al escucharlo decir aquello.

-Señor Lee, ¿sigue discutiendo de esa manera?-llamó la atención el doctor divertido de la situación.

-Lo siento.-susurró el rubio.

-De todos modos con cada doncel es diferente, aunque en la mayoría de casos no suelen desarrollar un gran vientre.

-Pero con Renjun podría ser la excepción, ¿cierto?-pregunto Jeno interesado.

-A ver, ya tiene tres meses y su vientre aún es muy plano, lo más posible es que no sea como usted desea señor Lee.-sonrió el doctor encogiéndose de hombros.

-Esto es genial, me encanta.-sonrió el rubio.-Doctor, ¿cuando podremos saber el sexo?

-Aun es pronto, alrededor del cuarto o quinto mes podrán saberlo.

Renjun bajo sus hombros desanimados pero terminó asintiendo a lo que dijo el doctor.

-Renjun.-llamó el doctor nuevamente y el rubio lo volvió a mirar.-Escuche que estás trabajando...

Renjun miro a Jeno de inmediato entrecerrando sus ojos y el pelinegro simplemente se encogió de hombros sin mirarlo.

-Si, señor.-susurró.

-¿Sabes que deberías estar en reposo?

-Pero...

-No hay peros señor Lee, todo es por el bien suyo y de su hijo. Ni siquiera le estoy recomendando caminar mucho porque está en peligro.

Ambos jóvenes se quedaron en silencio, desarrollando una tensa atmósfera en aquel consultorio.

-¿Y si va solo a sentarse?-pregunto Jeno.-En realidad no hace nada.

-No. Lo favorable es que esperen a que se cumpla el quinto mes antes de siquiera hacer muchos movimientos, ¿entendido?

-Entonces ya no puedo ir a la oficina.-se quejó en voz baja.

-No. Puede salir en las tardes, dar una vuelta en el patio, ir a comprar algo si quiere, pero nada de hacer fuerza o algo que lo ajetree, ¿entendido nuevamente señores Lee?-los miro a ambos.-Se que son jóvenes pero esto es por su hijo.

Ambos asintieron y el doctor correspondió entregándoles las nuevas pastillas que debían comprar esa vez. Salieron del consultorio, Renjun con sus brazos cruzados mostrando su evidente disgusto mientras Jeno pensaba que decirle sin que se alterara.

-¿Quieres ir a comprar las pastillas?

Renjun gruño y Jeno se asustó alejándose un paso.

-Quiero que pase todo esto. Rápido.

-Lo se, pero no puedes enojarte así...

-Es inevitable no sentirme enojado Jeno, ¿si? Déjame en paz.-se giró y caminó solo dos pasos antes de volver a girarse y quitarle la receta al pelinegro.

-¿Irás?-pregunto siguiéndolo.-Llamaré al señor Park para que te lleve.

Renjun no dijo nada y Jeno se quedó con él hasta que su chofer llegó alrededor de quince minutos después. El pelinegro no lucia muy convencido, el doctor había dicho que si podía ir a la tienda siempre y cuando tuviera cuidado. Pero de todos modos Renjun sabía que no estaba seguro, pues estaba pasando su mano por su nuca varias veces.