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Moustiers Sainte Marie

Psicológico/amistad

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Psicológico/amistad





Los recortes de la columna semanal del diario aún pendían en orden; en mi escritorio como una línea de tiempo del perfeccionismo de Levi en la escritura, a más de ello representaba la evolución de su pensamiento austero dirigido a las penumbras de los temas sociales olvidados o que las personas prefieren pasar de largo y pretender no ver; prostitución, drogadicción, hurto y profanación del bien ajeno por no nombrar también algunos otros más serios además de temas de actualidad dejados tras la guerra, como el gran creacionismo de la UNESCO lo cual Levi argumentó en su columna como un: "Camino hacia la reivindicación" algo meticuloso y que su audacia le confiscaría del cese de su labor. Aunque aquello fue un camino oscuro en su carrera, mi buen amigo continuo por el mundo de las letras, adentrándose a otros universos, infiero, incluso que eran desconocidos hasta para él mismo, pero logró abrirse paso.

Mis memorias son frescas aún de cuando lo conocí; viajábamos en el mismo tren hacia Marsella cuando corría el 37 a finales de agosto, me detuve a preguntarle la hora, puesto que se encontraba cerca de mí y mi reloj de muñequera se había estancado en las tres de la tarde. Noté un curioso aburrimiento el suyo para contestarme, casi crispado de sacar sus ojos de aquel libro titulado Matière et mémoire que me indujo a leer cuando fuimos más cercanos. La hora solo fue una de las tantas preguntas que le hice aquel día, incluso se vio obligado a guardar el libro rendido a que no culminaría el capítulo para cuando llegásemos a la estación. Me presenté y el sujeto parecía aún más aburrido, negándose mínimamente a participar en mi interrogatorio sobre Francia y Marsella. Le expliqué que apenas un par de semanas llevaba en la república y mi objetivo era el de conocer, además de practicar el idioma mientras decidía dónde asentarme, si acaso lo hacía. 


Le pedí algunas guías sobre hoteles y lugares para visitar, me respondía con cortas frases y a pesar de su estoica personalidad me sentí como si estuviera con un conocido próximo a mí, curioso. Quizá debió saberle a repudio mi compañía, pero él se quedó conmigo incluso aún después de abandonar la estación del tren, pensé entonces, que yo mantenía alguna característica que había resultado ser de interés del caballero, me imaginaba que podría ser mi sapiencia pero no he logrado aún durante todos estos años saber con exactitud qué era.

Ese día nos despedimos y yo no volví a tener noticias de él sino es hasta cuando una de sus columnas me llegó a los ojos, me sorprendí al reconocer su nombre que figuraba como el autor: le envié una misiva extendiéndole mis gratos saludos y buenos deseos por venir. Mantuvimos el contacto a través de cartas y la correspondencia que se tornó difícil durante los años de la guerra, en esos tiempos yo había regresado a mi natal Escocia y regresé a Francia cuatro años después del culmino de la nombrada.

𝑹𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐𝒔 𝑳𝒆𝒗𝒊𝒉𝒂𝒏 ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora