¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La cabeza de Matsuri daba vueltas y vueltas, necesitaba idear un plan pero no sabía cómo, no podia pensar en eso, pero no quería decepcionar a la hokage.
No podía ir buscando a esos akatsuki solo por que si, sería muy sospechoso y tampoco se le ocurría algo, desesperada jalo de sus cabellos y suspirando salió de la Torre hokage, iría a caminar para relajarse y pensarlo bien.
Caminaba por la aldea, las personas la veían pasar una y otra vez pero a la rubia no se le ocurría nada, hasta que pensó algo.
Ella es mujery generalmente la debilidad de los hombres son las mujeres y si estaba en lo correcto akatsuki era una organización de hombres.
Perfecto, ya tenía un plan, aunque odiará sentirse débil e indefensa tendría que hacerlo, todo por no defraudar a nadie.
Algo molesta se dirigió a buscar a neji, ya se habían besado más de 2 veces, pero para ella aún era incómodo pensar en eso, pero no podía evitar pensarlo, después de todo aún es una adolescente hormonal.
Sacudió su cabeza, no podía pensar en esas cosas, por lo menos no ahora, no sabía donde podría estar el castaño, pensó como él y claro, probablemente esté entrenando.
Se dirigió al campo de entrenamiento número 7 por que ahí se conocieron y como si ya lo supiera de antes ahí estaba el castaño.
El sudor bajaba por su rostro y Matsuri no pudo evitar sonrojarse al verlo así, y quien no, después de todo neji era uno de los chicos más guapos de konoha.
— Neji! — gritó Matsuri sonriendo dirigiéndose hacia el, no entendía por qué estar al lado de él la hacía feliz.
— Oh Matsuri, que dijo la hokage? — preguntó neji secándose el sudor mirando a la chica.
— pues... dijo que tenía que investigar y acercarme al combo zombie de akatsuki, ideé un plan, pero... siendo sincera no quiero hacerlo. — dijo suspirando Matsuri.
— Por que? — preguntó el castaño sentándose en el suelo, abriendo una botella de agua para tomarla de a poco.
— porque... sé que soy una llorona y eso pero... yo en realidad odio sentirme débil, sentirme inferior y pensé en cómo acercarme sin que se vea sospechoso, pero no encontré otra opción que no sea hacer el papel de mujer indefensa. — contaba la rubia sentándose al lado del castaño, recargando su cabeza en el hombro del chico.
— oh... pero, no te estarías haciendo débil, al contrario, sería una estratégica para estafarlos. — opinó el castaño dándole unas palmaditas en la cabeza a Matsuri.
— Aún así no estoy segura... qué tal si me raptan por andar jugándole al vergas. — dijo la rubia asustada pensando en eso.
— no te va a pasar eso... bueno, realmente no se pero pensemos que no va a pasar. — respondió el castaño riendo ante las ocurrencias de matsuri.
