Capitulo 11.

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La rubia seguía tosiendo, las lágrimas brotaban sin cesar por sus ojos y se puso a pensar que cuando, cuando comenzó a amar a ese chico, tal vez fue cuando nadie le hacía caso y él se preocupaba por ella, o tal vez cuando soñaban con el futuro, no...

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La rubia seguía tosiendo, las lágrimas brotaban sin cesar por sus ojos y se puso a pensar que cuando, cuando comenzó a amar a ese chico, tal vez fue cuando nadie le hacía caso y él se preocupaba por ella, o tal vez cuando soñaban con el futuro, no lo sabe con exactitud, solo sabe que ese amor es un amor masorquista, que le gustaría soltar, pero su corazón se aferra a la tela de una araña para seguir latiendo por el.

Su visión se nublaba, estaba perdiendo el aire, además que su boca sabía a metal, por toda la sangre perdida, como pudo miró sus manos, miro la hermosa flor que le causaba tanto dolor, por qué sacar cada pétalo le desgarraba la garganta.

Cuando estuvo a punto de cerrar los ojos vio una melena color chocolate, que con delicadeza le regresó un poco el aire, pero a la vez robando su segundo beso.

Matsuri se reincorporó, tosiendo tratando de respirar, el castaño le daba palmaditas en la espalda y después de un rato la rubia logró mantener una respiración estable.

Sus manos temblaban pero con una sonrisa en el rostro busco la calidez que tanto la reconfortaban en un abrazo, abrazo como si fuera la última vez a neji, queriendo decirle tantas cosas, pero a la ves ningún sonido se escuchaba, solo los latidos de sus corazones.

Era por la mañana y Matsuri no se quería amargar el día sumiéndose en sus penas, así que tomó el brazo de neji y bajaron a la cocina.

— Cocinemos algo rico! — habló la rubia intentando romper ese ambiente de pena y tristeza.

Neji asintio, y después de eso los dos jóvenes se pusieron en marcha, harían unos hotcakes.

(...)

Mala idea! Matsuri y neji terminaron todos llenos de harina, ya que a matsuri se le ocurrió ponerle un poco de esa en el cabello a neji y fue mala idea ya que se desató una guerra y los hotcakes terminaron quemados.

— Uhm... qué tal si mejor vamos a comer dangos? — pregunto la rubia un poco avergonzada al ver los hotcakes quemados

— Bueno, vamos.— dijo el castaño entre risas.

Los dos jóvenes salieron de la casa sin percatarse que estaban todos llenos de harina, neji pasó su brazo encima de los hombros de matsuri y la chica rió ante esa acción.

Al llegar al lugar de los dangos, el señor y Matsuri se saludaron amistosamente, después se fueron a sentar y ordenaron un par de dangos.

Estaban comiendo entre risas al darse cuenta que estaban todos llenos de harina cuando llegaron unas personas conocidas muy bien para neji, pero no tanto para Matsuri.

— Neji!! Amigo, donde has estado este tiempo — grito un chico con corte de tazón abrazando a neji mientras lloraba, matsuri los miro confundida y una chica con peinado de dango o eso parecía se acercó también.

— hmp, a ti que te importa. — mencionó neji siendo cortante como de costumbre.

— Nejii~~ no seas así de grosero, que no ves que ese chico está muy... muy... feliz¿? De verte? — dijo Matsuri en un puchero mirando mal a neji.

« Tʜᴇ sᴋʏ » shikamaru x Oc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora