Buenos volviendo con la pareja principal:
Miyu se había levantado el día siguiente encontrándose con las latas esparcidas en el suelo, recordó lo que había pasado el día anterior, aunque a pesar de su inconsciencia podía recordar esas pocas palabras y ese rico olor que emanaba su alfa, y el pequeño y corto abrazo que recibió cuando Morgan salió del hechizo y simplemente abrazo el suéter que Morgan le había entregado y hundió una vez mas su nariz en el, aspirando el olor que tanto necesitaba en esos momentos, una inquietud le hizo sorprenderse, su bebé había pateado.
Miyu: Oooooooh mi chiquitín te gusta el olor de papi? Es rico verdad, es muy delicioso. Vamos a ponernos esto aquí y vamos a tener el olor de papi siempre cerca.- Miyu se había puesto el suéter en su espalda con las mangas de este alrededor de su cuello teniendo el olor muy cerca de él reconfortándolo y haciendo una especie de amague de que Morgan estaba ahí por su esencia. Miyu seguía gateando para poderse trasladar, su pierna estaba casi bien pero al no tener medicamentos estaba como cojeando y el peso de su vientre no ayudaba para que el caminara. Miyu gateó hacía las latas y con esfuerzo las arreglo en un montón cito, eso era otra cosa mas que hacía Miyu en ese lugar, el siempre mantenía arreglado el lugar no se podría decir limpio pero si ordenado, por ejemplo, apilaba las latas ya vacías en un lugar específico y las latas llenas en otro lugar. Aunque habían ya muchas latas vacías el se las ideaba para hacer cualquier cosa ,como un tipo de almohada que es dura por ser latas, pero la necesidad de virarse a un lado para dormir mejor hacía que tuviera la necesidad de crearse esa dura almohada para ubicarla entre sus piernas por las noches y así poder descansar mejor, no era lo mejor pero se conformaba.
Miyu abrió una lata y la comió lentamente saboreando la poca comida que consumía diariamente. Hoy necesitaba ser mas fuerte, puesto a que taparía la ventanilla para que el frío no entrará en su "hogar" y pudiera evitar resfriarse o enfermarse de cualquier cosa, era algo difícil hacer el plan pero él quería lograrlo a como de lugar.
Cayó medio día y Miyu estaba dispuesto a comenzar su obra-plan, hizo una especie de pila con las cajas y con cuidado y mucho esfuerzo se montó en todas las cajas apiladas estando cerca de la ventanilla, se le hacía difícil por su vientre y sus piernas pero iba a estar bien, descanso un rato al llegar al final y con un chal cubrió la ventanilla asegurándose que no entrara mucho aire frío y que el chal se quedará ahí sin caerse o levantarse. Perfecto! Su plan había sido un éxito. Miyu procedió a bajarse y.......... PUM!! Las cajas se habían venido abajo junto a él quien cayó sobre su trasero haciendo que este doliese mucho.
Miyu: Itai! Duele! Ugh! Parece que no hubo un aterrizaje perfecto......... um............ bebé!! Estas bien!? Mi vientre!? Esta!! Esta.......... esta bien.......... uff menos mal no nos paso algo tan malo solo me duele un poco mis posaderas y nada mas, bueno quiero caminar un poco y de una organizamos, eso nos va a hacer bien.- Miyu agarró su palo de escoba que generalmente usaba para apoyarse y poder caminar más tranquilo alrededor de la habitación, y caminó unas 2 vueltas alrededor y comenzó a organizar las cajas para después volverlas a poner en sus lugares y poder recostarse de nuevo y descansar un poco, mientras arreglaba todo olfateaba casi siempre el suéter de Morgan que tenía en sus espaldas, imaginándose a Morgan abrazándolo y protegiéndolo. Acabo de arreglar y organizar y se recostó puso su almohada de latas entre sus piernas y abrazo el suéter de Morgan hundiendo su nariz en el, ahora solo soñaba que Morgan dormía a su lado y lo abrazaba con suavidad mientras le respiraba en la coronilla, sueños que Miyu esperaba que se hiciesen realidad.
Había pasado otro mes entre sueños y pequeñas ilusiones rotas........
A sus 7 meses Miyu no podía levantarse mucho, no podía ni siquiera ir a lo que el llamaba "baño" descuidando casi por completo su estado de higienes, orinaba ahí mismo en su falda y en su colchón y no podía levantarse por el peso del vientre y orinaba cada cuanto podía ya que su bebé al estar mas grande aplastaba su vejiga y no podía controlar sus esfinges. Comía lo mismo todos los días y las mismas porciones, ya estaba acostumbrado a eso. Lo que le sorprendía era que la última vez que fueron a dejarle las latas no era Morgan quien se las trajo sino otra persona la cual no conocía. Miyu se sentía mal, las únicas veces que le hacían mucho bien para oler o tener cerca a su alfa eran esas, las veces en las que Morgan le traía las latas de comida. Miyu había vuelto a ponerse muy mal, ahora si sentía que su cuerpo no le iba a rendir en cualquier momento, estaba desanimado, con ojera por la falta de nutrición y sueño, y al estar tan cerca de su parto su bebé necesitaba mas nutrientes y más comida, cosa que a Miyu le faltaba y le daba todo lo que podía tener en su cuerpo, era como un esqueleto, un esqueleto con una linda pancita, Miyu también podría ser visto como un vagabundo, su cabello estaba un poco largo, su flequillo estaba cerca de su nariz y también tenía en la parte posterior de la cabeza un tipo de melena. A Miyu ahora si que ya no le importaba nada, podía jurar que si moría ahorita no le iba a importar salvo a que tenía a su bebé y él quería que su pequeño nazca.
El otoño era frío de día y de noche, a pesar del plan que Miyu había realizado hace un mes había funcionado un poco, ahora todo se estaba echando a la borda, el chal que había colocado en la ventanilla se había ido volando en un día con fuertes vientos dejando la ventanilla descubierta otra vez. Miyu seguía teniendo el suéter de Morgan pero este ya no desprendía el olor vivido de Morgan desde hace mucho, también el omega estaba perdiendo de poco en poco su olfato al no poder percibir las feromonas de sus alfa. Aunque en el actual chiquero en el que vivía ahora era casi una virtud no poder oler, el sótano olía a orina de Miyu al no poder levantarse se hacía ahí mismo y no podía tampoco ponerse a limpiar muy seguido. Cuando el limpiaba, mojaba y limpiaba con una especie de toalla el colchón y después dejaba que el viento le quite el olor y lo seque, esto hacía que el olor se fuera un poco. Miyu en pocas veces que no podía engañarse en estar feliz y lloraba por su vida se hacía una pregunta:
"Existe mi felicidad?"
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Continuara...........
Waaaaaaaaah y mismo se acaba...... decidi no hacer el de Alice ya que no se me ocurrió nada y en unos 3 o 4 capítulos ya se ha de acabar la historia esta y e de comenzar otra que aun no tengo mucha trama pero ahí vamos. Gracias nos vemos.
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Existe mi felicidad? (EDITANDO)
FanfictionOmegaverse mpreg violencia Miyu un omega que es maltratado por sus hermanos y sus padres por ser un omega en una familia de alfa es comprado por un hombre que también lo hara daño. Seran felices? Se amaran? No lo sabemos por eso sigan leyendo aqui...