no tengo nada que ver,
vos podes no mentirme pero me mentiste,
te lo canto en inglés,
papas fritas con ketchup.
aunque no se mucho ese idioma,
voy al país,
se caen las cosas,
no hay nadie pero escucho mi apodo.
me acuerdo solo del mensaje,
confío porque habla de confiar,
confío en la experiencia,
y el componente fundamental es mágico.
esencias que cambian de forma,
la realidad es la misma solo cambian los ojos,
veo a través de mis sentidos,
ni la mente ni la vista tiene protagonismo.
siendo algo indescriptible,
no me dejo engañar por lo que parece sólido,
todo está al revés,
lo obvio se nos olvida.
hasta que un cambio drástico en el enfoque surge,
y nos damos cuenta,
vemos otra vez lo que es,
ahora notamos lo maravilloso de lo obvio.
no hace falta ir a otro lugar,
raro y espléndido,
lo certero de estar en un cuerpo,
pero lo incierto de la sensación de ser algo indescriptible.
reconozco el desconocido lugar,
lo incognoscible es mi casa,
esencias que pueden ser de todos los colores,
adaptándose a los diversos y sabios aromas.
caminando un sólido camino,
mientras imagino cualquier cosa,
arena movediza,
me vuelve otra vez a mi casa en el eterno presente.
agentes secretos,
programas a la vista,
pateando cables,
la energía ahora se retroalimenta.
mi vida,
un vaso grande,
lleno de agua con gas,
aceite y sal en las papas.
diversos sabores,
contexturas físicas,
el nuevo paradigma es el original,
vinimos a abrir el corazón.
cocina en la cual se miran las tazas,
sueños que parecían inalcanzables,
hoy toco y abrazo,
pisando firme el aire,
las translúcidas nubes,
del color que quiero.
porcelana suave,
mis propias mejillas,
parpados con aromas florales,
el té de la mañana o el de la noche.
cincuenta y nueve minutos,
ya falta poco para mi nuevo ciclo,
no puedo creer el tiempo,
por eso me dedico sólo a oler sahumerios.
buenas vibraciones,
entre regalos del ahora,
bañados en limón,
gustos variados y sabrosos.
