Murder

Capítulo dieciocho

Loki debió saber que sospecharía, debió saber que Thor no iba a permitirle irse así sin más.

«No puedo ganarle»

Aquella frase no paraba de resonar en su cabeza.

«No puedo luchar contra él»

Thor camino hacia él con un andar tan particular, Loki baja la mirada temiendo de que ocurrirá después. Thor agarro su barbilla y de un empujón hizo que levantará la vista, los ojos esmeralda no pudieron escapar de aquellos ojos azules.

—Sabia que harías exactamente esto, idiota— dice con una mirada fría, agacha su cara hacia Loki— No creas que puedes huir de mí.

Estaban tan cercas que Loki podía sentir la respiración abanicándolo.

—Vamonos—dijo Thor soltando la barbilla y toma con rudeza del brazo de Loki. Tanto sus pies como sus manos parecieron entumecerse.

—¡Déjame!...¡Déjame ir!— aunque su voz resonó por las paredes del callejón, sabía que no importaba cuánto gritara, nada cambiaría.

Thor usando tanta fuerza como partirle el brazo lo llevo a rastra hasta al hogar.

Nada más al entrar a la casa Thor lo arrojo al suelo como cayó de espalda el golpe lo dejo sin aire. Mientras que tosía Loki, un lastimoso golpe impacto en uno de sus mejillas. Una patada.

Thor se echó encima de él, dándole puñetazos sin parar, la visión de Loki se empañó. Empezó a sangrar, tuvo que tragársela por qué temía que si la escupía, las cosas empeoraría.

Luego vino un rodillazo en el estómago que hizo que se quebrara de dolor, se sentía como un ciervo delante de un oso. La punta del zapato de Thor clavaba en sus costillas tan dolorosamente, empezó a ver todo negro.

Tosió sangre y la sensación de estar apunto de vomitar, era horrible. Sus ojos se llenaron de lágrimas, no sabía si moriría en ese momento y justo cuando creyó que no podía soportarlo más, los golpes empezaron a perder intensidad hasta detenerse.

Su coincidencia también empezó a evaporarse, como si fuera a sumirse a un sueño eterno.

—No vas a desmayarte.

Loki sintió un peso sobre su cintura y después algo lo agarro por el cuello, despertó enseguida cuando noto como Thor lo estrangular.

—Mírame— dijo, sus pulgares se clavan en la garganta, su grave voz resonó en los oídos de Loki.

Ver su rostro de Thor inexpresivo e impasible mientras que lo tortura, Loki sintió temores. Si quisiera matarlo ya lo habría hecho pero ese no era su objetivo, Loki puso sus manos sobre los brazos de Thor intentando alejarlo.

—¡Eres mío! ¡Sólo mío!— exclamó, esas palabras se quedaron grabadas en su mente, tal vez Thor quiere verlo rendirse o que acepte la derrota, pero él seguirá luchando hasta salir de ese infierno que volvió caer.

—J-jamás...seré tuyo...— dice, Thor dejo de estrangularlo, se incorporo y lo miro a los ojos por varios segundo. Loki casi pudo distinguir que Thor sonreía, al parecer disfruta el sufrimiento que está provocando en él.

—Nunca saldrás de aquí— sonó como una orden, pidiendo obediencia del ganador al perdedor. Las lágrimas que hasta ahora habían permanecido en sus ojos, resbalaron por sus mejillas.

Esta vez no tendría escapatoria.

Durante los próximos días Loki permanecía encerrado en su habitación, los moretones poco a poco desaparecían, Thor permanecía más tiempo en la casa para vigilarlo. De vez en cuando salía del dormitorio solo para comer o para que Thor abusara de él, Loki aún no se rendía, su intento de escapar fallo pero seguía buscando una solución.

—No has tocado tu comida— dice Thor luego de beber una copa de vino viendo a Loki que está sentado a lado de él.

—No tengo apetito— contesto dejando el tenedor aún lado—¿Puedo irme a mi habitación?

—No, esta noche te dormirás conmigo y debes comer bien, estás más delgado de lo normal.

—¿Y si digo que no quiero?— preguntó.

—Ya sabes lo que te espera.

Loki no respondió apenas su cuerpo comenzaba a mejorar por los golpes de la otra vez y necesita fuerzas para salir de ahí, luego de terminar de cenar, ambos se fueron al dormitorio. Thor saca unas esposas de su cómoda para esposar una mano de Loki junto con la de él.

—En caso de que quieras escapar— dijo después de acostarse aun lado de  Loki.

—Pronto lo haré y no me importa si tengo que matarte— dice volteando a ver la puerta ignorando a Thor.

—Me gustaría ver eso.

Loki no durmió en toda la noche, pensaba en la forma de liberarse de Thor pero las palabras que le dijo,  seguían resonando en su mente parecía un disco rayado que jamás se callaba. Pensó y siguió pensando, tal vez su única salida era enamorarse otra vez de Thor, aunque eso significará volver a caer en su juego de la pareja perfecta.

De inmediato se quitó esa idea, no volvería a sufrir por un hombre que lo daño físicamente y psicológicamente. Solo esperaba que Fandral o una de sus amigas lo buscarán de una forma u otra.

A lo lejos de la ciudad Fandral conducía a máxima velocidad, gracias a Jeff consiguió la dirección de Thor. Cuando llegara a rescatar a Loki le iba a decir toda la verdad, aunque le dolería las consecuencias. Al llegar a la ciudad, se hospedó en un hotel y después preparo su arma en caso de utilizarla, llamo Amora avisando que pronto Loki estaría de regreso pero en caso de que Fandral no se comunicará, que llamara a la policía. A partir de mañana todo se resolvería y la verdad saldría a la luz.