De Nuevo En Tus Manos (Logan Henderson) Segunda temporada

El accidente

*Narra Logan*

Bajé cuando Austin ni si quiera se había estacionado del todo, el auto había impactado en un árbol y se había volcado, se veía como todo el frente estaba totalmente destrozado.

—¡Corre!— gritó Austin mientras estacionaba a la orilla de la carretera.

"No importa que pase, siempre te protegeré"
Esa frase que rato antes le había dicho, pasó fugazmente por mi mente, ahora parecía tan lejana. ¿No podía protegerla?
Habían varias personas rodeando el auto, la oscuridad no ayudaba pero por lo menos no seria reconocido tan fácilmente.
Cuando me habría paso para ver, nadie se atrevía a mover a quién se encontraba dentro, todos simplemente miraban.

—¿Quién es?— preguntó un hombre a un lado mío.

No me importó nada y me acerqué todo lo que pude hasta llegar a la ventana del copiloto, ahí estaba ella.
Actúe de inmediato y la saqué del auto, estaba inconsciente, tenía sangre en la frente la cual se esparcía por su rostro y su ropa, noté varias heridas profundas por todo su cuerpo.

—No, no, por favor, no— rogaba que fuera un sueño, rogaba que esto no estuviera pasando.

Me arrodillé en el suelo aún con ella en mis brazos, trataba de no moverla demasiado.

—(TN), despierta, te lo ruego.

Entonces no aguante más y me rompí, en mil pedazos, mi corazón estaba adolorido y mi cuerpo no podía sostener más mi propio peso.

—Es mi culpa, es mi culpa— solté entre lágrimas.

Escuché los pasos de alguien acercarse.

—Ya he llamado a la ambulancia— su voz se apagó cuando me vio en el suelo sosteniéndola.

—Yo le hice esto— murmuré— Es culpa mía.

Austin se puso de rodillas a mi lado y noté en su rostro una completa impotencia.

—(TN), no..— le dijo temiendo tocarla.

—¡Hay otro chico! Debemos sacarlo— gritó una mujer del otro lado del auto, pero no hice caso, sabía bien quién era y no tenia intención de ayudarlo.

Tenía tanto coraje en mi interior que le deseé lo peor, deseé que pagara todo lo que nos estaba haciendo.

—Sé fuerte— le suplicó Austin y enseguida escuchamos las sirenas de la ambulancia acercarse.

Pero no podía relajarme, todo lo malo en su vida se lo he traído yo, ella está así ahora por causa mía.
Dos hombres de blanco me apartaron y comenzaron a atenderla. Buscaban su pulso y le daban oxígeno.

—Es (TN) Blake— declaró uno de esos chicos bastante sorprendido.

Dos chicos más se acercaron al auto y sacaron a Said del asiento del conductor, también estaba inconsciente.
Subieron a (TN) a una camilla y después a la ambulancia, quise subir con ella.

—Será mejor que nos alcancen en el hospital— habló uno de ellos.

—No, yo debo ir.

Me negaba a alejarme de ella.
Austin me tomó del hombro y me señaló en auto para ir detrás de la ambulancia, no perdí más tiempo y subí.
Me costaba respirar, las manos me sudaban y de vez en cuando la cabeza me daba vueltas, cerraba los ojos con fuerza tratando de que se me pasara pero era inevitable.

—Ella tiene que estar bien— expresó Austin pero yo estaba perplejo, totalmente conmocionado.

—Sino despierta, no sé qué haré conmigo— no quería decir esa palabra, no quería ni pensarla pero brincaba frecuentemente en mi mente.