Capitulo 14

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Toda noche, por larga o sombría que parezca, tiene su amanecer

William Shackpeare

Ha Ni corría prácticamente por los pasillos del desolado hospital, tropezando innumerables veces con una gran cantidad de objetos, agradecía el hecho de no haber tenido una caída dramática como normalmente suele suceder, esquivo a la mayor parte de las enfermeras y doctores que cruzaban su camino, pidiendo disculpas en el proceso.

Ha Ni suspiro aliviada cuando visualizo la puerta del consultorio del Doctor Yoon, había pasado la mayor parte de la tarde trabajando en la cafetería y había perdido la noción del tiempo en el proceso, angustiada tomo el primer taxi que cruzo la carretera y salio corriendo como una loca, esperando no perder la cita medica programada.

Ha Ni abrió la puerta con cansancio y se tomo un momento para recuperar el aliento que había perdido mientras corría, sintió la característica mirada divertida del Doctor sobre ella y por un momento creyó haber visto una sonrisa burlona en su rostro  

—Lamento el retraso— fue lo primero que dijo con la respiración agitada, su cabello completamente desordenado y sus zapatos completamente sucios —Ha Ni pensó que la situación no podía empeorar— claro hasta que dio el primer paso y el tacón de su zapato se partió a la mitad, provocando que tropezara en el proceso con la silla y el escritorio de la oficina

  Sujeto su frente en el proceso buscando aliviar el dolor y escucho una voz conocida hablarle, levanto la vista con un poco de esfuerzo, logrando distinguir vagamente la silueta masculina de el doctor Yoon, que sujeto su cabeza entre sus manos buscando signos de hematomas o sangrado en el área

Ha Ni se avergonzó de si misma en ese momento y se pregunto por que siempre tenia mala suerte, El doctor Yoon la soltó en ese momento con una expresión mas aliviada 

—Parece que estas bien, tuviste suerte un golpe como ese pudo causar muchos problemas— Le extendió su mano gentilmente, ayudándola a levantarse y sacudiendo su ropa en el proceso 

—Lo siento—murmuro con pena, observando como el doctor Yoon mordía sus labios buscando reprimir una carcajada, Ha Ni frunció el ceño en ese momento ¿Que le causaba gracia?

—Me permite, tiene algo en el cabello— Dijo con tranquilidad, tocando su cabello con suavidad en busca del objeto intruso, Ha Ni sintió sus mejillas enrojecer en ese momento y bajo la mirada para que no notara su sonrojo

—Aquí esta— dijo sacando de su cabello un pequeño trozo de madera, Ha Ni observo al Doctor Yoon y el la observo a ella y sin poder evitarlo ambos se rieron

Ha Ni tuvo que sujetar su estomago en busca de aire y el doctor Yoon trataba inútilmente de cubrir su boca buscando parar, ninguno supo cuanto tiempo rieron pero estaban seguros que fue largo y escandaloso, cuando observaron a las enfermeras y médicos de reserva acercarse disimuladamente a la ventana 

—Creo que seria prudente empezar la revisión— Le informo sonriendo, Ha Ni se sintió mas relajada y le correspondió el gesto, tomo asiento en la silla correspondiente y hablo con el doctor Yoon sobre su proceso después del accidente y los síntomas que podrían haber causado los fármacos que le receto 

La conversación era amena y profesional hasta que un golpe los alerto a ambos, el doctor Yoon fijo su vista en la puerta con una mirada cansada y Ha Ni fue testigo de como se quitaba los lentes con cansancio al escuchar el horrible ruido en la sala de espera, una avalancha de gritos provenientes de una voz masculina se escucho y los reclamos a las enfermeras no se hicieron esperar

El Doctor Yoon se levanto pacientemente de su escritorio y camino con calma hasta la puerta, la cual abrió con exasperación, un hombre con ropa costosa y rizos desordenados apareció en el campo de visión de Ha Ni. El extraño era sujetado por cuatro enfermeras mientras este lanzaba gritos de enojo y amenazas contra el hospital y el personal medico 

Ha Ni observo con incredulidad como el Doctor Yoon miraba todo tranquilamente, como si el desastre que se desataba fuera algo común en su rutina, con voz neutral dio ordenes a las enfermeras que soltaran al intruso el cual todavía amenazaba con demandarlas y hacer su vida miserable. Una mirada del doctor Yoon basto para que este dejara de gritar y se acercara a ellos rápidamente

—¿Como que no vas a ir al viaje con nosotros?—Le reprocho el extraño al Doctor Yoon cruzándose de brazos

—Sabes bien que estoy ocupado Jun Pyo, no tengo tiempo para distracciones en este momento y te agraderia que por favor no armaras un escándalo en mi trabajo—

—Si no vienes con nosotros, ten por seguro que armare el escándalo mas grande que haya conocido este hospital y si eso no funciona me encargare de fastidiar a cada miembro del consejo administrativo—

—Por favor detente, ya suficiente tengo con que me fastidies a mi Jun Pyo

—¡No pienso detenerme! ¡Demoleré este absurdo hospital si es necesario! y sabes perfectamente que soy capaz

—Créeme que me gustaría no saberlo— dijo el doctor Yoon con tono cansado

Después de eso se desato una conversación bastante intensa entre ambos, donde el doctor Yoon se limitaba a mandarle miradas gélidas e indiferentes al extraño mientras este armaba un berrinche en plena sala medica. Ha Ni decidió que ese era un buen momento para retirarse, llamaría después para la siguiente consulta

Ojala se hubiera quedado quieta

Los ojos del desconocido la identificaron rápidamente en, parecía ser que el no había sido consiente de su presencia hasta ese momento y con una rápida mirada la escaneo de arriba abajo con curiosidad

—¿Quien es ese corderito Ji Hoo?— Le pregunto al Doctor Yoon sin apartar su mirada de ella en ningún momento

—¿Corderito? ¿De que estas hablando?— Respondió Ji Hoo igual de desorientado que ella, hasta que siguió la mirada de su amigo y volvió a ser consiente de la presencia de su paciente

El horror fue lo único que reflejo la expresión del Doctor Yoon en ese instante 

Ha Ni no comprendió esa mirada hasta que volvió a observar al hombre de cabello rizado, tenia una mirada misteriosa y una sonrisa que le recordaba al gato de alicia, sintió como la piel se le erizaba cuando noto un brillo traviesa en la mirada del desconocido

—Sabes que Ji Hoo, tienes razón—Le expreso con malicia Jun Pyo —Olvida la cita a ciegas—

Se me acaba de ocurrir algo mucho mejor 

 Ha Ni no lo conocía en ese momento, pero tenia el presentimiento que le causaría muchos problemas 




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