Lara nunca había dormido tan bien en su vida. Había dormido diez horas de corrido, y no se había despertado ninguna vez en el transcurso de la noche. Al día siguiente por fin tenían su primera clase de cómo combatir la oscuridad, donde leerían el libro de Beatrice Green. Lara estaba tan emocionada de volver a conectar con algún miembro de su familia, que sentía que nada podía arruinar aquel día.
El día estaba radiante, y Lara, Seth y Lea aprovecharon de salir a los jardines para idear su próximo plan. Se sentaron en unos de los árboles que crecían junto a la pequeña laguna. Los rayos de sol se colaban entre las ramas de los árboles, pero corría una pequeña brisa que mantenía la temperatura muy agradable.
A unos metros de donde estaban sentados, había un banco se cemento, pero de este solo quedaban las cuatro patas incrustadas en el césped, el resto del asiento había sido arrebatado en un ataque de furia.
En el borde de la laguna, al otros lado de donde estaban sentados Seth, Lara y lea, estaba sentada una de las instructoras. Lara no recordaba cuál era su nombre, pero sabía, de la ceremonia de los instructores, que era la instructora de Drew y Jessica. Estaba sentada con las piernas cruzadas, y no les quitaba la vista de encima. A Lara le pareció un poco extraño que los observara tanto, pero no le dio importancia. Además, estando al otro lado de la laguna, no podría enterarse de lo que estaban hablando.
De repente, Sophie White se les acercó y los saludó alegremente.
-Ha llegado el correo – comentó Sophie entregando dos cartas a Lara y una a cada uno de sus amigos.
Los chicos rompieron los sobres al mismo tiempo y Sophie se marchó dando alegres saltitos por el césped. Seth y Lea habían recibido cartas de sus padres, mientras que Lara había recibido una carta de Sarah y otra de Killian. Abrió primero la de Sarah dejando lo más importante para el final.
Querida Lara:
He recibido tu carta y he ido inmediatamente a casa de tu tío para preguntarle la ubicación de Maycastel, que por si no te habías dado cuenta, queda a la mitad de la nada.
La verdad es que sí querías que fuéramos compañeras, pero me alegró que tu tío haya recapacitado.
Fui a ver a Sparkie, y tienes razón, estaba muy decaído, pero cuando ha visto a Daphne se ha vuelto como loco. Creo que Daphne está considerando en darle una oportunidad, o quizás solo siente lástima por él. Sea cual sea el caso, presiento que pronto seremos abuelas.
Tu tío fue muy gentil, me preparó un sándwich y una botella con jugo de naranja para el camino. No es como que mi casa quede a solo dos cuadras, pero agradezco el gesto. Le pregunté sobre tu colegio y me dijo que era un instituto como cualquier otro. Pero se le ha escapado (esa fue mi impresión, porque al cabo de unos segundo se tapó la boca con las dos manos) algo de unos tal "alternos". Quizás tú puedas explicarme de que hablaba.
Respecto a las vacaciones, mamá está planeando un viaje a Madrid, así que espero que nos podamos ver en algún momento. te extrañaré mucho.
Te quiere,
Sarah.
Lara terminó de leer la carta y se la guardó cuidadosamente en la chaqueta para no arrugarla. No sabía qué historia le iba a inventar acerca de los alternos, solo sabía que su tío había metido la pata. Abrió la otra carta más sobreexcitada.
Lara:
Desarrolles o no un poder, eres una alterna de sangre, que nadie te diga lo contrario.
Respecto a tu abuela, la historia sobre por qué el poder de leer el pensamiento la eligió no tiene nada de fascinante. Beatrice era una persona con cero habilidades sociales, siempre le costó hacer amigos y entablar conversaciones. Poder leer los pensamientos la ayudó en gran medida. De hecho, gracias a ellos conoció a tu abuelo. Estuvo un mes antes de conocerlo leyendo sus pensamientos, aprendiendo que le gustaba y que no. Entonces, el día en que conoció a tu abuelo, este estaba completamente impresionado por la cantidad de cosas que tenían en común. Tu abuela no le dijo la verdad después de tres meses, pero para ese entonces ya estaban completamente enamorados uno de otro.
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Lara Green
ФэнтезиTenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes sin que lo supieran. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo pueden imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Nuestro plan era c...