¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día transcurrió con normalidad, en la madrugada matsuri se despertó varias veces a toser, pero lo que la aliviaba o alegraba es que cada vez su tos era menos frecuente, lo malo es que era más dolorosa.
En la mañana se levantó a tomar sus pastillas, notando que casi no le quedaban, de paso haciendo un desayuno para su familia, estar sin hacer nada la traía muy aburrida y cocinar le divertía.
Después de un ameno desayuno familiar, alguien llamó a la puerta, Sakura rápidamente se levantó a ver quien era y matsuri se asomó.
— quien? — dijo Sakura abriendo la puerta, su sorpresa fue tal al ver a neji parado ahí, casi se va de espaldas.
— Oh... hola, está Matsuri? — pregunto neji con una voz de desinterés, incluso se le podía ver un poco aburrido ahí parado.
Matsuri al oír su nombre se levantó de la silla y extrañada fue a ver, cuando cayó en cuenta que estaba en sus pijamas frente a neji se sonrojo, pero trato de parecer lo mas normal, neji la tiro del brazo y la saco fuera de la casa, matsuri gimió de dolor, sus moretones de la muñeca aún dolían.
— qué pasa neji? — pregunto extrañada la rubia ante el repentino acto del chico y aún más que se haya pasado por su casa.
— hmp... lady Tsunade me mando a cuidarte, sospecha que tu enfermedad vaya peor y cómo soy el único que sabe de tu condición me mando a mi, por cierto toma, supongo que ya casi no te quedan— contesto simple el chico, dándole unos frascos a la chica, se notaba aburrido pero en realidad le gustaba esa misión, por que podría cotillear en la vida personal de la chica sin que se vea raro.
— Gracias, estabas en lo cierto, casi no tenía analgésicos, pero eso significa que tienes que estar 24/7 conmigo? — pregunto la chica tomando los frascos un poco triste, ya no tendría sus momentos de privacidad.
— si — fue lo único que respondió neji, en su espalda se podía apreciar una maleta, con sus cosas básicas.
Matsuri maldijo por lo bajo y con una mano en la cara sonrojada jalo al chico, subiéndolo a su habitación sin importarle nada, abajo Sakura y sus padres estaban muy extrañados.
— Espera aquí, ya vuelvo y por favor no toques nada — ordenó la rubia saliendo de la habitación con un portazo.
Neji curioso comenzó a observar el cuarto, no había nada del otro mundo, habían cosas que cualquier chica tendría en su habitación.
Abajo la rubia tuvo que decirles una mentira a sus padres y a su hermana, les dijo que neji se peleó con su tío y que se fue de la casa, sus papas se la tragaron, pero su hermana no.
Subió a la habitación donde estaba neji y cerró la puerta a sus espaldas.
— Neji... mira, no quiero que mi familia se entere de mi estado, puede sonar egoísta, pero así lo quiero, supongo que tu familia sabe de la misión, así que podrás ayudarme a mentir sobre el por qué estás aquí? — suplicó la chica sentándose a su lado poniendo sus manos en la cara, la situación era un tanto incómoda.
