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Matsuri despertó, con dificultad abrió los ojos, parpadeo varias veces para poder acostumbrarse a la luz, con mucha dificultad se sentó en la cama, volteó a su alrededor, no estaba nadie, suspiro y se talló los ojos, probablemente los tenga todos rojos e hinchados.
Sentía un vacío, un vacío en el pecho inexplicable, se sentía extraña, como en un sueño, hace unos días estaba perfecta y ahora conectada a unos cables, sintiendo que muere por dentro.
La puerta se abrió, haciendo sobresaltar a la chica, era Lady tsunade, la chica solo relamió un poco sus labios y miro un momento su muñeca con moretones, dejó caer su brazo y centro su atención a la superior.
La mayor por su parte solo suspiró al mirar a la chica, se veía ida, le recordó a ella en un pasado, cuando su enamorado murió, quizás ella esté pasando por algo similar, jalo una silla que estaba ahí y se sentó.
— Niña... que te pasa? — preguntó tsunade preocupada, lo que había visto ayer no era normal y menos que la niña hiperactiva que conoció ahora estuviera así.
Matsuri dudo, sabía el por qué estaba así, pero no quería aceptar que estaba enamorada de Shikamaru y menos que esos sentimientos no correspondidos era lo que la traían así, pero pensó que su maestra, su apoyo en aquellas épocas merecía saber.
— Shikamaru... — fue lo único que pronunció, no podía decir nada más, le lastimaba amarlo tanto.
Tsunade la miro y asintió, sabía que no era fácil y más por que ella vio la clase de afecto que tenían Shikamaru y Temari, pero lo que lady Tsunade no se explicaba era por qué su querida discípula tenía todos los pulmones y corazón llenos de flores.
— niña, dime por qué te estabas asfixiando — ordenó tsunade mientras la miraba sería.
Matsuri se puso a pensar, realmente solo recordaba estar con neji y de un momento a otro perder la conciencia, pero al estar pensando por fin lo recordó.
— estaba con neji, realmente no me acuerdo que íbamos a comprar, cuando los vi... en ese momento sentí un dolor horrible en el pecho, me dio un ataque de tos y después no recuerdo nada, hasta que desperté aquí en el hospital... — respondió matsuri con la voz rota, se oía que lloro por horas, matsuri no sabía cómo se sentía, era inexplicable.
Tsunade comenzó a procesar todo, y ahí es cuando cayó en cuenta que lo que la chica tenía era un amor no correspondido, pero aún así no se explicaba el por qué de las flores.
— bueno... investigaré un poco, te daré unos analgésicos para el dolor y en cuanto sepa algo te mandaré a llamar, procura no hacer actividad física por el momento — dijo tsunade o más bien ordeno, puso unos frascos en una mesa de por ahí, para después levantarse de la silla y salir de la habitación, para dirigirse a investigar sobre el tema.
Matsuri por su parte asintió, se quedó unos minutos sentada ahí, pensando en todo y a la vez en nada, sacudió su cabeza rápidamente y con un poco de esfuerzo se bajó de la cama, arrancó el tubo que tenía en su muñeca y buscó su ropa, se quitó la bata del hospital frente a un espejo que había allí, miro su cuerpo semidesnudo, realmente le desagradaba demasiado su delgada figura, varias cicatrices, casi inexistentes pechos, caderas pequeñas... no tenía nada de bueno su cuerpo, tal vez solo tal vez le gustaba su trasero, pero era mayor el odio que tenía hacía su figura, suspiro y se puso sus ropas, estaban algo sucias pero nada del otro mundo, miro su rostro y se veía demacrada, se resignó y tomó los frascos, tenía claramente escrita la dosis, los guardo en su bolso y salió del hospital, iría a agradecerle a neji por estar allí con ella y apoyarla.
