diez

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Eva

Semana 7, el tiempo pasa volando. La canción de esta semana me flipaba y la cantaría junto a Nia, tenia muchas ganas de ensayarla.

—Holi— entró Anaju al box grande donde yo estaba.

—Hola reina, preciosa, diosa— la abracé.

—¿Qué tal?— se sentó.

—Ahí vamos, ¿y tú?— me senté junto a ella.

—Quiero decirte algo en las duchas, luego si quieres.

—Si te quieres liar conmigo pos me lo dices— se rió —¿después de comer?— asintió.

—Voy a avisar a las demás, necesito consejo— se levantó y asentí —chau mi amor.

Después de veinte minutos sonó el timbre, me dolía la barriga y no tenía muchas ganas de ir a comer pero si no iba iban a obligarme a hacerlo.

Me senté en la mesa junto a mi mejor amiga y apoyé mi cara en mi mano.

—¿Qué pasa?— acarició mi pelo.

—Nada, me encuentro un poco mal, eso es todo— suspiré.

—¿Segura de que es solo eso?— asentí.

Comí más rápido que todos y según acabé me fui a la sala de Iván.

—¿Estás bien?— entró Rafa y se sentó junto a mi.

—Sí, me encuentro un poco mal pero nada grave— sonreí sin mostrar los dientes.

—Eva, me gustaría hablar contigo— me miró.

—Claro, dime.

—Aquí no, en las duchas— asentí y me levanté.

Cuando pasamos por el comedor Anaju y Hugo nos miraron atentos. Llegamos a las duchas y me posicioné enfrente del castaño.

—Dime.

Se acercó un poco haciéndome poner nerviosa.

—Eva— miró mis labios —no quiero que esto arruine nuestra amistad, sé que sientes cosas por Hugo, los dos sois mis amigos y os deseo lo mejor— fruncí el ceño —. Él tiene novia y por el bien de todos te conviene apartarte de él— iba a hablar pero me interrumpió —. Eva, me gustas— puso sus manos en mis mejillas y me besó rápidamente.

Me quedé en shock, no sabía como reaccionar. Me aparté rápidamente y salí de las duchas enfadada. No por el beso, no sentí nada, lo podía dejar pasar pero, ¿cómo que le gusto? ¿Tendrá el razón en cuánto a Hugo? Sé que tiene razón en cuanto a la novia pero; ¿qué hago? ¿Es muy tarde para pararlo?

Pasé rápidamente por el comedor, no tenía ganas de hablar con nadie. Fui a la sala del piano y me senté frente al instrumento.

Tu imagen me llegó
Con su magia, su perfume y su color
De llave tu sonrisa y una canción
Aprendimos el idioma del amor
Siempre un sueño irá por ti
Creciendo juntos aprendemos a vivir
Siempre estarás en mí
Tiempo que pasó y nos llevó— canté.

Suspiré y cerré los ojos.

—Eva— abrí los ojos —¿estás bien?— se sentó Hugo a mi lado y me abrazó.

—Sí, esta noche hablamos, Anaju me tiene que contar algo, luego te veo— besé su mejilla y fui con mis amigas, quienes estaban en las duchas esperándome.

—Aquí estás, ¿qué pasa Eva?— se preocupó Sam.

—Luego os cuento— di una sonrisa cerrada.

—Venga Anaju, ¿qué ha pasado?— dijo Sam.

—Voy a parecer una niña pequeña pero os lo quería contar— sonrió —Rafa me ha dicho que siente cosas por mi y que esta noche cuando se apaguen las luces quiere que vaya con él a la terraza— oí tan ilusionada a Anaju que no quise contarle nada.

¿Cómo ha sido capaz? Estaba muy confusa. Siguió hablando pero yo no escuché nada, estaba perdida en mi mente.




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demonios; hugo coboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora