escalofríos,
entre cabezas huecas,
se comen cualquier cosa,
si tiene una presentación llamativa.
lloro,
cerebros lavados,
llueven,
busco por todos lados la forma de reconstruir el mío.
oyentes,
lectores,
somos nosotros,
alimentandonos con nuestros oídos y ojos.
la flor no destaca,
entre la costumbre,
lo artificial,
se aprovechan de nosotros.
cambios de perspectiva,
rotundo,
dado vuelta todo,
combinaciones transformadoras.
conscientes relatos,
aunque son raros,
no quiero lo fácil,
no me sirve seguir igual.
¿qué quieren?
todo menos palabras con mensajes,
se avecina la oscuridad,
disfrazada de música.
entre canciones oscuras,
hay arte,
lo negro es blanco,
lo blanco es negro.
da igual,
lo real,
lo indecible,
si no quieren escuchar el silencio.
constante ruido,
no importa qué,
mientras más vacío mejor,
entre nosotros nos entendemos.
boludeces en ritmos,
trampas,
enganchados en lo fácil,
pocos nos enseñan a cuestionar.
meditando,
caigo,
veo todo lo que no vi,
para empezar a vivir reafirmandome en lo sensible.
corazones,
intensos,
dulces,
profundos.
en la orilla se quedaron,
el agua ya ni existe,
para esos ojos,
temerosos a la transformación.
abismo constante,
a veces no visto,
siempre presente,
me sumerjo y me relajo.
inteligentes y oscuros,
no quiero ser como ellos,
no quiero decir cosas sin sentido,
no quiero vivir muriendo.
necesito del receptor,
uno que esté dispuesto,
a pasarse al otro lado,
para que se propague el nuevo paradigma.
ojos,
los portales más cercanos,
existen,
hacia la mágica esencia nos transportan,
nos sentimos disueltos en el todo,
siendolo.
entre almas,
encerradas en egos,
buscamos lo sin forma,
nos deshacemos para abrir la jaula.
quizás no me entiendas,
si no somos iguales después de cada verso,
cumplí con mi parte,
no nos estanquemos.
