CAPÍTULO 40

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CAPÍTULO 40

SERENA

¡Joder! Volví a golpear el volante con fuerza varias veces, acababa de dejarlo en casa de mis padres y ya lo echaba de menos ¡Iba a ser la semana más larga de mi vida! Por lo menos me quedaba el consuelo que mis padres habían tomado lo de Andrew relativamente bien, aunque yo diría que su preocupación por mí fue bastante relevante para hacerlo. Cuando vi sus caras preocupadas al hablar de mi necesidad de hablar con un especialista lo supe, temían que ocurriera de nuevo. No podía explicarles que había asimilado que formaba parte de mí y que con Darien lo tenía controlado...

Darien... ¡Mierda! ¿Y si no lo conseguía? ¿Volvería a mi rutina anterior como si nada? ¿Sería tan fácil? Nunca había estado enamorada hasta ahora, por lo que estaba terriblemente perdida. El camino a casa se me hizo eterno, los malditos semáforos parecían haberse puesto en mi contra para ponerse en rojo cuando los alcanzaba ¡Maldita sea! Encima era sábado y no me apetecía quedarme en casa sola ahogándome en mi tristeza, mordí mi labio inferior, tal vez debería probar con Mina, en cuanto llegué a casa le marqué y aunque tardó más de la cuenta contestó.

- ¿Serena? - suspiré apesadumbrada.

- ¿Estás ocupada esta noche? - con su leve resoplido supe la respuesta.

-Espera...- susurró bajito algo que no logré escuchar y estaba convencida que no era para mí- La verdad es si...- otro suspiro- Estamos en mi casa con Kaname...

-Entiendo...- resoplé algo agobiada- No te preocupes encontraré algo que hacer...

- ¿Ocurre algo? - preguntó preocupada- Me extraña que no tengas tus propios planes un sábado por la noche.

-Si no te importa, prefiero hablarlo personalmente ¿Cuándo te viene bien?

-Ya me preocupaste...

-De verdad que no es nada que deba preocuparte ahora mismo.

-No sé...- dijo no muy convencida- ¿Mañana por la tarde?

-De acuerdo, te espero en casa ¡Que te diviertas!

- ¡Dalo por hecho! - reímos- Nos vemos mañana...- colgué antes que se replanteara cambiar sus planes, no podía hacerle eso a los 3. Pero seguía necesitando una distracción y decidí ir al único lugar donde me sentía a gusto fuera del club. Tras darme una ducha y cambiarme a ropa de trabajo volví al coche para ir al hospital. Por la hora solo debería estar el personal de guardia, aunque mi vuelta estaba prevista para el lunes me vendría bien ponerme al día con el papeleo e ir preparando mi agenda para esta semana. Tendría varias cirugías que hacer e iba super retrasada, nada más pasar la puerta cada compañero o compañera que encontraba me preguntaba lo mismo, ya lo recitaba como una oración. Por suerte llegó mi salvación y suspiré aliviada.

- ¡Hola hermosa! Te veo bien...- sonreí antes de besarlo en la mejilla.

-Lo estoy...- por lo menos físicamente.

-Me alegro, pero eso no explica porque viniste antes...- me entrecerró los ojos.

-La verdad es que quiero estar al día para el lunes...- negó con la cabeza y me miró reprobatoriamente.

-Eso no está bien...- se cruzó de brazos- Tienes suerte que Yaten no esté de guardia...- traté de desviar mi mente de dónde, con quién y qué hacía.

-Solo es papeleo y nadie se enterará...- no se veía muy conforme así que puse mi mejor cara de súplica.

- ¡Por favor! Necesito urgentemente una distracción y el trabajo es lo único que puede conseguirlo...- su mirada cambió a una de preocupación.

Doctora TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora