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Poco mas de la mitad de la clase, algunos celulares comenzaron a vibrar repetidamente.

Erick sintió una punzada de preocupación, sabía que aquello no era una buena señal. La última vez que algo similar había sucedido, una chica terminó expulsada después de que un rumor falso sobre ella se viralizara en la página de la escuela, una especie de red de chismes disfrazada de "noticiero estudiantil".

No quería darle importancia, pero la creciente cantidad de miradas despectivas dirigidas hacia él y Nick lo hicieron dudar.

Con manos temblorosas, sacó su celular y entró a la página. El aire pareció faltarle cuando lo primero que apareció fue una foto de ellos dos... en casa de Nick.

—Maldición —murmuró, sintiendo la presión en su pecho.

Nick, al escuchar el murmullo, lo miró preocupado.

—¿Qué pasa?

Erick negó con la cabeza, pero no pudo evitar fruncir el ceño, era increíble lo rápido que alguien había transformado una simple reunión en un escándalo, había pasado de se solo una sombra a ser el centro de atención. ¿Cómo demonios sabian siquiera dónde vivía Nick?

La frustración lo sobrepasó, se levantó de su asiento tan bruscamente que algunos compañeros voltearon a verlo con curiosidad, pero no le importó, salió corriendo del aula.

—Soy un idiota... —se dijo en voz baja, golpeándose suavemente la frente, su respiración estaba agitada, y la ansiedad le nublaba la mente. —¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Caminó sin rumbo, subiendo al siguiente piso del edificio escolar al dar vuelta en el pasillo, chocó con alguien.

—Ten cuidado —dijo una voz conocida, era Joel quien de inmediato cambió su expresión al ver a Erick

Erick miró hacia abajo y vio el celular de Joel en el suelo. Al agacharse para recogerlo, no pudo evitar notar lo que estaba en la pantalla, el maldito rumor.

Los ojos de Erick se abrieron de par en par. Quiso decir algo, pero las palabras murieron en su garganta, Joel, sin embargo, solo lo observó con una expresión indescifrable antes de pasar de largo mientras le arrebataba el celular de sus manos, Erick continuó caminando, sus pasos cada vez más pesados, hasta llegar a la cafetería.

Se acurrucó en una mesa del rincón, escondiendo el rostro entre los brazos. Quería desaparecer.

—Oye

Una voz lo hizo abrir los ojos. Parpadeó, desorientado, al ver al grupo de amigos de Joel rodeándolo.

—¿Qué? —preguntó con voz ronca, frotándose los ojos.

Uno de ellos sonrió de forma burlona mientras le most su celular.

—¿Es cierto este rumor?

Erick desvió la mirada, intentando controlar el temblor en su garganta.

—¡Te estamos hablando, imbécil! —gruñó otro, empujándole el hombro.

Ante su silencio, el chico se acerco tomando a Erick por el brazo y obligándolo a ponerse de pie.

—No me gusta que me ignoren, ¿entiendes? —le susurró al oído, golpeando su hombro

—Así que, cuando te haga una pregunta, más te vale responder

—Somos... solo amigos —murmuró Erick, sin atreverse a levantar la mirada.

—Eso no fue lo que pregunté, yo quiero tener la primicia de revelarlo, así que si sabes lo que te conviene dime la verdad.

El chico se acercó jalando la sudadera de Erick, pero antes de que pudiera hacer algo más, alguien lo sujetó por el brazo y lo apartó con un movimiento firme.

—Te dije que de él me encargo yo.

Erick levantó la vista y vio a Joel, con una expresion seria y una mirada de ira, La tensión en el aire era palpable.

—¿Quedó claro? —preguntó Joel, apretando el brazo del chico con fuerza.

—Lo que tú digas... —resopló el otro, antes de dar la orden a sus amigos

—Vámonos.

Joel esperó a que se alejaran antes de dirigirse a Erick.

—Vaya, a si que ya tienes a alguien que te defienda ahora —Su tono era frío.

—Déjame en paz...—intentó decir Erick, pero Joel lo interrumpió, acercándose más.

Esta vez no le había hecho nada a Joel, ahora era Joel quien lo buscaba,  pero ¿porque se aferraban tanto al rumor de él con Nick?

—De ti podía esperar muchas cosas — murmuró Joel, inclinándose hacia él. — pero no que fueras una maldita zorra.

La palabra hizo que Erick sintiera un nudo en el estómago combinado con el dolor que sentía por sus palabras, parecía que el chico que había conocido hace unos meses se hubiera esfumado, como si el disfraz que usaba Joel ante el, ya no lo fuera.

—¿Qué? —su voz sonaba entrecortada

Joel ignoró su reacción y tomó su cuello con una mano.

—Dime una cosa.—Su voz era un susurro helado en su oído.— ¿Cuántas camas pasaste antes de llegar a la suya? ¿O es que también querías probar suerte con la mia?

Erick sintió cómo el calor subía a su rostro, no de vergüenza, sino de rabia.

Apartó la mano de Joel con un movimiento brusco y, antes de pensarlo dos veces, le propinó un golpe en la mejilla.

Joel retrocedió, llevándose una mano al rostro con sorpresa y furia contenida.

—Eres un imbécil. -espetó Erick antes de salir corriendo con el corazón más roto que antes

Joel se quedó allí, inmóvil, mientras el ardor en su mejilla comenzaba a ceder.

—Esto no se va a quedar a si.

Amor Confuso ||Joerick|| EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora