~Capitulo 18~

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¿Como pude terminar aquí?

Luego de darme cuenta a donde me llevaba el chofer quise golpearlo como pude pero sacó un arma, no valía la pena intentar algo que no me beneficiaría. Incluso podía salir herida o muerta.

Ahora mismo estoy esposada a una cañería en un sótano y tengo a Lalisa en frente mío.

- Cuando nos vimos no tuve el tiempo de decirtelo, pero sinceramente, creí que Jungkook te advertiría -- estaba seria y solo caminaba de un lado a otro -- Lo llamé varias veces ¿sabes? Le dije que te cuidara si no quería que te pase nada, claramente no sabe proteger lo que tiene y me dí cuenta cuando me perdió a mí.

- Él no se perdió nada de ti ¡estas loca! Jungkook no merece una relación así.

Tironeaba de las esposas pero cada vez que lo hacía me dolían más las muñecas, estaban muy ajustadas.

- ¿Acaso te viste, estúpida? -- se acercó a mí amenazante -- ¿Te crees en condiciones de hablarme así, PERRA REGALADA?

Me lanzó un manotazo. Ardió, pero no le iba a dar el placer de verme llorar. Quería desfigurarle la cara a puñetazos.

- Va a buscarme y me va a encontrar, porque me ama, no como a ti, idiota -- escupí sus zapatos caros -- deberías tener un gramo de dignidad y dejarlo ir. Ya tiene a alguien en su vida ¡Y ESA SOY YO!

Después de mi grito todo quedó en silencio. Su expresión no cambió en lo más mínimo.

- Parece que aún no entiendes. Justamente, si tú dejas de existir, él quedará vacío nuevamente -- se acercó a mi oído -- y adivina quién estará ahí para consolarlo.

Escuché su leve risa y no dude un segundo en darle un cabezaso de costado. Ella se alejó tocando su sien, la parte afectada.

- ¿Piensas que va a dejarte entrar a su vida nuevamente? En serio eres patética. JUNGKOOK TE ODIA Y TE ODIARÁ AÚN MÁS CUANDO SE ENTERE DE ESTO.

- Eso lo vamos a ver, voy a deshacerme de las que sea necesario para que vuelva a ser mío. Y tú eres la primera.

Sacó un arma de la parte trasera de su pantalón y me apuntó. Mis sentidos se congelaron y abrí mis ojos mas grandes que nunca.

No puedo morir así.

- Pero no aún, hagámoslo sufrir -- bajó el arma -- igualmente te llevaré a otro lado, aquí te encontrarán facilmente -- comenzó a caminar en dirección a las escaleras que daban a la puerta -- ahora iré a verlo, envidiame! -- canturreó -- oh, pero no puedo llevar esto, la dejaré aquí, total solo tengo que usarla contigo y no hay manera que salgas de esa esquina sin tener las llaves -- dejó el arma en la otra esquina de la habitación y me mostró las llaves sacudiendolas antes de salir --.

Pésima desición Lalisa Manoban. Parece que no notaste lo que traigo en el cabello.

Subí las esposas por el ancho caño hasta que llegaron a mi cabeza, tomé mi invisible con cuidado,si caía sería muy dificil recuperarlo; lo acomodé en la cerradura de las esposas y comencé a moverlo para encontrar la manera de abrirlo.

Tardé unos cinco minutos, tuve que descansar unos segundos en dos ocasiones que se me cansaba la mano hasta que lo logré. Froté mis muñecas intentando relajarlas y miré el arma.

- Tendré que llevarla conmigo si quiero salir de aquí.

Claramente afuera habría uno o dos tipos custodiandome asi que tomé el arma y me fije que tuviera balas en el cargador. Las tenía, por lo que comencé a subir las escaleras sin emitir ruido alguno y apoyé la oreja contra la puerta.

- ¿Por qué hacemos esto amigo?

- Tranquilo, es una idol, nos pagará bien.

Lamento decirles que no perras, esta muchacha saldrá de aquí sana y salva.

Respiré hondo. Jamás le había disparado a alguien, si lo he hecho a objetos pero nunca a personas. Pero mi vida depende de esto, debo herirlos al menos.

Último suspiro y salí pateando la puerta, ambos se pusieron en guardia pero todo sucedió muy rápido, primero dispare a la mano con la que sostenían sus armas y luego a una rodilla cada uno. No podrían dispararme ni perseguirme. Tiré el arma y ví la salida, comencé a correr y antes de llegar alguien de atrás me tiro al suelo cayendo encima de mí.

¿Pero cómo? Es imposible que me hayan alcanzado con una bala en su rodilla.

Yo estaba boca abajo, la otra persona encima mío. Puso su mano en mi hombro y cuando la ví supe que era de un hombre; me volteó bruscamente y pude ver su rostro.

Park ChanYeol.

- Vaya vaya vaya... que señorita tan valiente, dispararle así a mis hombres -- sonrió ladino -- aunque pensándolo bien, si tú pudiste hacerles eso, no me sirven de nada.

Sacó su arma y les disparó a ambos en la cabeza. Grité muy fuerte, mis ojos comenzaron a cristalizarse... los mató porque sí.

Él tapó mi boca.

- Shh, debes hacer silencio si no quieres terminar como ellos -- su dedo índice reposaba en mis labios --.

Asentí completamente asustada. ¿Qué será de mí ahora?

- No quiero llevarte a ese triste sótano nuevamente panquesito -- hizo un puchero mientras su dedo índice recorría mi mandíbula -- ¿Tu sí quieres ir ahí?

Negué inmediatamente.

- Entonces harémos lo que yo diga. ¿Qué te parece?

No tenía otra opción. Asentí.

Tomó mi rostro rápida y fuertemente y lo acercó más al suyo.

- Dí que te parece bien -- susurró -- ¡DILO!

Esta vez grito.

- M-me parece bien.

- ¿Solo eso? -- apretó más su agarre --.

- Me parece bien... señor...

De repente soltó mi rostro y se levantó tendiendome la mano.

- Así me gusta mucho más, panquesito. Ahora sube estas escaleras, esperaremos a la idiota de Lisa allí... -- comenzamos a subir con él llevandome de la muñeca -- Tenemos una pequeña sospresa para tí. Se les llama tijeras.





Uf re corto de vuelta. Pero con lo de la cuarentena TENÍA QUE HACER ALGO. He descuidado mucho mis historias, espero sepan entender jeje, confío en que mi "yo" del futuro se va a poder organizar y seguir con esto. Por mientras me retiroo

Nada gracias por leer votar y comentar. Son lo más WACHOOO.

Así que sin más que decir. Nos leemos pronto 💕

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2020 ⏰

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