Dear Future Husband [noren]

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2 años después...

Por cada árbol que pasaba en su camino más hojas iban cayendo anunciando así que el otoño había llegado.

Jeno aveces se preguntaba cómo era que el tiempo pasaba tan rápido, como las cosas cambiaban de un momento a otro y aveces simplemente miraba hacia atrás y se daba cuenta que todo había pasado hacia años aún cuando se sentía como semanas, tal vez meses.

Pero no era nada de que preocuparse, el siempre supo que cuando se era feliz la vida pasaba con la rapidez que las hojas caen de los árboles en otoño. Pero incluso si la vida lo hacia así el no dejaría de sonreír.
Tenía todo lo que alguien podría querer o desear, a corta edad tenia su familia formada; un hermoso esposo, un hijo sano e inteligente, padres vivos y compresivos y amigos fieles y divertidos.

No podría nunca quejarse de su vida cuando justo ahora con una sonrisa conducía hacia su destino junto a las personas más importantes para el.

Sin embargo, en algunas ocasiones la vida te da circunstancias y problemas como, un esposo cero paciente y con la tolerancia en el suelo.

-¿Por qué?-Renjun giró a mirar al menor sentado en la parte de atrás.-¿¡Por qué lloras!?

-Junnie...-susurró sin apartar la vista de la carretera.

Haenul continuaba llorando, cada vez con más fuerza.

-Lee Haenul.

-Quiero ir al colegio.-pasó el dorso de sus manos por sus ojos.-Quiero irme.

-Hae, ya hablamos de esto.-susurró Jeno mirándolo por el espejo retrovisor.-Vamos a hacer algo importante, no podías ir al colegio.

El pequeño continuó llorando, esta vez más bajo pero con un puchero marcado y de brazos cruzados.
Jeno suspiró antes de dirigir la mirada hacia Renjun el cual movía cosas del bulto verde en su regazo, sabía perfectamente lo ansioso que estaba el Chino.

-Junnie...

-Estoy bien.-lo cerró soltando un suspiro mientras cerraba sus ojos.-Estoy bien.

Sonrió tomando la mano del contrario para darle un ligero apretón.

-¿Si? Sabes que todo va a estar bien, ¿verdad?

Renjun sonrió asintiendo.

-Lo se, amor.

Luego de aquello sus manos se quedaron entrelazadas y Renjun se giró para darse cuenta que el menor en el auto estaba totalmente dormido. El camino era algo largo, pues su destino quedaba a las afueras de Seúl y habían salido hacia media hora de su hogar.

Finalmente, luego de un poco de tránsito, pararse para que Haenul fuera al baño y comprar algo para comer, llegaron al lugar. Era gigante, justo como lo era en la foto, justo como la última vez que lo visitaron. Un jardín lleno de flores bien cuidadas y desde el instante que se estacionaron pudieron escuchar el bullicio de adentro.

-No...

Jeno estaba quitando su cinturón cuando aquella palabra salió del pelinegro.

-¿Eh?-pestañeó confundido.-Renjun...

-Esto será un desastre.-llevo sus manos a su rostro para cubrirlo.

Jeno rápidamente salió del auto y luego de ayudar a Haenul con su cinturón y abrirle la puerta fue con Renjun, se arrodilló a su lado fuera del auto.

-Junnie, ¿Por qué dices eso?

El mencionado miro sus manos antes de negar.

-Es que tardaron mucho, tal vez ni querían aceptarnos.-miro al rubio con sus ojos llenos de lágrimas.-Ella dijo que éramos muy jóvenes...